ARMANDO MANZANERO EL ADIÓS DE UN GRANDE

ARMANDO MANZANERO EL ADIÓS DE UN GRANDE

Armando Manzanero Canché, el último de los grandes compositores románticos del México de antaño, ha muerto. Hacía días que con un diagnóstico de COVID 19  había sido ingresado en un hospital de la Ciudad de México, y empezaron los rumores de su gravedad, en unos casos, y de su estabilidad médica, en otros. Se informó hace varios días que con su anuencia, el Mtro. Manzanero había sido intubado para ayudarle a su oxigenación, y todavía ayer se informaba que debido a su positivo avance podría ser extubado en estos días, pero que debido a fallas en sus riñones, podría tardar esta acción.

Hoy, con la firme esperanza de que fuese una información falsa por ser 28 de diciembre, nos amanecimos con la infausta noticia.

Su familia pierde al padre, al esposo, al abuelo… México pierde a un prolífico y enorme compositor, autor de más de 600 canciones que han dado la vuelta al mundo en infinidad de versiones e idiomas. Somos novios, uno de sus primeros éxitos internacionales fue robada a medias por un vivales americano que la registró como suya con el nombre de It’s Impossible; tras el debido pleito legal, se determinó que si se canta en español, es de Manzanero; si se canta en inglés, la ganancia es para el americano.

Armando Manzanero pese a su corta estatura, alcanzó grandes alturas con su música plena de romanticismo y calidad musical. Vino al mundo el 7 de diciembre de 1935 en Mérida, Yucatán, en el seno de una familia humilde. 

Su primera incursión en la música fue como pianista acompañante de cantantes de la época, llegando a ser el pianista de, por ejemplo, Daniel Riolobos. Contaba el maestro que en una ocasión, se presentó el dueto en un escenario de Monterrey, y le había dicho a Riolobos que luego de su actuación apetecía cenar cabrito. Riolobos se negó argumentando que siempre comían los mimso en ese lugar, que quería algo distinto. Convinieron en que lo decidirían después. Al empezar a cantar, Manzanero subió las canciones de tono y, claro, Riolobos lo resintió en su garganta. Se acercó al pianista para pedirle que las bajara de tono, y Manzanero ‘inocentemente’ le preguntó: Entonces qué, ¿cenamos cabrito? ¡Por supuesto, cenaron cabrito!

Armando Manzanero nos deja canciones como: Contigo aprendí, Somos novios, Adoro, No, Esta tarde vi llover, No sé tú, Te extraño, Nada personal, Aquel señor, Mía, Voy a apagar la luz, Todavía, Parece que fue ayer, Por debajo de la mesa, y muchos éxitos más, en voces de infinidad de intérpretes nacionales e internacionales como Marco Antonio Muñiz, Carlos Lico, Luis Miguel, Daniel Riolobos, Pedro Vargas, Hugo Avendaño, Lihbertad Lamarque, Raphael, Elis Regina, José José, Angélica María, Tania Libertad, Olga Guillot, Manoella Torres, Chucho Avellanet, Vicky Carr… Y en sonido instrumental en arreglos de Franck Pourcel o Paul Mauriat, entre muchos otros.

Fue productor, director musical, pianista, compositor, y hasta se dio el gusto de actuar en una película (horrorosa) al lado de Jorge Ortiz de Pinedo, en su personaje de Cándido Pérez. Desde hacía algunos años, presidente vitalicio de la SACM, Sociedad de Autores y Compositores de México, A. C.

Descansa en paz el maestro, pero su música sonará por muchísimas décadas más.

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

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