Alberto Cortez: El cantor de las cosas simples

Alberto Cortez: El cantor de las cosas simples

[bctt tweet=»Grabó duetos con grandes artistas, como María Dolores Pradera, Paco de Lucía, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, y otros. Junto con Estela Raval realizó una gira por Latinoamérica, y grabaron el disco: “En un rincón del alma” en 2002, » username=»crisolhoy»]

Alberto Cortez

 

Alberto Cortez (1940 – 2019)

 

El jueves pasado, 4 de abril, nos despertamos con la triste noticia de que Alberto Cortez había muerto en un hospital de España, donde había sido internado dos semanas antes.

Luis Alberto García Gallo, había nacido el 11 de marzo de 1940 en Rancul, Argentina y luego de varios intentos de entrar en el ambiente artístico, intentos que incluyen formar parte del grupo “Argentine International Ballet and Show”, a la edad de 20 años zarpa en un barco con destino a Génova, Italia y de ahí aborda el tren que lo llevaría a Amberes, Bélgica, donde graba su primer disco: Welcome to the Latin Club (1961). Éste, y el siguiente, grabado en 1963 (Mr Sucu Sucu), tienen canciones de moda en aquellos años, pero ya en 1967 se dejan oír sus primeras composiciones con ese sello característico que le acompañaría toda la vida, es decir, letras de gran profundidad y carga emotiva, fruto muchas veces de sus propias vivencias.

A partir del disco “Poemas y canciones” del citado año, que contó con la colaboración en arreglos y dirección musical del prestigiado director Waldo de los Ríos, rara vez estará en su repertorio alguna canción que no sea de él, excepción hecha del disco: Alberto Cortez canta a Yupanqui, donde el total del material grabado es música de Atahualpa Yupanqui. Pero si veía letras que le llenaran el alma, no dudaba en hacer la parte musical; así tenemos que puso música a versos de Antonio Machado, Miguel Hernández, Almafuerte, Etc.

Se requería un nombre artístico, algo que tuviera más sonoridad que Alberto García, o Alberto Gallo. ¿Por qué decidió ponerse el nombre exacto de un cantante que ya existía? No lo sé, pero por años peleó el nombre con un cantante peruano que ya se llamaba Alberto Cortez, y no como nombre artístico; ese es su nombre real. Entonces el peruano se hacía llamar: “Alberto Cortez, ‘el original’”

Grabó duetos con grandes artistas, como María Dolores Pradera, Paco de Lucía, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, y otros. Junto con Estela Raval realizó una gira por Latinoamérica, y grabaron el disco: “En un rincón del alma” en 2002, además claro, de las inolvidables giras que hizo junto a Facundo Cabral, llamadas: Lo Cortez no quita lo Cabral, y Cortezías y Cabralidades”, que resultaron en dos álbumes dobles.

Otro artista con el que compartió muchos éxitos y con el que tuvo grandes momentos en vivo, fue el maestro Ricardo Miralles, pianista por muchos años de Serrat. Con él grabó un disco de sus mejores éxitos solamente con su voz y el acompañamiento del piano de Miralles.

A México llegó, cómo no, arropado por Raúl Velasco y desde entonces, hará unos 45 años, conquistó al pueblo mexicano con canciones como: Mi árbol y  yo, Cuando un amigo se va, Manolo, Callejero, Te llegará una rosa. En un rincón del alma, A partir de mañana, Camina siempre adelante, Ave caída, Castillos en el aire, El abuelo, Mariana, Como el primer día, Distancia… Y no crea usted que Alberto Cortez era un artista “muy planchado” ¡Qué va! En su repertorio se dejan oír canciones cargadas de buen humor y cierta crítica ácida como: Para ser un pequeño burgués, o Los americanos (los gringos, pues).

También nos regaló con algunos poemas que intercalaba en sus discos, así como sin querer… poemas como “El vino”, que se dice lo escribió para José Alfredo Jiménez, en un vano intento de alejarlo de la bebida, o “Qué suerte he tenido de nacer”

La canción “Juan Golondrina” se la inspiró un niño mexicano que se le acercó a pedirle limosna en uno de sus viajes a nuestro país.

Me llevaré conmigo”, canción enormemente emotiva de Alberto, dedicada a nuestro país. Además, en su canción “La ciudad donde uno vive”, dice en un fragmento: “Digo Madrid, digo París, y digo Londres, y digo México Distrito Federal” Siempre haciendo guiños a nuestro país, al que quiero creer que quería tanto como México le quería a él.

También escribió letras sin música, prueba de ello son sus libros: Equipaje(1977), Soy un ser humano (1985), Almacén de almas (1993) y Por los cuatro costados(2007)

Alberto Cortez padecía desde 1996, en que tuvo que ser sometido a una operación de urgencia para desatascar una carótida, de insuficiencia cardíaca y no ayudaba tampoco el sobrepeso de que hizo gala la última década. Hace dos semanas fue internado por una hemorragia gástrica, y todos conocemos el triste desenlace.

 

“Mi madre y yo lo plantamos
En el límite del patio.
Donde termina la casa…

…y ahí me estaba esperando
Como se espera a un amigo…

…ese árbol que plantamos,
Hace veinticinco años (luego fueron veintitantos… luego cuarenta y tantos…)
Siendo yo apenas un niño”.

 

Tu árbol te esperaba cada tarde, ahora tú le esperarás hasta que, seco y cansado, ya no pueda llenarse de nidos.

Alberto Cortez, quedarás ya por siempre… en un rincón del alma.

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

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