Aniversarios

Aniversarios

Cuento con vino tinto

La mesa estaba servida. Un pequeño florero en el centro daba el toque romántico a la cena; un florero que contenía una sola rosa apenas reventada de un amarillo intenso. Junto al florero una vela encendida a pesar de que la claridad de la tarde la hacía innecesaria.

[bctt tweet=»No es habitual que estés tan seria en una noche como está. ¡Es nuestro aniversario, amor! » username=»crisolhoy»]

Dos platos con su cubierto y, cosa inusual, una servilleta en cada plato, de fino deshilado prolijamente dobladas, y al frente una copa lista para recibir el aromático tinto que tanto gustaba a ambos.

Ella llegó custodiada por él, quien caballerosamente retiró la silla para que ella se sentara, y luego acercarla a la mesa. Luego él hizo lo propio.

Descorchó la botella y sirvió en las copas una cantidad adecuada. Ambos levantaron y chocaron los cristales para luego dar un sorbo del delicioso vino.

Él, que tan bien la conocía, no pudo dejar de notar una cierta nube que empañaba el habitual brillo de sus enormes ojos de ese color castaño claro, casi amarillo.

–¿Qué te preocupa, mi amor?

–Nada, ¿por qué?

–No es habitual que estés tan seria en una noche como está. ¡Es nuestro aniversario, amor!

–Sí, lo siento, cariño. Es sólo que…

–¿Qué pasa?

–Es sólo que también hoy es aniversario de él…

A unos días de casarse con Raúl, su novio de siempre, éste había sido asesinado en un intento de robo, según el reporte policial. Y Rubén, su actual esposo, se había convertido en su paño de lágrimas y en pilar de su recuperación. Rubén había estado enamorado de ella desde siempre, por lo que ayudarla a rehacer la vida que ella creía perdida, no fue tan difícil.

Con absoluta paciencia y cariño total, fue encendiendo de nuevo cada estrella en ella: volvió a darle sentido a su vida, y al paso de los días le enseñó a amar de nuevo; a amarlo a él como si no hubiera nadie más en el mundo.

Y sí, quiso el destino que se casaran en aquella fecha, que sería la de vida para la pareja, y la de muerte para el amigo Raúl.

–¿Sigues pensando en él?

–¡No! Bueno, sí… A veces regresan a mis recuerdos muchos de aquellos momentos… Perdona…

–No tengo nada qué perdonar. Sé cuánto le quisiste y no olvides que también era mi amigo. 

–Eres tan bueno conmigo…

–El recuerdo es como una moneda; a veces nos muestra una cara y a veces otra. A veces nos impide seguir; otras veces nos impulsa. A veces nos vuelve a la vida; otras nos hunde un abismo…

–A veces pienso que mis recuerdos te causan dolor…

–No. Jamás pienses eso. Sería un canalla si te pidiera olvidar a quien amaste con la misma pasión con que me amas. No debemos olvidar que, quizá, él unió nuestras vidas. Raúl siempre supo que yo desbordaba de amor por ti, y por la amistad que nos unía jamás hizo nada que pudiera mostrar celos.

–No, contigo no. Pero con los demás… Nadie podía verme a los ojos cuando él ya estaba reclamando.

–Sí. Te amaba de verdad. Por ello no sólo no me molesta que le recuerdes; me es grato comprobar que tu amor es tan grande que puede llenarme cuerpo y alma por entero, y aún tener amor por su recuerdo.

–Gracias por comprenderme.

–¿Cómo no, si te amo? 

Volvieron a escanciar sus copas.

–Brindemos por Raúl. Porque gracias a él tengo a la mujer más maravillosa del mundo.

–Por él.

Bebieron y sin palabras se bebieron las miradas.

Un año más en que Rubén calló.

¿Cómo decirle a la mujer amada que él había matado al hombre que más amó?

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

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