LA PONA NO ES UN PLEITO DE PARTICULARES

Hay un principio jurídico que dice, palabras más, palabras menos, que la ignorancia de la ley a nadie aprovecha. Nadie, pues puede pretender un beneficio a partir de alegar desconocimiento de la ley, pero, menos que nadie, las autoridades. Ayer o antier, el Presidente Municipal de Aguascalientes hizo una chistosa declaración a propósito de la mezquitera “La Pona”, dijo: se está interviniendo una propiedad que es particular, esto equivaldría a decir, sí, disparo una pistola pero él era el dueño, o bien, se estacionó en lugar prohibido pero él era propietario del lugar. El presidente municipal olvida que la Constitución señala que la propiedad originaria corresponde a la nación, que tiene en todo tiempo la facultad de dictar las medidas que amerite el interés público. El Secretario de Gobierno señaló que esperaban solucionar este conflicto entre particulares y lograr un acuerdo satisfactorio para todos. Algo parecido han dicho funcionarios menores y más menores, lo que parece indicar que la postura del Gobierno es, que el conflicto de la Pona se reduce a un pleito entre los propietarios legales de un predio que, además le compraron al propio gobierno contra un grupo de ambientalistas que, por otra parte, hace algunos años habían llegado a un acuerdo.
Los gobiernos estatales y municipales están equivocados, la mezquitera la Pona, no se reduce a un pleito entre unos empresarios y unos ambientalistas, ni se reduce a la Pona, después viene Bosque de Cobos, la cuestión es, si es conveniente para la ciudad, para sus habitantes, para su salud y para su esparcimiento, que se conserve una área que desde hace medio siglo se ha pretendido desparecer para convertir en un desarrollo inmobiliario, para beneficio de unos pocos. Si la respuesta es sí, los gobiernos, sean quienes sean los dueños, deben ocuparse de que se preserve la zona, treinta hectáreas no es mucho, pero son importantes, y el interés público justificaría la intervención y aún la expropiación.
No, no es un pleito de particulares, ni los ambientalistas están defendiendo un interés personal, como si lo hacen los empresarios que, no tienen otro fin, que la especulación a la que no debe prestarse la autoridad. El punto son los derechos humanos, el punto son las futuras generaciones, el punto es el medio ambiente y fundamentalmente preservar el interés público frente al particular.
Es todo por hoy, hasta una próxima…si la hay.