¿LA ONU ADVERSARIA DE LA 4T?

(Canadá logró lo que México no ha logrado.- El cabildeo del gobierno de Canadá logró que el Senado estadounidense por una estrecha mayoría reprobara la aplicación de aranceles a aquel país, forzando que la Cámara de Representantes resuelva en última instancia la procedencia de la medida. Aunque es probable que la cámara baja apoye a Trump, las acciones canadienses han puesto en entredicho al presidente de EE.UU. , logrando que cuatro senadores republicanos se uniesen al bloque demócrata. Entretanto nosotros seguimos con la estrategia de esperemos a ver que más pasa, con la economía arrinconada y la soberanía abollada.)
La mayoría de los senadores de la 4T y sus cómplices, obtuvieron antier un acuerdo que se comunicó a la ONU, pidiendo la destitución del titular del Comité de Desapariciones Forzadas, quién señaló la conveniencia de investigar si en México existe la práctica de la desaparición forzada de personas, de manera generalizada y sistemática.
El Senado en la antigua Roma se constituía con personas de edad avanzada (senes) para que en su integración y actuación prevaleciera la prudencia y la sabiduría, que se consideraban atributos de los mayores, a diferencia de la impulsividad e irreflexión de los jóvenes. Cuando los constituyentes copiaron de EE.UU. la organización y estructura política como una república federal, forzaron, siguiendo a los vecinos una integración que no correspondía a la realidad que dio origen al país vecino, en donde las trece colonias originales realizaron un pacto confederándose en una unidad pero conservando autonomía y autoridades cada estado. El sistema de tres poderes fue tomado de la clarividencia del Barón de Montesquieu, que imaginó que servirían de contrapeso unos de otros, y la especialización en funciones legislativas, administrativas y judiciales de cada poder, tendía por resultado una mejor y más equilibrada administración de la república. El Senado en la concepción estadounidense se integra por representantes de los estados en forma paritaria, de manera que cada una de las entidades federativas tiene la misma representación y el mismo peso, y la cámara de diputados se integra por representantes de la población, por lo que éstos se eligen por circunscripciones y tomando como base un número de ciudadanos a los que representarán. Teóricamente una y otra cámaras funcionarían representando intereses diversos, una, la de las entidades federativas, otra, la de la población.
Las vicisitudes políticas en México hicieron que se distorsionara la integración del senado, volviéndolo una cámara de diputados más pequeña, integrada por representantes de la población, como los diputados y con una disminución de la edad mínima a 25 años, por lo que la idea original de que se integrara con personas mayores desapareció, convirtiéndose de hecho en un grupo muy similar a los diputados, con una integración semejante que refleja la mayoría del grupo dominante que es la 4T. El Senado y en menor medida, o al menos con una actuación más discreta, la cámara de diputados, se han convertido en cámaras de resonancia de la presidencia de la república. Instrumentos incondicionales del ejecutivo que, sin el menor rubor y sin el mínimo recato, respaldan hasta la ignominia cualquier postura presidencial, aunque se revierta para el gobierno. Un ejemplo claro fue la negativa a privar del fuero al señor Cuauhtémoc Blanco para enfrentar una acusación de violación, que, tuvo como efecto la animadversión generalizada a la postura estatal, que, por otra parte no hubiera tenido mayor efecto para un señor que cuenta con el apoyo presidencial y gubernamental en su estado y ante una acusación endeble que, muy probablemente no hubiera prosperado.
Ese celo excesivo, desmesurado, para que el gobierno no sea tocado ni con el pétalo de una sospecha, seguramente traerá un efecto negativo en la opinión pública mexicana y sin duda en la mundial, especialmente en los organismos internacionales defensores de derechos humanos.
Ya se sabe que la regente tiene la piel más sensible y tiene menos pulgas que el de Macuspana, que aquél al menos, tenía una cachaza y un desenfado para torear las preguntas y eludir los señalamientos con salidas chistosas y un cierto sentido del humor del que Sheimbaum carece, la verdad es que es más pesada que una vaca a hombros, y que reacciona con mal disimulada violencia, poniéndose cada vez más en evidencia por su falta de tolerancia y su hipersensibilidad a la crítica. Basta con ver como contesta cuando algún periodista la cuestiona.
La decisión de cuestionar a la ONU en el Senado, no pudo haberse tomado sin el visto bueno de la presidencia y, seguramente impulsado por Jesús Ramírez, que será, cuando se apacigüen las aguas, recordado como uno de los personajes más nocivos de la 4T. Nuevamente la presidente desperdició la oportunidad de manifestarse como una gobernante democrática, republicana y sobre todo, independiente de su antecesor. Apenas con seis meses en el poder, no se le puede imputar una política que, desde luego ella no inició. La investigación de la ONU hubiera permitido, sin la oposición que ahora la mancha, o bien deslindar al gobierno de esa acusación: desapariciones forzadas generalizadas y sistemática, o bien la posibilidad de que la Sheinbaum pintara su raya, deslindándose ella de esa responsabilidad y aprovechar para depurar su gobierno y deshacerse de los elementos y las políticas que seguirán siendo rémoras para su gobierno.
Con todo y lo vapuleada que ha sido, la ONU tiene una presencia y un prestigio internacionales que, ni México ni su gobierno tienen en el ámbito internacional. La resolución del Senado, respaldada por la presidencia, viene a ser otra bofetada para los ofendidos por las desapariciones, una falta de respeto para las víctimas, una injuria para las organizaciones de personas buscadoras y un demérito para una supuesta política de estado que apenas hace unos días anunció la regente.
Con ésto, el gobierno da un rotundo mentís a su anunciada política de combatir la desaparición forzada.
(PITÁGORAS, ADVERSARIO DE LA PRESIDENTE.- Según cifras oficiales durante el primer semestre del presidente López Obrado, el número de personas en México ascendió a poco más de 400,000. Los datos referentes a los primeros seis meses de la presidente Sheinbaum señalan que el número de desaparecidos en el mismo período fue mayor a 700,000. Sin duda más allá de la “nefasta” herencia de Calderón la herencia de AMLO es más cercana y más nociva. Las muertes violentas y las desapariciones alcanzaron, para mal, cifras récord y la regente no ha logrado revertirlas…todavía. )
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