El señor de las moscas de William Golding o el paraíso perdido de la infancia

William Golding novelista y poeta británico galardonado con el nobel de literatura en 1983. En gran medida la obra que le dio oportunidad de darse a conocer para que posteriormente su trabajo fuera reconocido y seguido fue gracias a su primera novela que publicará en 1954 con el título “El señor de las moscas” (Lord of the Flies), obra que se considera por la crítica especializada de un  “ejemplo puro de la narrativa inglesa contemporánea”.

La novela es una representación simbólica sobre la corrupción que transforma a los individuos a un estado natural de involución de la especie humana, generado por  mecanismos aparentemente ausentes de autoridad, de rituales e instituciones, que delimiten las esferas de lo público y lo privado, fije los límites del cuerpo individual y las acciones del cuerpo social, es decir en términos de Foucault no existe un sistema que <<vigile y castigue>> de forma eficiente a los individuos en la manifestación de sus conductas, pensamiento y/u obra y por lo mismo juzgue los actos en proporción a las faltas, ya que no se cuenta con la experiencia de los adultos y solo se intuye un “deber ser”.

Los hechos en la novela guían hacia actos y hechos sociales productores de una conducta autodestructiva, ejemplo vivo de una <<anomia social>>¹ en el sentido que le da Émile Durkheim “En la división social del trabajo”; poniendo en riesgo la vida misma, en un camino destructivo por la falta de <<solidaridad organica>> y <<mecanica>>² que permitan la conservación y reproducción del grupo, ya que nuevamente el tesoro de la memoria colectiva aportado por experiencia de los adultos no se cuenta.

El señor de las moscas: por la calidad de su narrativa y estructura en sus elementos literarios nos cuenta la historia de un grupo de niños que en el abandono y ostracismo social en la ausencia de adultos, convierte a la novela en un <<mito>> literario por excelencia de “las consecuencias de un mundo sin adultos y sin experiencia”. Simbólicamente por oposición y ausencia para William Golding se produce un <<mundo tiránico>>; de niños que sin la experiencia de los adultos no cuentan con el temor a las leyes y a los dioses, produciendo tiranos corruptos cegados por el poder; donde la voluntad del más fuerte y violento se impone ante el colectivo como falso profeta que guía a su pueblo paso a paso a la extinción.

William Golding inicia su novela en una isla desierta, en la que un grupo de niños después de un accidente aéreo, descubren que son los únicos sobrevivientes en territorio sin explorar y sin comunicación. Dentro de los damnificados no hay adultos que puedan servir de guía moral y esperanza para los infantes desvalidos, en los albores de la <<guerra fría>> mezclando el miedo por la violencia que puede desatar la fuerza de el átomo y los miedos infantiles a las bestias de la oscuridad.  

Al principio los niños mayores intentan organizar al grupo bajo principios de experiencias personales previas con el mundo de los adultos. Van creando relaciones simbólicas con objetos que dotan de propiedades significantes; “un caracol blanco” al sonar del mismo, funge como instrumento simbólico para la reorganización y creación de la nueva organización social emergente ante la eventualidad, estableciendo de manera simultánea la creación de facciones en la que los infantes se agrupan por afinidad, al tiempo que se crea sistemas de control y poder simbólicos entre los niños, así inicia la primera lucha por el <<poder>> y control de una isla. En el aparente establecimiento de un “contrato social” y una incipiente “división social del trabajo” mientras que en realidad se liberaba al “Leviathan” entre más trataban en evitarlo construyendo reglas, crecía las diferencias entre las “clases sociales” los niños grandes explotadores contra los niños pequeños explotados, todos partícipes de una vida coorporativa alrededor del “caracol blanco”, gustosos participan en las reuniones, donde deliberan y acuerdan pero pocos realmente cumplen con lo prometido.

La organización se ve afectada en los alcances de sus metas, gracias a la falta de sistemas de control, “¡que evitaran que los niños se comportan como niños!”, a pesar de demostrar de que tienen la capacidad de entender y realizar procesos mentales de abstracción y juicios morales que interiorizan la culpa y la vergüenza, la naturaleza propia de la infancia por su fuerza, inquietud e inmadurez impide que los infantes puedan obedecer a la voz de su conciencia.

Las actividades físicas como la cacería y la exploración de la isla son trabajos más atractivos para las mentes infantiles que la responsabilidad del trabajo encaminado a la protección y resguardo. La civilización genera muchas esperanza pero no hay quien quiera sacrificar su tiempo por la paz y tranquilidad para generar condiciones de bienestar para todos. Poco a poco, las diferencias entre “cazadores” y “servidores públicos” (por nombrarlos de alguna forma para distinguirlos), generando enfrentamientos por el poder, haciendo guerras tipo <<Potlatc>>³ basadas en la reciprocidad del <<el don>>,  surgiendo el <<pensamiento mágico>> que le dio vida al “señor de las moscas”, luego inevitablemente el la violencia física se desata terminando en asesinato; con ello el fin de la inocencia en el paraíso perdido de la infancia.

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Notas

1. El término fue introducido en primer lugar por el sociólogo Émile Durkheim en La división del trabajo en la sociedad (1893): «Un estado sin normas que hace inestables las relaciones del grupo, impidiendo así su cordial integración«
2. En sociología, en términos generales solidaridad se refiere al sentimiento de unidad basado en las metas o intereses comunes, es un término que refiere a ayudar sin recibir nada a cambio con la aplicación de lo que se considera bueno.
3. Potlatch es el nombre de una ceremonia practicada por los pueblos aborígenes de la costa del Pacífico en el noroeste de Norteamérica, tanto en los Estados Unidos como en la provincia de la Columbia Británica de Canadá. Ejemplos de aquellos pueblos son: los Haida, Tlingit, Tsimshian, Salish, Nuu-chah-nulth, y Kwakiutl (Kwakwaka’wakw). Descrito principalmente por Marcel Mauss en “Antropología y Sociología” (1872), basando el sistema en la reciprocidad.

El Señor de las Moscas https://books.google.com.mx/books?isbn=8494164503 William Golding – 2014 – ‎No hay ninguna vista previa – ‎Más ediciones «Las novelas de William Golding, inquietantes fábulas morales, exponen a los protagonistas a situaciones de aislamiento extremo, tanto físico como psicológico y espiritual; así se encontrarán con los instintos más recónditos y …