NUEVO CONSTITUYENTE

NUEVO CONSTITUYENTE

[bctt tweet=»… se espera una simple evolución y cambio de gobierno sino de régimen.» username=»crisolhoy»]

En la conferencia mañanera de este miércoles 6 de noviembre, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador hizo un recuento de algunas reformas constitucionales recién aprobadas en la Cámara de Diputados (que ahora pasarían al Senado y de ahí a los Congresos estatales), así como otras resueltas en lo que va de su gestión.

Corresponden a iniciativas planteadas desde la campaña electoral presidencial y necesarias para los cambios que definirían lo que él ha llamado la Cuarta Transformación, donde no se espera una simple evolución y cambio de gobierno sino de régimen. No sólo son pasos que dan marcha atrás a algunas de las llamadas reformas estructurales que caracterizaron la gestión de Enrique Peña Nieto, sino que ponen los cimientos para una nueva etapa sociopolítica en el país.

Son además dos pasos distintos, que expresan visiones de país diferentes, aunque no necesariamente anticapitalista el modelo que defiende López Obrador, aunque se declare antineoliberal. Vale la pena esta referencia porque el proyecto final tendría que ahondarse, aunque no coincida plenamente con lo que defiende hasta ahora el Presidente.

Éste ha dicho reiteradamente que es necesario instaurar una Constitución moral, tema que se supone (de alguna manera), será el contenido principal de su libro anunciado vea la luz pública el próximo primero de diciembre, justo a un año que cumpla el inicio de su mandato. Pero salvo una sola ocasión ha mencionado la posibilidad de contar con una nueva Constitución y de hacerse así, dice, sería hasta el final de su mandato.

Y aquí es necesario hacer algunas consideraciones. La Carta Magna mexicana es una de las que más reformas y adiciones ha tenido. Se encuentra tan parchada, que en algunos aspectos es contraria al espíritu originario con respecto al Constituyente anterior, como se puede ver expresado en el artículo 27, sólo por tocar un ejemplo.

En segundo lugar, las otras tres transformaciones sociales que reivindica el mismo Presidente de la República, díganse la Independencia, la Reforma y la Revolución mexicana, tienen Constituciones que soportaron el periodo siguiente, es decir, la de 1824, la de 1857 y la de 1917. Todas ellas se hicieron a partir de Congresos Constituyentes y consideraron aspectos vigentes de sus antecesoras, incluso la primera (la del México independiente), tomó en cuenta las Cortes de Cádiz (1812), Sentimientos de la Nación (1813) y el Congreso de Chilpancingo (1813).

Como otras cosas, López Obrador desdeña la iniciativa de convocar a un Constituyente, no lo considera como una iniciativa viable y necesaria, cuando si la es. Es más, no se puede pensar ni hablar de la Cuarta Transformación sin un nuevo pacto social, sin un documento normativo general, que si bien debe rescatar los aspectos principistas de las anteriores Constituciones, como es el caso del de la soberanía, como está en el artículo 39, también implicaría retomar algunos nuevos que detallen las condiciones en la que México regirá su vida política y social en las próximas décadas.

Si habla de un México nuevo, distinto a los anteriores, completamente diferente a sus antecesores neoliberales, entonces tiene que hacerse hincapié en las nuevas reglas del juego, que garanticen incluso la continuidad del proyecto que ahora representa López Obrador.

Implicaría involucrar al pueblo y no sólo a aquellos ciudadanos que integren el Congreso Constituyente, que exprese la pluralidad de nuestra República, tanto en su composición sino en la complejidad de la sociedad prevaleciente en las siguientes decenas de años. Sería un escenario donde se trasladaría la lucha ideológica y política de clases, además de intereses, como los que han expresado quienes mantenían la hegemonía en este país.

Por lo menos en los últimos años, esta demanda por un nuevo Constituyente ha sido una demanda de la izquierda mexicana, levantada en las principales confluencias de fuerzas políticas y sociales que se reivindican como tales. Hasta ahora pareciera un punto diferencial con la propuesta de López Obrador o por lo menos lo que son sus prioridades.

A lo mejor lo considera como un riesgo y por ello elude el tema o lo posterga al infinito, pero sobre es subrayable que sea todo ahora, en tiempos en que las presiones de la oposición real (el del poder económico), se han recrudecido, sobre todo después de cuestionables hechos como los de Culiacán o el asesinato de miembros de la familia Le Barón, en el norte del país.

Pero es al contrario, si realmente quiere López Obrador apuntalar su gobierno, debe darle cuerpo constitucional integral y movilizar a la gente que lo apoya. Con dichos mañaneros y programas sociales keynesianos no va a lograr mucho.

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM). Trabajó en Comunicación social de Pemex; en el Sistema Estatal de Telecomunicaciones de Puebla; publicó otro libro: Zapata en la Mixteca poblana; se tiituló en 2023 de Licenciado en Ciencias de la Comunicación y actualmente es Coordinador de Proyecto de lo Contencioso, Fiscalización y Partidos Políticos en la Coordinación de Comunicación Social del INE.

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM). Trabajó en Comunicación social de Pemex; en el Sistema Estatal de Telecomunicaciones de Puebla; publicó otro libro: Zapata en la Mixteca poblana; se tiituló en 2023 de Licenciado en Ciencias de la Comunicación y actualmente es Coordinador de Proyecto de lo Contencioso, Fiscalización y Partidos Políticos en la Coordinación de Comunicación Social del INE.

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