El gobierno invisible de Teresa Jiménez y La Pona

La invisibilidad igual a opacidad con que organiza su gestión gubernamental la gobernadora de Aguascalientes, María Teresa Jiménez Esquivel, se ha traducido que en diversos sectores de la sociedad crezca la incredulidad sobre el clima de gobernanza que ha establecido la mandataria, pero además de Hartazgo social.
El hartazgo social ha encontrado un canal de comunicación en la reciente estrategia y decisión que la gobernadora ha tomado, al convertirse en cómplice de la empresa inmobiliaria denominada Próxima, para que a pocas horas de conocer la resolución de la Segunda Instancia que deshecha el amparo promovido por la organización Salvemos la Pona, la desarrolladora metiera maquinaria y para derribar árboles de diferentes especies impunemente.
La crónica de los hechos narra que “La sorpresa fue que ya se encontraban máquinas operando y en proceso de desmonte de las tierras al centro de La Pona, habiendo derribado y arrancado especímenes arbustivos de más de 10 años y comenzando a allanar la tierra.”
Este hecho ocurrió el día 25 de abril, día en que la Feria hace mucho ruido en el aguascalentense, los distrae o los ausenta de la Ciudad y de la entidad. Así dos factores esperaban que abrieran la puerta al desarrollo inmobiliario sobre una historia de lucha por la preservación que data de muchas décadas atrás impulsada por ciudadanas y ciudadanos aguascalentenses., que son el albazo y la información privilegiada, con el beneplácito de la gobernadora.
La actitud de la gobernadora ha sido vergonzante, hipócrita y pusilánime, más cuando en el gobierno municipal y estatal nadie sabe quién está platicando con la empresa y en cambio los ambientalistas, por la empresa y los gobiernos estatal y municipal, han sido objeto de exclusión, amenazas y narrativas que apuntan a la criminalización.
La empresa y menos los gobiernos estatal y municipal han proporcionado argumentos que no estén ligados a cometer un ecocidio al dedicar las dos terceras partes de La Pona al desarrollo inmobiliario y terminar con el pulmón que hay dentro de la Ciudad de Aguascalientes.
Pero La Pona no solamente es el único pulmón en la Ciudad, es un ícono en la vida de la Ciudad y del hidrocálido a pesar de que lleve ese nombre ese reducido espacio y descuidado al que acuden las familias aguascalentenses los fines de semana.
Mas de 500 árboles, aves y otra fauna conforman el complejo forestal de la Pona, que, según algunas fuentes, el gobierno ha ofrecido permutar por otros terrenos o adquirir, sin que ninguna oferta sea anunciada formalmente, lo que despierta suspicacia ente la población ya que se percibe que el enfriamiento del asunto puede permitirles emprender alguna maniobra al lado de la empresa como aquella que se ha filtrado que por diez años no se construyan viviendas residenciales.
Hay que recordar que el grupo gobernante panista tiene profundas raíces en el sector inmobiliario y cualquier proyecto de esta naturaleza tiene el propósito de que, producto de que se contravenga la Ley, pueda maniobrarse para dar rienda suelta a los intereses del desarrollador residencial.
El gobierno, por supuesto no la tiene fácil ante cualquier maniobra y lo mejor que puede hacer es rectificar el uso del suelo, declarar el total de las hectáreas como zona natural protegida y no llevarse al 2027 este problema pues la politización se puede traducir en un alto costo político en la gubernatura y presidencias municipales de Aguascalientes y Jesús María.
Sofía Ponce, dirigente de Salvemos La Pona, al anunciar el levantamiento del campamento está mirando a la calle y en este sentido, desde las Comisiones constituidas, se mantendrá la posición de que no se toqué el pulmón de Aguascalientes, sino también la necesidad de salvaguardar agua, flora, fauna y explicar la necesidad de preservar el ecosistema en la entidad, lo que implica dar marcha atrás al plan de desarrollo urbano y las reformas enviadas por la gobernadora al inicio de su gestión.
La agenda se amplia y fortalece, esta es la experiencia y por eso, la misma dirigente habló de la necesidad de que el papel del gobierno sea recuperar con servicios públicos el espacio público, con políticas públicas y la participación ciudadana.
No por nada el movimiento goza de una amplia aceptación y con la estrategia que se impulsa, hombres, mujeres, jóvenes y niños cubrirán con su ánimo y, en caso de ser necesario, defender cada espacio de La Pona.