¿QUIÉN LESIONA REALMENTE A LA REPÚBLICA?
Es curioso e insólito, en Latinoamérica diríamos que pasamos por un periodo bizarro. Las cosas están al revés. Quienes hasta hace poco decían que la actual administración lesionaba la República, la democracia y el Estado de Derecho. Ahora justifican todo lo que lesionan las instituciones. Apenas el año pasado salían a la calle a gritar que “el INE se defiende”, para después criticarlo y llamar vendidos a la mayoría de sus consejeros electorales. Lo mismo hicieron con el TEPJF. Este jueves 3 de octubre lanzaron campanas al vuelo por la resolución de la SCJN para interpretar la reforma constitucional al Poder Judicial.
La mayoría de la SCJN habla de la defensa de la autonomía de los Poderes, del mismo nivel que debe de haber entre los tres y a través de sus jueces y magistrados, del respeto al Estado de Derechos. Pero son los primeros en actuar sobre otro Poder, en este caso el legislativo, al que persisten en enmendarles la plana y decirles que tienen que hacer. En los hechos actúa sobre las Cámaras y desconsidera sus funciones y atribuciones. Los que realmente violan la ley y la Constitución son ellos.
Con argucias legales defienden sus intereses, que no son los generales, los que dicta la mayoría de los mexicanos. Ya lo hicieron antes, cuando desacataron la reforma para que ningún funcionario y/o servidor público ganase más que el presidente de la República. Tampoco dicen nada sobre el paro de más de un mes al cual han recurrido algunos integrantes del Poder Judicial, pero siguiendo cobrando su salario. Hablaron de irregularidades del presidente saliente y de los legisladores “oficialistas”, cuando realmente se muerden la lengua. No hay nada de autocrítica, solo quieren mantener sus privilegios, aunque tuerzan la ley y la Carta Magna.
Les queda muy bien la frase de ¡ahí va el ladrón, detengan al ladrón! En su intento de revertir el proceso o por lo menos contenerlo, bajo el pretexto que no se ha seguido el procedimiento. Recordemos cuando revirtieron la reforma eléctrica a partir de un formulismo legal, que también lesionó la autonomía del Poder Legislativo.
Como bien señalan las ministras que votaron en contra (Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y Lenia Batres Guadarrama), se va hacia un golpe de Estado legal, como ya ha ocurrido en algunos países de Sudamérica. Ellos si violentan las instituciones, desestabilizan el país y orillan a medidas más radicales y contundentes.
En este sentido, no podemos descartar que también le estén apostando a su victimización, a vender la idea de que ellos son los buenos de la película, para ganarse adeptos que por otras vías no han logrado convencer, sobre todo si el Legislativo le apuesta a la mano dura y/o al juicio político para algunos jueces y ministros.
Con el acuerdo de este jueves estiran la liga, le atizan el fuego de la crisis política en este naciente gobierno, donde el problema no es el diálogo, el cual no tiene sentido, pues ellos está claro no se moverían de su postura.