Una piedra en el zapato no considerada

Una piedra en el zapato no considerada

Tenemos claro el papel que está jugando actualmente la derecha conservadora, de esencia capitalista, en el desarrollo político del país. No dudamos de la necesidad de dar la lucha ideológica contra ellos, sin miramientos ni contemplaciones. Igual como ellos lo hacen con nosotros, quienes nos reivindicamos de izquierda.

Pero no son los únicos que pueden obstaculizar el avance del proyecto que defiende la 4T. También se pueden ubicar ahí, los que, curiosamente se dicen defenderlo, pero carecen del menor grado de tolerancia y carácter inclusivo, al no aceptar que el país es complejo, diverso y plural, aun entre aquellos que hemos decidido apoyar a la actual administración federal.

Más se requiere este cambio de actitud, en el marco del relevo y continuidad que esperamos, se de en el 2024. Me refiero a quien la derecha mexicana llama chairos, que en los hechos son más papistas que el Papa, a los que defienden a la 4T por sobre todo, de manera acrítica, quienes consideran que todo lo que se hace está bien, no hay nada malo ni erróneo. Que dicen que no puede haber una visión correcta más allá de Morena y de López Obrador.

Son igual de intolerables que los conservadores. Para ellos la alternativa revolucionaria es Morena y no hay necesidad de otro partido, pues ya existe, dicen, aunque no tenga una visión de izquierda socialista. Para ellos las alianzas implican sumarse de manera incondicional, sin más. Al movimiento social lo ven en igual sentido, por lo que cada vez se divorcian más de él.

Con esto recuerdo aquellos viejos tiempos, donde sólo había partido comunista cuando pertenecía y tenía aval de la Tercera Internacional y era comunista solo cuando se militaba en el partido. Más allá de eso nada, se era pequeño burgués o de plano apóstata.

Para ellos, proseguimos, por ejemplo, organizaciones como el MCM no debieran de existir, no lo ven necesario y es hacerle el juego a la oligarquía, pero no se dan cuenta que precisamente ellos son los causantes para que surjan grupos de real izquierda socialista, pues su laxitud ideológica y política dan esas posibilidades y más.

Con sus actitudes equivocadas alejan, no se dan cuenta, menos aún reconocen que quien tiene el apoyo popular es López Obrador, no ellos ni su partido. Confunden la votación a Morena con la aceptación cerrada a ese partido, por su identificación con el líder. No son la misma cosa, que les quede claro. Son muy soberbios, no tienen el menor sentido de humildad ni respeto.

Para las elecciones del 2024 y por las condiciones en que se darían éstas, se tiene que asegurar una estrategia de mayor inclusión, de apertura para sumar, que haga que se piense en un país, quizá con el mismo modelo, pero sin López Obrador y que requeriría condiciones para darle gobernabilidad y continuidad, que por la vía obtusa de estos “compañeros”, no hay garantía que se pueda dar con su postura excluyente, al desacreditar a quienes no piensan como ellos. Aquí es cuando volvemos a pensar que los extremos se unen y que entonces se cuestione quién beneficia realmente al adversario.

No quisiera llamarlos chairos, porque es un calificativo denigrante, pero lo real es que, este tipo de morenistas olvidan que una de las pretensiones de la derecha para las elecciones federales que vienen, es consolidar su alianza y replicar nacionalmente lo que ya hicieron en la mayoría de las alcandías capitalinas, así como evitar que la coalición encabezada por Morena llegue a alcanzar la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.

En lo personal pienso que independientemente de quien sea postulado (a) a la presidencia de la República, ganaría sólo por el empuje lopezobradorista, aún la endeblez morenista por la sucesión de conflictos internos, pero no se garantizaría más, de tal manera que no podemos conformarnos con esa posibilidad, sino cerrar todos los resquicios por donde pueda colarse la derecha, que por lo visto, el sector aludido de morenistas ningunea.

Y estas dos pretensiones de la derecha, dígase se que pierda la capital (entre ello la jefatura de gobierno) y no se alcance la mayoría calificada en la Cámara, son objetivos a alcanzar incluso para un escenario perdedor de ellos, de tal manera que se debe hacer todo lo necesario para cerrarles el paso. He conversado con muchos morenistas capitalinos y/o de izquierda, manifestando que la ciudad de México está perdida, como una fatalidad inatacable, pero en ninguno de ellos he oído una manifestación de cómo hacerle para evitar ese escenario.

Esto se puede cambiar cambiando de actitud por parte de ese sector y en general de todos los excépticos, ampliando sus miras, manteniendo la ambición de triunfo y de una ciudad libre y de avanzada, que supo ser fiel imagen de lo que se aspiraba a nivel nacional, pero sobre todo, no pensar en volver atrás. Se habla de la posibilidad de que se gane el año próximo la entidad más grande del país, uno de los últimos bastiones del priismo, el Estado de México. Porqué entonces concluir que no se refrendará la capital de México.

Partir de la consideración de qué se está haciendo mal, para atacarlo y superarlo, pero sin posturas sectarias y de sobrada autosuficiencia, que no es tal. Si se requiere revocar cuadros hay que hacerlo, tronchar las cabezas de los malos gobernantes y corruptos, también, que sirva de escarmiento y lección para la gente de que efectivamente no somos iguales.

Es tiempo de desbrozar el camino, para dejarlo acorde con lo que requiere mantener el modelo, darle continuidad con el relevo sexenal, asegurar gobernabilidad y porque no, rebasar por la izquierda.

 

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!