REFORZANDO LA DICTADURA

REFORZANDO LA DICTADURA

(El cacique zacatecano.- El Dr. (lo que natura non da, Salamanca non presta) Monreal afirma que hay jueces que apoyan la reforma: “hay de todo” afirmó. Sin duda, así como entre los diputados hay de todo, seguramente en el Poder Judicial también habrá esquiroles, abyectos, rastreros y convenencieros. Así es.)

En un programa de noticias de una cadena nacional, el director creativo (o algo así) de un pasquín que parodia al pasquín inmundo (imaginen cómo será) afirmó: Curiosa dictadura ésta, en la que una jueza puede amenazar a la presidenta de la república. Las dictaduras no se caracterizan porque no haya quien las enfrenten, las dictaduras no se caracterizan por las actitudes de los sometidos, las dictaduras se caracterizan por las actitudes, por el talante, por las declaraciones y por los actos de los tiranos. Cuando una juez dicta una orden y emite un apercibimiento está dentro del ámbito de su función, cuando la presidente de la república “amenaza” con iniciarle un proceso penal por extralimitarse en sus funciones, está cometiendo un delito del que por ser presidente es impune, pero que evidencia la autocracia, la intolerancia, el autoritarismo, el talante represor y la conducta dictatorial que, lejos de utilizar los elementos procesales recurre a la intimidación y a la amenaza, armas típicas de la tiranía.

El cumplimiento de la ley no está sujeto a la voluntad del obligado y el principal obligado a cumplir la ley es la que protestó cumplirla. En un estado de Derecho, como el que deberíamos aspirar a ser, las resoluciones judiciales tienen recursos para combatirse y sólo cuando estos recursos se agotan y constituyen “cosa juzgada” o cuando desde un principio se admiten, el obligado no tiene más opción que cumplirlas. Lo que es inadmisible en un país de leyes es que el obligado determine si la orden es o no legal, es o no justa, es o no aplicable y actúe en consecuencia. Yo no puedo decir: este impuesto me parece injusto y por lo tanto no lo pagaré, pero si puedo considerándolo injusto combatirlo con recursos, incluso el juicio de amparo, que por cierto, con las reformas recientes no se podrá obtener la suspensión judicial de la aplicación de una ley que se presuma de inconstitucionalidad.

La petición de principio que la presidente Sheimbaum reclama es que, por ser propuesta de la presidencia y por ser aprobada por una mayoría en el congreso federal y en las legislaturas de los estados, no admite ni revisión ni recurso y debe acatarse sin chistar, así sea contraria a las reglas constitucionales a los tratados internacionales a los derechos fundamentales o a los principios generales del Derecho.

La manera más fácil de evitar que una disposición sea revisada es prohibir que sea revisada y eso es justamente lo que se acaba de proponer por los abyectos representantes de la 4T. No contentos con haber establecido una regla estúpida que prohibe la interpretación de las reformas, ahora presentan una iniciativa de ley que prohibe expresamente que lo que se apruebe como constitucional sea controvertido, revisado, recurrido o combatido. ¡El mito del legislador racional de los países totalitarios!. Este mito que surgió en un algún país de Europa central, consideraba que el legislador por el hecho de serlo y por ser la encarnación de otro mito (la soberanía) por cierto muy cercano a una especie de metafísica jurídica, era omnisciente, omnicomprensivo y en su campo, omnipotente. La conclusión era obvia: la ley debe obedecerse porque es producto de ese ente superior que es el legislador racional, en el fascismo el siguiente paso es previsible: el gobernante tiene todos los atributos porque tiene la aquiescencia del pueblo bueno y sabio: incorruptible, sabio y bueno como el pueblo, justo y clarividente. El gobernante autócrata lo cree o termina por creérselo. El dicterio de Lord Atcon sigue siendo incontrovertible: el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.

La historia del estado es en realidad la epopeya de la población frente al gobierno en una época y territorio determinado y la Constitución, lo dice Ferrajoli, es el conjunto sistematizado de límites a la autoridad. La Constitución no puede, no debe ser la expresión de la voluntad de la autoridad, aunque ésta delire considerándose la encarnación de la voluntad popular. Los derechos fundamentales no son derechos frente al otro sino frente a la autoridad, por eso es equívoco hablar de una defensoría del pueblo, sino de una promotoría y defensoría de los derechos fundamentales frente al gobierno.

Lo que en última instancia está en debate con la reforma judicial no es la “corrupción” de los jueces, sino su autonomía frente a los otros poderes. Cuando por las vicisitudes políticas se logra afianzar un tirano, que impone a su sucesora y que controla con mano férrea al poder legislativo, conformado en su mayoría por políticos de poca monta pero mucha ambición, quedaría en una república democrática el recurso de un poder judicial autónomo y organismos de control político y jurídico a la autoridad.

Andrés Manuel López Obrador emprendió desde antes de su toma de posesión, una campaña constante de desprestigio de los órganos de control y buscó el manejo del Poder Judicial, lo que logró controlando al abyecto ministro Lelo, la Corte reaccionó designando a una presidenta con dignidad y desató la ira del autócrata.

La cuarta transformación se está consumando. De ser un país en vías de ser una nación, de fortalecer sus mecanismos democráticos y de gozar de un mínimo de libertades fundamentales, nos transformamos en un país fragmentado, dividido, en vías de destrucción de sus órganos de control, con la desaparición inminente de la autonomía incipiente del poder judicial y con una gobernante autómata y autócrata.

Ya somos todo aquello, diría José Emilio Pacheco, contra lo que luchamos hace cincuenta años.

( Lo que calienta es la risa.- En la ceremonia de aniversario de los programas internacionales de la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, el ministro Raúl Gutiérrez explicó la reforma judicial de México y provocó las burlas de la concurrencia. La presidente de los E.U.M. comentó: seremos ejemplo para el mundo, aunque no aclaró de que.)

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Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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