“EL REY DE TULSA” (“TULSA KING”) – PARAMOUNT+
Ver cualquier proyecto estelarizado por Sylvester Stallone es como jugar a la ruleta rusa, pues no sabemos cuál versión del otrora Rocky nos va a tocar: ¿Será el exuberante cómico desesperado por agradar como sucedió en “El Taxista Caradura”, “¡Para! O Mi Mamá Dispara” u “Oscar”, el creador de franquicias en base a arquetipos culturales como “Rambo” y “Los Indestructibles” o aquel que busca distinguirse como histrión en proyectos más dedicados al desarrollo de su personaje como “Tierra de Policías”?
Entonces da gusto constatar que la edad le ha otorgado sapiencia al ícono ochentero para conjugar varios aspectos de éstas aristas en su carrera para conformar un papel rico en detalles con muchas posibilidades tanto dramáticas como jocosas en la forma de Dwight “El General” Manfredi en la serie “El Rey de Tulsa”, un capo de la mafia italonorteamericana residente en Nueva York que recién ha cumplido una sentencia de 25 años listo para retomar donde se quedó. Sin embargo sólo encuentra reticencia y no mucho apoyo por parte de su “Famiglia” al considerarlo un lastre anacrónico que requiere su exilio a Tulsa para que ahí haga lo que quiera en cuanto a actividades criminales siempre y cuando mande sobres de dinero a modo de ofrenda.
Todo el desarrollo durante los nueve episodios que integra ésta primera temporada involucra el cimentar su imperio criminal utilizando los elementos ilegales locales en forma del vendedor de marihuana más consolidado (Martin Starr), un joven afroamericano por demás ambicioso y leal (Jay Will) que funge de mano derecha y chofer y el dueño de un bar con nexos a la los maleantes indígenas de la zona (Vincent Piazza), amén de una curiosa relación entre Manfredi y una agente gubernamental de la rama del FBI local llamada Stacy (Andrea Savage) con algo de bagaje emocional. Los guiones logran un tejido muy interesante s a nivel narrativo sobre lo que significa ser una figura del crimen en lo que debiera ser en estado decadente por la avanzada edad (Stallone tiene 75 años) pero que encuentra nuevos bríos ante la oportunidad que representa un campo virgen como Tulsa.
De igual forma hay agregados de naturaleza dramática a la trama bien diseñados como la necesidad de Dwight por reencontrarse con su hija Tina (Tatiana Zappardino) y los amplios bosquejos que se le brindan a las vidas familiares y personales de los personajes secundarios, quienes juegan un rol primordial en la guerra que gradualmente se va entablando entre Manfredi y el líder de una banda de motociclistas local (Ritchie Coster) por el control criminal del lugar.
“El Rey de Tulsa” juega bien sus cartas y nos da al mejor Stallone en años tanto a nivel actoral como con un personaje rico, dinámico, amplio y entretenido aplicando también éstos adjetivos a su historia.