Fenix de tinta, un libro inclusivo y plural

Fenix de tinta, un libro inclusivo y plural

José de la Torre Alcocer y Salvador Camacho Sandoval


Salvador Camacho

El día 23 de julio se presentó el libro Fénix de tinta, en el Centro de Investigación y Estudios Literario de Aguascalientes (CIELA) y, dos días después, en el Centro de Artes Visuales. Se trata de un libro singular que fue escrito por 38 personas. A continuación se comparten notas sobre la presentación que hizo Salvador Camacho Sandoval y una crónica de viaje de José de la Torre Alcocer que forma parte del libro.

Cuando los sueños se transforman en palabras / Salvado Camacho Sandoval

El propósito

El Fénix es un ave inmortal que renace cada cierto tiempo, está asociada a las mitologías egipcia y griega, aunque está presente en muchas mitologías. El Fénix está relacionado con el sol y obtiene una nueva vida al surgir de las cenizas de su predecesor.  

Para mí, como lector, el título del libro “Fenix de tinta” me remite a un trabajo renovado de escritura, que, a pesar de ciertas limitaciones, las y los autores se han dado a la tarea de participar. Unos hacen cuentos o simplemente narraciones personales sobre acontecimientos y sentimientos propios, otros escriben cartas, poemas y textos evocadores.

El libro es resultado de un ejercicio educativo en el cual se ejercitan los afectos y el pensamiento creativo. No es casualidad que varias personas que escriben sean de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 011. Ha sido en este ambiente en donde se concreta una de las raíces etimológicas de la palabra EDUCACIÓN: “exducere”, que significa sacar lo mejor que cada persona tiene en su interior. Y la literatura es un excelente medio para ello.

La inclusión

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Autor de la pintura de la portada: Armando Ramírez Padilla

Me ha llamado la atención la apertura del libro a una amplia gama de personas, temas y tipos de texto; pero, “no es una colección de escritos -nos aclaran en la presentación- es una invitación a dejar que los sueños se transformen en palabras y, como un acto de magia, adquieran presencia física en el papel”.

El grupo de 38 escritores y escritoras es muy diverso en varios sentidos. Es equitativo en cuanto a género y, en cuestión de edad, hay una niña de 10 años que escribió “Te recuerdo”, dedicado a su mamá (Curiosamente, dice “ahora que ya soy grande”), y otro de 17 años; en el otro extremo, hay adultos que ya son abuelos.

En el libro encontramos textos sencillos de jóvenes que empiezan a escribir y dejan ver sus primeras palabras entusiastas, aunque endebles y, por otro lado, leemos textos maduros de escritores con oficio. Los coordinadores nos explican el porqué de esta inclusión: “No hay censura de ningún tipo, ni selección con criterios puramente literarios. La estética que proponemos y queremos, es una escuela comprometida con el valor de expresarse por el gusto de querer hacerlo, incluso sin reglas literarias, de redacción o gramaticales”.

Alguien pudo decir “no hay que publicar hasta que algunos textos sean mejores”. Tal vez yo esté en este grupo; pero, ese no fue el criterio editorial de Abrapalabra. El propósito fue “abrir caminos para todos, sin distinciones”. Todos, todas y todes tienen el mismo valor y, en este sentido, los 38 escritores aceptan la invitación para “hacer magia, jugar, divertirse, gritar, llorar o, simplemente, dejar al alma expresar su silencio con palabras”.

Pluralidad

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Autor de las fotos: Rafael M. del Campo

Con la inclusión viene, entonces, la diversidad de temas. Permítanme aquí, por razones de tiempo, sólo señalar varios de ellos: en este libro aparecen cartas y poemas a la novia, el esposo, la madre y el padre (se lee, por ejemplo: mi madre “cantaba y todo resplandecía, era manantial y vida. Al final, desierto”); también encontramos notas biográficas con experiencias significativas que los autores nos quieren compartir; hay, desde luego, los poemas melosos de un amor fallido y aferrado, o de un amor de pareja que se lleva hasta el final, con un epitafio en lápidas unidas; el recuento de hijos adoptivos del extranjero que llegan a un hogar generoso en Colinas del Río; la narración de una experiencia traumática por un accidente, que da pie a la reflexión sobre el mundo de la medicina, doctores y hospitales; los cuentos de brujas y aparecidos que despiertan extrañas emociones; el breve ensayo sobre las paradojas de Aquiles y tres animales; el escrito de una aventura de vida en Brasil, que es inolvidable; el reclamo de un esposo violento y abusador, que parece ser una historia que tristemente se repite; en contraste está un escrito que es un agradecimiento al esposo amoroso y proveedor; el poema a un simple fósforo (cerillo), al que se le reivindica su grandeza; una breve historia lírica sobre el municipio de Asientos y su impronta minera; la denuncia por la destrucción del medio ambiente; el texto de gratitud por pertenecer al grupo musical la Tuna de la Universidad Autónoma de Aguascalientes; referencias al miedo que se tuvo en una noche de campamento scout con la madre naturaleza; los poemas eróticos que nos recuerdan que podemos tener deseos sin amor; la advertencia de no tener dos amores, porque la vida se complica y la adicción a una pareja tóxica de la que no se puede desprender; la narración de “esas calles que fuimos” y nos ata su recuerdo; el escrito sobre la ruptura de pareja que se reflexiona y se llora desde el vagón de un tren; el poema en inglés que alude a que somos personas que compartimos y al mismo tiempo seres independientes convergiendo en reciprocidad; el “soneto a los silencios”, esos que vuelan en los crisantemos de la vida; un texto que nos asombra de un “amor en tiempos de algoritmos” e inteligencia artificial; referencias poéticas a los olores intensos y significativos que han estado presentes en momentos de nuestra vida; la denuncia de un México violento que se describe en un vuelo de Londres; el fragmento de la novela Paquelé, sobre un niño esclavo de Cuba; elogios a las mascotas, que son entrañables en algunas familias; la despedida a Chente Fernandez, que con sus canciones hizo llorar, gritar y reír a más de un macho mexicano.

De esta lista, aquí compartimos el texto del doctor José de la Torre.

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Coincidencias y discordancias

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José de la Torre Alcocer

Había subido al avión arrastrando una jornada de confusiones y contrasentidos. Londres era un atardecer ardiente y su aeropuerto un laberinto… el escaso margen de tiempo y las dificultades de comunicación, pusieron a prueba mi capacidad de alarma. Por un lado, el pésimo inglés y, por el otro, la despistada prisa impersonal de los londinenses.

Al fin llegué, apenas a tiempo, con mi nombre resonando en los parlantes: last call, last call… regaños de una azafata malhumorada, dificultades para encontrar lugar en los atiborrados maleteros y la sensación de opresión nerviosa en el estómago a la hora del despegue… Londres transparente con su río sinuoso y sus puentes antiguos. Recordé los Beatles: back from the USSR, para olvidar la duda de siempre: ¿podrá despegar? casi una sala de cine repleta de gente, con bultos y maletas, muchos con evidente sobrepeso como las señoras a mis lados…

Ni modo, pensé: doce horas de opresión y vigilia prolongada… intenté leer, ver películas, dormir… y nada. La de la derecha se quedó dormida luego de comer sin recato una especie de hamburguesa vegetariana, recargado su enorme brazo en mi respaldo y roncando a discreción. La señora de la izquierda resultó doña Carmen, una sonriente hidalguense de sesenta y tantos años que regresaba de Londres, donde viven su hijo, su nuera y dos nietos. Por un rato olvidé incomodidades e insomnio con su charla interminable.

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Doña Carmen contó vida y milagros de su hijo, empleado del gobierno inglés como supervisor de hacienda. Que un mejicano trabajara supervisando la honestidad inglesa, me pareció una especie de saludable contrasentido. Intercambiamos historias de hijos, hijas y nietos en el extranjero, para nostalgia de unos y alegría de todos. Juntos justificamos su exilio como conquista, como un modo de vivir más sacrificado, por la lejanía, pero menos oscuro y peligroso, con más certeza de futuro. Nos alegramos con anécdotas y recorrimos fotos y videos… dormitamos y despertamos cada que la señora de la derecha se levantaba al baño.

Al fin en la pantalla-mapa gigante al frente, el avión tocaba costas mexicanas… sobrecargos y pasajeros despertamos animados… nos trajeron de desayunar y retomamos la charla. Derivamos entre anécdotas y esperanzas, reclamos a gobiernos corruptos y negligentes que hicieron migrantes a nuestros hijos. Decidimos que las alegrías de la llegada nublan las tristes despedidas…

Terminamos en aficiones y profesiones. Cuando supo que era médico cirujano, los recuerdos nos llevaron a las coincidencias.

Doña Carmen al fin habló de su hijo mayor, muerto muy joven, víctima de la violencia incontenible que padece México. Reviví algunas experiencias de mi vida como cirujano, operando todo tipo de heridas, incluso del corazón. Su hijo era médico, especializado en cirugía cardiovascular. Su residencia la hizo en el Instituto Nacional de Cardiología, donde yo hice una corta estancia en mi entrenamiento… Investigamos alguna vez por separado la utilización de la vena del cordón umbilical para trasplante vascular. Jugaba tenis, sindicalista, con convicciones de izquierda.

Luego narró su muerte con los ojos humedecidos: había operado del corazón a un anciano muy grave, con muy pocas posibilidades de sobrevivir por su edad y múltiples complicaciones. El enfermo murió poco después de la cirugía, y sus familiares culparon a los médicos sin aceptar explicaciones. “Eran gente mala”, dijo con voz apagada. A los pocos días, lo llamaron para ver a un enfermo en un poblado cercano a Pachuca. Le pidió a su compadre anestesiólogo que lo acompañara. Un supuesto familiar del paciente se ofreció a conducirlos. Subió al auto de los médicos en el asiento de atrás. Cuando salieron de la ciudad pidió que se orillaran en un camino rural para orientarse. Los mató a ambos disparándoles a quemarropa.

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De pronto, habíamos llegado a nuestro México violento. El aterrizaje nos volvió a la realidad. Se despidió y pronto la perdí de vista entre filas de paisanos en la aduana.

Transbordé rumbo a Aguascalientes pero, en el colmo de las paradojas, luego del corto viaje y dos intentos fallidos de aterrizaje por bancos de niebla, el avión retomó altura y fue desviado a Guanajuato. Horas antes, Londres se veía luminoso y transparente, sin la gris atmósfera que -dicen-, jamás desaparece. Aquí el semidesierto es un mar de nubes espesas de inimaginable blancura.

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El libro se presentará nuevamente el 11 de septiembre en la UPN 011, a las 10:30 am, y en la Feria del Libro del ICA, el 28 de septiembre, a las 7:00 pm.

Salvador Camacho Sandoval

Licenciado en Educación por la UAA, Maestro en Ciencias, con especialidad en Educación, por el Departamento de Investigación del Centro de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional y Doctor en Historia de América Latina por la Universidad de Illinois en Chicago; es autor y coautor de varios libros, entre ellos: Controversia educativa: entre la ideología y la fe; Historias Latinoamericanas. Reflexiones desde la otra América; La modernización educativa en México; Educación y alternancia política; La vuelta a Aguascalientes en 80 textos; Vaivenes de Utopía. Historia de la educación en Aguascalientes en el siglo XX; Antenas vivas. Conversaciones con artistas de Aguascalientes, y Bugambilias. 100 años de cultura y arte en Aguascalientes. Es Premio John Nuveen en Chicago y Premio Aguascalientes en Humanidades en 2008. Fue profesor invitado en la Universidad Autónoma de Zacatecas (1999-2010) e investigador en la Universidad de Barcelona, España. Trabajó tres años como Director de Educación Media y Superior en el Instituto de Educación de Aguascalientes y es articulista de temas sobre educación, historia, cultura y política. Actualmente trabaja en la UAA y es Presidente de la Sociedad Mexicana de Historia de la Educación.

Salvador Camacho Sandoval

Licenciado en Educación por la UAA, Maestro en Ciencias, con especialidad en Educación, por el Departamento de Investigación del Centro de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional y Doctor en Historia de América Latina por la Universidad de Illinois en Chicago; es autor y coautor de varios libros, entre ellos: Controversia educativa: entre la ideología y la fe; Historias Latinoamericanas. Reflexiones desde la otra América; La modernización educativa en México; Educación y alternancia política; La vuelta a Aguascalientes en 80 textos; Vaivenes de Utopía. Historia de la educación en Aguascalientes en el siglo XX; Antenas vivas. Conversaciones con artistas de Aguascalientes, y Bugambilias. 100 años de cultura y arte en Aguascalientes. Es Premio John Nuveen en Chicago y Premio Aguascalientes en Humanidades en 2008. Fue profesor invitado en la Universidad Autónoma de Zacatecas (1999-2010) e investigador en la Universidad de Barcelona, España. Trabajó tres años como Director de Educación Media y Superior en el Instituto de Educación de Aguascalientes y es articulista de temas sobre educación, historia, cultura y política. Actualmente trabaja en la UAA y es Presidente de la Sociedad Mexicana de Historia de la Educación.

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