INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN PRIMERA PARTE

En la temporada navideña se escucha por doquiera el sonido de los villancicos y demás música propia de la época, y las voces pregonando el “sonido de las campanitas” de Navidad.

Salvo un detalle: ese sonido característico no es de campanitas sino de cascabeles metálicos. Aunque sí comparten ambos, cascabeles y campanitas, el hecho de que deben ser percutidos.

De todas las familias de instrumentos musicales, la más numerosa es ésta; la de instrumentos que han ser golpeados, con más o menos fuerza, para cumplir su cometido. Son los instrumentos de percusión.

Para no nombrar a las flautas, oboes, clarinetes y fagotes, etc., cuando suenan juntos les llamamos “las maderas”. De la misma manera que a los violines y demás instrumentos de la familia, le llamamos: “cuerdas”, o a las trompetas y similares: “metales”, al conjunto de instrumentos de percusión cuando suenan en conjunto, se le conoce como: “batería”.

Sí; ese ‘instrumento’ más ruidoso que discreto que resalta llevando el ritmo en la música Rock, Pop, etc., no es un instrumento solo, sino que el baterista está tocando, al menos, bombo, platillos, tarola, tambores, etc. Cada uno un instrumento por sí solo. Y lo hace con la ayuda de unos “palitos” que se llaman baquetas.

Ya en la orquesta, los instrumentos de percusión, la batería, es mucho más variada.

Para empezar a conocer a esta familia, debemos hacer algunas divisiones. En cuanto a características sonoras, los instrumentos de percusión se dividen en:

a) De altura definida (los que se pueden afinar)

b) De altura indefinida (Se pueden templar, pero no afinar)

c) Accesorios. Instrumentos cuya función es la de producir ‘efectos’, pero que no son muy efectivos para dar sustento al ritmo.

En cuanto a sus elementos sonoros, se dividen en

a) Membranófonos e

b) Idiófonos.

De estas dos últimas, algunos instrumentos pertenecen a ambas categorías.

Podríamos ahondar en otras divisiones más precisas, pero son ya de carácter técnico que únicamente revisten interés para los percusionistas o los fabricantes de los instrumentos mismos.

¿Qué instrumentos de percusión son de altura definida? Pues para empezar: el piano; aunque de éste ya tratamos con suficiente amplitud en otro artículo de esta serie. Son también instrumentos que se pueden (y deben afinar) los timbales, la marimba, el xilófono, el carrillón, las campanas tubulares, el vibráfono, el metalófono, y el Glockenspiel.

Los timbales, de los cuales la orquesta requiere tres o cuatro por lo regular, aunque hay obras que exigen más, es un instrumento semicircular cubierto por una membrana plástica sujeta, en varios puntos adecuados, por un mecanismo que puede tensar dicha membrana haciendo que su sonido cambie (afinación). Es por tanto, un instrumento de la categoría de membranófonos. Antiguamente este mecanismo funcionaba por medio de una llaves (tornillos) que al apretarse o aflojarse, cumplían la función de afinar el timbal, pero tenía este sistema el problema de que eran varias las llaves que había que tensar, lo que requería de tiempo y oído del percusionista para conseguir la nota deseada. Afortunadamente, las partituras por lo general no exigen cambios tan rápidos, aun así era un poco complicado. Los timbales modernos están provistos de un pedal que por sí sólo mueve simultáneamente todos los puntos de tensión, reduciendo los cambios de nota a sólo una fracción del tiempo del que antes se requería. Los timbales tienen diferentes tamaños, por lo que se puede cubrir toda la octava, con sus respectivos semitonos; su sonido es siempre grave. Se tocan con baquetas especiales llamadas baquetas de timbal.

La marimba, el xilófono, el metalófono, el vibráfono y el glockenspiel, son en esencia el mismo instrumento, pero con significativas diferencias.

La marimba, de la cual hay muchas variedades, sobre todo las de carácter folclórico, comparten todas el hecho de ser tablitas de madera pulida, que al tener distinto tamaño, tienen también distinta afinación. Son todos también, instrumentos idiófonos. Se acomodan en orden doble, como si de un piano se tratase: abajo las maderas que hacen las veces de las teclas blancas, arriba las que hacen las veces de las teclas negras, aunque en la marimba todas tienen el color de la madera. La marimba tiene debajo de cada tablita, un tubo que actúa como resonador, dándole mayor volumen al instrumento. Hay marimbas de distintos tamaños, pero cambiando sólo la altura de las notas; por lo regular la afinación siempre guarda relación con la casi universal de 440 v/s. De México es mundialmente conocido el grupo de marimbas de Zeferino Nandayapa, ya fallecido, pero sus hijos y nietos han continuado con este legado musical.

El xilófono, es en todo parecido a la marimba, con la única diferencia de que el xilófono está desprovisto de los tubos resonadores, quedando su sonido natural. El nombre de este instrumento proviene del material de que está fabricado: xylon madera, y fono, voz o sonido; la voz de la madera, o sonido de madera.

El metalófono es casi un xilófono, pero como su nombre nos avisa, las láminas que producen el sonido no son de madera, sino de metal, por lo regular aluminio, lo que le confiere un sonido más brillante, más metálico. Por lo demás, las similitudes incluyen tamaños y técnicas de ejecución.

El vibráfono, es un metalófono que tiene como aditamento unos tubos debajo de cada lámina, pero a diferencia de la marimba, el objetivo de estos tubos no es el amplificar, sino que como estos tubos llevan dentro una tapa que al girar dentro del tubo tapa y destapa el interior del mismo, dando un efecto similar al vibrato de otros instrumentos, de ahí su nombre de vibráfono. Es un instrumento que requiere de la electricidad para funcionar con el efecto adecuado.

El glockenspiel o carrillón de láminas, es un pequeño metalófono de apenas no más de dos octavas de extensión. Las baquetas necesarias para tocar este instrumento son, por supuesto, más pequeñas. A diferencia de los anteriores, que por lo regular se manejan dos baquetas en cada mano, el glocken, se toca con una sola por mano.

Es muy probable que las primeras marimbas tengan su origen en la antigua Asia, pero sin que haya conexión ninguna, otros pueblos, incluidos los mesoamericanos también desarrollaron este instrumento, por los que las marimbas actuales son la mezcla de diferentes épocas y culturas.

Si usted tiene la oportunidad de escuchar en alguna de esas calles de dios, o quizá en una sala de conciertos, a un grupo de marimba, no les llame marimberos; acaso les quede mejor marimbistas, pero su nombre correcto es: percusionistas.