“ANDOR” – DISNEY+
Parecía que una iteración madura, inteligente y en momentos osada en cuanto al manejo de ciertos tópicos en el universo de “La Guerra de las Galaxias” llegaría dentro de mucho tiempo como si proviniera de una galaxia muy, muy lejana después de los descalabros creativos y argumentales que representaron ambiciosos proyectos como “El Libro de Boba Fett” u “Obi-Wan” que no supieron decodificar la naturaleza psicoemocional de sus personajes protagónicos más allá de su estatus icónico para con los fans.
Pero aquí está en la plataforma de Disney+ bajo el título de “Andor”, retomando el personaje de Cassian Andor presentado en la desigual cinta “Rogue One: Una Historia de La Guerra de las Galaxias”, un proyecto que apunta alto en cuanto a narrativa y estudio de caracteres dando en el blanco con precisión gracias a que se ve la manga ancha proveída a su equipo creativo, el productor, guionista y director Tony Gilroy (“Michael Clayton”, la saga de Michael Bourne) quien junto a un equipo de argumentistas sólido (incluyendo a su hermano Dan y al escritor de cabecera de “House Of Cards”, Beau Willimon, quien le añade importantes pizcas de sordidez, humanidad y realismo al proyecto) producen un drama con tintes de thriller político y de relevancia social ambientado en un contexto interplanetario casi sublime en ejecución, donde ningún episodio desperdicia recursos escenográficos, narrativos o actorales en vacíos enfrentamientos con armas láser o momentos de sobrada banalidad, pues todo aquí se conecta con uniformidad y precisión para fundamentar una perspectiva sobre la Rebelión contra el insidioso Imperio desde una perspectiva macro que va ciñendo su mirada a los puntos más íntimos e importantes del proceso revolucionario que a la postre será la ruina del Emperador Palpatine y compañía.
Como punto focal tenemos a Andor (un excelente Diego Luna), personaje en desamparo al haber sido separado de su hermana en la niñez y adoptado en un acto de compasión por una mujer llamada Maarva (Fiona Shaw) criándolo como a su hijo. Las características emocionales de Andor son amplias, pues no duda en asesinar a sangre fría a quien se interponga en el cumplimiento de sus personales deberes a la vez que expresa un afecto hondo por necesitados o sus compañeros y amigos, incluyendo un viejo amor llamado Bix (Adria Arjona) que lo protege y resguarda.
Es gracias a ella que logra conectar con un misterioso hombre llamado Luthen (Stellan Skarsgard) quien lo contrata para realizar un temerario robo a una guarnición imperial en compañía de otros forajidos liderados por la recia Vel Sartha (Faye Marsay). El primer arco que abarca la mitad de la temporada se concentrará en dicho atraco para virar posteriormente al encarcelamiento de Andor de forma injustificada y las consecuencias de ello.
A lo largo del desarrollo podremos entender quién es él mediante sus múltiples interacciones con los personajes secundarios ofreciendo perspectiva amplias e interesantes sobre su motivación (incluyendo la búsqueda de su hermana) y de quienes lo rodean, tratados argumentalmente como seres de firme trazo psicológico que añaden diversos aspectos emocionales.
Lo más atractivo de la serie es que la historia de Andor y el papel que juega en el encendido de la chispa rebelde es una de varias piezas que se forman cuidadosamente frente a nosotros, pues igual de importantes son tanto el desglose de los antagonistas como el oficial imperial Syril Karn (Kyle Soller) caído en desgracia a causa de su obsesión por capturar a Andor preso además de una codependencia materna muy sustancial o la determinada Dedra Meero (Denise Gough), quien sistemáticamente sube escaños en la estructura Imperial para consolidar su fin primordial: sofocar la incipiente llama de insurrección.
Por otro lado, se explora el fenómeno de la forja rebelde desde las altas esferas de la política galáctica mediante la senadora Mon Mothma (Genevieve O’Reilly), quien concreta fondos para el movimiento procurando ser indetectable tanto de autoridades como de su desangelado y aristócrata esposo apoyándose de Luthen para dicho fin.
La trama consigue mantener en constante evolución dramática a los personajes y situaciones tornando a enemigos en aliados y viceversa culminando en un emotivo clímax que amarra maravillosamente todos los nudos argumentales con visos a la inevitable segunda temporada. “Andor” es todo lo que una serie debe ser, poseyendo intensidad dramática, un reparto formidable y una historia que absorbe e inspira como no lo hacía un proyecto de “La Guerra de las Galaxias” desde…bueno, desde hace mucho, mucho tiempo.