Viruta vs. Capulina: ¿una pareja dispareja?

México ha sido fuente inagotable de parejas cómicas: Pomponio y Kíkaro, Tin Tán y Marcelo, Manolín y Shilinsky, Los Polivoces,  Pompín y Nacho, y muchas otras, pero sin duda la más exitosa en su momento fue la que integraron Marco Antonio Campos Contreras y Gaspar Henaine Pérez, conocidos como Viruta y Capulina.

Pero si tenían tanto éxito, ¿por qué terminaron, y sobre todo, por qué peleados a muerte?

Vamos por partes.

Marco Antonio Campos Contreras, Viruta, nació en la Ciudad de México en el barrio bravo de Tepito el 9 de julio de 1919. Músico, actor, locutor y guionista, fue, sin duda, de un carácter nada fácil pues antes de unirse a Capulina en 1952, formó parte de algunos tríos como: El Póker de la Armonía, Trío Latino, Los Romanceros, y luego el dueto junto a José Domínguez Flores, “Viruta y Chamula”, pareja que se disolvió debido al alcoholismo de este último.

Gaspar Henaine Pérez viene al mundo en Chignahuapan, Puebla el 6 de enero de 1926, de padre libanés. Nacido el Día de Reyes, podía haber llevado el nombre de Baltazar o Melchor, pero eligieron Gaspar.

Tenía 6 años de edad cuando su familia se mudó al DF y fue ahí donde Gaspar se formó como músico y actor. En tal condición formó parte de “Los excéntricos del ritmo” y del trío “Los trincas”. El sobrenombre de “Capulina” lo tomó, o casi habría qué decir que se lo impuso el público, debido al remate de un chiste algo subido de color para el tiempo, que hablaba de una perra que tenía este nombre y al final el chiste cierra con la frase: “Muévete, Capulina” y así le empezaron a gritar a Gaspar: “Muévete, Capulina”.

Cierto día actuaban “Los Trincas” en Nueva York y Capulina cayó en cama. Sus compañeros, sin más, lo dejaron solo y enfermo y se regresaron a México.

Cuenta Capulina que un productor de la XEW le había vendido una mascota y no se la había pagado. Este productor le propone trabajar en un programa a fin de cubrir la deuda. Capulina ve a Viruta en el café de la propia radiodifusora y le propone trabajen juntos. Viruta se niega en principio, pues ya no quería ser patiño de nadie. Capulina le convence con el argumento de que él, Viruta, sería el cómico y Capulina su patiño, es decir la víctima de los chistes del cómico.

Por fin Viruta acepta. Es 1952 y debutan en radio en el programa “Cómicos y canciones” como “Capulina y Don Viruta”. Cuando este programa salta a la TV, en 1953, ya eran conocidos como “Viruta y Capulina”.

Es muy importante señalar que el escritor del programa en televisión era Roberto Gómez Bolaños, que por esos años adquiere el sobrenombre de Chespirito. Sería también Gómez Bolaños quien escribiría los argumentos y guiones de la mayoría de las películas que filmaron juntos Viruta y Capulina. Por entonces también empieza a publicarse un cómic con dibujos de Héctor Macedo, llamado “Las aventuras de Viruta y Capulina”, y que tras su separación continuó publicándose ahora como “Las aventuras de Capulina”, a la que se sumó el “Capulinita”, de tamaño bolsillo.

En 1957 filman “La sombra del otro” pero no tienen el primer crédito, que recae en el boxeador “El Pajarito” Moreno. Ese mismo año filman su primera película ya como estelares: “Se los chupó la bruja”, seguirían otros 33 títulos hasta su disolución como pareja. En mi opinión, la mejor de las películas de la pareja fue “Cascabelito” de 1961, con argumento del propio Marco Antonio Campos. Un melodrama donde la comedia es casi circunstancial, sin pastelazos ni enredos estúpidos.  En ella los cómicos comparten créditos con Enrique Rambal, Begoña Palacios y Augusto Benedico.

Durante los años que duró su relación laboral, la relación personal era tanto o más sólida que en la pantalla. Viruta nunca pudo tener hijos, pero llevó a bautizar al primogénito de Capulina: Gaspar Antonio Henaine Frías. Por lo que eran compadres.

La versión de Capulina es que los celos de Viruta poco a poco fueron tornando muy difícil la convivencia, y la gota que derramó el vaso habría llegado durante un acto a beneficio de los niños desvalidos en Acolman, cuando estando ellos invitados, el cómico Marco Antonio Espino “Clavillazo” hace una donación de 10,000 pesos, y entonces Viruta habría dicho: “Pues nosotros, con haber venido, ya les hemos ayudado bastante”. Entonces Capulina se levantaría para decir: “Ah, qué gracioso mi compadre. Claro que nosotros también damos diez mil pesos”, para después, a solas, tronar el uno contra el otro y decidir la separación.

Sin embargo, en 2006 Chespirito publica su libro autobiográfico: “Sin querer… queriendo”. Ahí relata cómo desde algunos años antes Capulina se había vuelto un tanto intratable y que en varias ocasiones le había dicho a Viruta que el cómico y exitoso era él (Capulina), y que por tanto merecía ganar más. Viruta habría accedido a que Capulina ganase el 60% contra el 40% de Viruta, pero aun así Capulina no quedó conforme.

Tras su separación, sigue contando Gómez  Bolaños, contratos ya firmados los obligaron a volver a los sets de filmación para realizar las últimas dos películas juntos. Cuentan quienes trabajaron en ellas, que al grito de ¡Acción! se hacía la magia y eran los de siempre, pero al ¡Corte! no se dirigían la palabra ni por error.

Volviendo al libro de Chespirito, como siguió escribiendo para Capulina tenía la encomienda de que nadie de los invitados al programa del cómico, por famoso que fuera, podía brillar por encima de éste. Si el invitado debía pronunciar alguna frase graciosa, el guión tenía que ser reescrito para que la gracia la hiciera Capulina. Hago constar que el libro se publica 5 años antes de la muerte de Capulina, por lo que si algo tenía que aclarar Capulina, nunca lo hizo, y el que calla otorga.

Capulina aseguraba, sin que nadie lo haya confirmado, que Viruta había dispuesto que si a su funeral llegaba Capulina, fuese echado a patadas.

Raúl Velasco pretendió juntarlos para hacerles un homenaje, pero Viruta no aceptó. Dicen que respondió que por una “mugre” medalla no iba a pasar el mal rato de tener que ver a Capulina.

Contra lo que se piensa, Viruta filmó muchas películas en su etapa post Capulina, aunque siempre como secundario.

En cambio es conocido el gran éxito que tuvo Capulina en solitario.

Viruta murió por problemas cardíacos en 1996 a los 76 años de edad.

Capulina perdió la vida en 2011 con 85 años.

Las películas de Viruta y Capulina son muchas, unas buenas, otras malas y alguna que otra peor. Pero siempre, igual que las de Capulina en solitario, sanas y sin vulgaridad. No es casualidad que Capulina llevase  el mote de “El rey del humorismo blanco”.