(LAS BARBAS EN LA UAA.- Nada tienen que ver las mías, al fin me jubilé, pero dado el anuncio que hizo el Fiscal Manuel Alonso, seguramente más de alguno, indigno universitario, debe estar poniendo sus barbas a remojar. El desfalco, más fraude que otra cosa, debe ser relativamente fácil de investigar, perseguir y sancionar. La legislación universitaria prohibía las inversiones que se hicieron, la Contraloría hizo el Tancredo, los auditores externos jugaron al Tío Lolo y el Consejo fue engañado pasando como cuentas de orden el desfalco. Tantos millones no se esfuman, es relativamente sencillo darle seguimiento, la Auditoría Fiscal de la Federación tiene los instrumentos.)

Ya se sabe lo poco originales que son nuestros políticos, en buena parte para no apartarse de la línea que marca el líder: lo que hace la mano hace la tras. Y así escuchamos hasta el cansancio frases, como defensa de soberanía, con estricto apego a los derechos humanos, con pleno respeto al estado de derecho, acatando la voluntad popular, etc., etc.. En los últimos dos meses la más socorrida, a mi parecer, es: Trump se está dando un balazo en el pié, todas y cada una de las medidas anunciadas fueron desestimadas, descalificadas y hasta tomadas a risa (como lo hizo la presidente de la república en una de sus más recientes mañaneras), y calificadas quien más quien menos, como balazos en el pié y ¡hete aquí! que apareció el lobo, un lobo ciempiés porque al parecer los balazos no han menguado ni su ferocidad ni su ataque.

Es por lo menos preocupante, que después de más de dos meses del anuncio de las medidas arancelarias, no se haya decidido un plan de acción, no se plantee al pueblo de México que estamos ante una verdadera emergencia, y, por el contrario se desestima y minimizan los posibles efectos, que de hecho ya algunos se están dejando sentir. Los aduladores, zalameros, rastreros que rodean a la presidente, que la alaban en las mañaneras y rinden pleitesía en sus medios de comunicación “maiceados”, hace poco más de un mes calificaban a la presidente como poco menos que “Genaro Estrada” o “Alfonso García Robles”, después de la lección que había dado al “extraño enemigo” y de como había alejado lo nubarrones de los aranceles de la región más transparente del aire. El porrazo fue de órdago. Al despertar del sueño “el dinosaurio todavía sigue allí”.

No hay duda de que no existió ningún acuerdo con el presidente Trump. La “nice woman” no logró absolutamente nada. Queda claro que las visitas y las pláticas de los funcionarios mexicanos a la sede del imperio mundial fueron infructuosas. El supuesto optimismo no fue imaginado, solamente fue simulado para pretender enviar un mensaje de tranquilidad, cuando lo que se requería era un mensaje de alerta. ¿Por qué habremos de solidarizarnos en un mitin que recuerda los del viejo régimen que tanto añora su patrón (AMLO), el presidencialismo en apogeo: Echeverría y López Portillo?. ¿Para qué la manfiestación acarreadil?. Si la presidente realmente tuviera la aprobación de más del 80% de la ciudadanía no tendría necesidad de estos simulacros que alimentan su ego y disminuyen un poco su zozobra.

Sin mediar un acuerdo y un compromiso, de desplazaron miles de soldados y guardias a la frontera norte, desguarneciendo áreas en que su presencia era un paliativo para la violencia que, en la información oficial pero no en la realidad ha disminuido. Sin respeto ninguno a la legalidad y a los derechos fundamentales, en un “ukase”arbitrario, tajante, dictatorial, y además cobarde, porque la presidente no asumió su autoría, se “expulsó” del país para entregar a una potencia extranjera a 29 nacionales sin mediar procedimiento legal justificado, eso se tipifica como “traición a la patria”. El decrépito y seguramente senil, Fiscal de la Federación afirmó que el “envío” se fundamentaba en el artículo 5 de la Ley de Seguridad Nacional y el 89 de la Constitución: ¡Falso! El primero establece que comportamientos pueden considerarse atentatorios de la seguridad nacional, el segundo señala que el Ejecutivo debe velar por la seguridad nacional. En ninguno de ellos se establece la expusión, envío o entrega. El Fiscal lo olvidó y la presidente quizá no lo sabe. La autoridad sólo puede realizar lo que le está expresamente facultado. Infortunadamente el Fiscal citó la Convención de Palermo como soporte para el desatino, pero ésta señala claramente que debe mediar un procedimiento de extradición y señala reglas para su aplicación. La extradición (lo demás es demencia legal), es una institución de derecho internacional, no de derecho interno, su aplicación está sujeto a las reglas de convencionalidad. Más grave, sin duda, fue la manifestación del ex inferior de García Luna, ahora Secretario de Seguridad del país, que afirmó que la presidente no sabía y la expulsión fue un acuerdo colegiado del Gabinete de Seguridad. ¡Por amor de Dios o de Marx! El tal gabinete no es autoridad. El poder ejecutivo se deposita en un sólo individuo. Si el Gabinete actúa sin conocimiento de la presidente, malo, si la presidente lo sabía y lo oculta ¡Peor!.

Lo grave, lo muy grave es que nos preside una demagoga, no una estadista.

Aemenón, el primer día del mes de marzo, se encontraba en la puerta del Templo al que llegaba César a presentar su ofrenda. Sentado sobre las escaleras le gritó: “Caesar: cavete Idus Martiae…” 

¡Cuidado con los idus de marzo!

(DON’T FIX IT IF AIN’T BROKE.- El dicho es inglés pero también se aplica plenamente en español: en una traducción libre, no quieras arreglarlo sino esta descompuesto. Y en particular viene como anillo al dedo a la renovación de los funcionarios judiciales del Poder Judicial de Aguascalientes. Los únicos beneficiados son los que serán designados, sus padrinos y desde luego el Ejecutivo a la que en última instancia agradecerán su nombramiento. El ejemplo de lo que pasará lo tenemos en el Tribunal Administrativo que a pesar de la mejor voluntad de sus integrantes, la curva de aprendizaje ha sido pesada y ha acentuado el rezago que ya se tenía. Nuestros jueces y magistrados se desempeñaban con decoro y dedicación. Veremos ahora. )

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Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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