“AFTERSUN” – MUBI

“AFTERSUN” – MUBI

Por lo que parece una trama sin hilo conductor o un argumento definido durante sus 95 minutos duración, “Aftersun” de la directora debutante Charlotte Wells y ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes esconde una conmovedora y emotiva meditación sobre la soledad, el dolor y la paternidad a través de un filtro especial que es la memoria de la protagonista, una mujer llamada Sophie quien al redescubrir una cámara y ver su contenido, nos traslada mediante imágenes resguardadas en cinta y la misma mente de Sophie a un verano a mediados de los 90’s cuando ella siendo una chiquilla de 11 años se relacionó con su padre después de un turbulento divorcio para establecer una línea entre la idealización y la realidad en cuanto a su progenitor, creando un relato de tal mesura y lecturas que el espectador encontrará sublime sólo si sabe dónde mirar.

Francesca Corio & Paul Mescal
Francesca Corio & Paul Mescal

En aquella vacación, la pequeña Sophie (interpretada maravillosamente por Francesca Corio) es acompañada por su padre Callum (Paul Mescal, postulado al Óscar por éste papel) mientras disfrutan del sol en un modesto resort del Mediterráneo turcom comiendo en su restorán, jugando billar con otros huéspedes y grabando ya sea él o ella sus experiencias de manera informal y casi inocente.

Es a través de esas experiencias cuando detectamos que de manera intertextual o entre líneas se esconde una tristeza que sólo se revela cuando Sophie duerme o cuando Callum está a solas. La dosificación de tales momentos es como en pequeñas olas, pues la mayor parte del tiempo vemos al padre comportarse con absoluta dedicación y cariño hacia con su hija haciéndola reír con tonterías o sosteniendo charlas aparentemente insulsas pero que guardan toda la potencia interpersonal como cualquier intercambio verbal entre padre e hija real semejante a una caricia que sólo puede prodigarse con palabras que encuentran una especificidad que sólo ellos conocen.

Los elementos de conflicto logran develarse cuando Sophie hace preguntas directas a su padre a la vez que ella dista de ser una niña perfecta de película.

Tales trazos de imperfección nos involucran para ir asimilando las tersas aristas de humanidad que van tejiendo ésta entrañable historia que baña a los personajes de realidad al igual que los constantes rayos de Sol en numerosas tomas. De ésta forma, así de mínima, es que puede uno aproximarse a “Aftersun”, un filme cuya belleza se decodifica conforme unimos las piezas del rompecabezas emocional que nos plantea la directora que involucra varias cosas, como el primer beso de Sophie o el momento en que Callum misteriosamente rompe a llorar en su habitación, pero el aspecto nodal de la trama son los puntos ciegos que rigen nuestra memoria para después, siendo adultos, recomponerlos y reunirlos para formar nuestra perspectiva y crear nuestra propia historia.

De eso trata ésta hermosa cinta cuya toma final es contundente al respecto y nos da a su vez una pauta de inspiración para recuperar nuestras memorias de modo que podamos soltar lágrimas o una sonrisa mientras arriban a nuestra mente o las imágenes mismas transitan en una cámara a modo de cura para las heridas o quemaduras que los recuerdos suelen dejarnos.

Juan Pablo Martínez Zúñiga
Juan Pablo Martínez Zúñiga

Juan Pablo Martínez Zúñiga

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