Carencias por salud y educación
De acuerdo con los datos publicados por el Coneval, el porcentaje de la población en situación de pobreza en 2022 fue de 36.3%, una caída de 5.6 puntos porcentuales respecto a 2018. Sin embargo, 50.4 millones de personas carecen de acceso a los servicios de salud.
La población vulnerable por carencias sociales se registró en 29.4% de la población. Destaca el incremento de la población sin acceso a servicios de salud, que aumentó de 15.6% de la población (18.8 millones) en 2016 a 39.1% (50.4 millones) en 2022. Son 31.6 millones de personas más sin acceso a servicios de salud.
Presentan el mayor porcentaje de personas en carencia por acceso a servicios de salud: Chiapas (66.1%), Oaxaca (65.7%) y Guerrero (52.7%). Mientras que las entidades con menor porcentaje en este rubro son Baja California Sur (17.3%), Coahuila (19.7%) y Chihuahua (21.5%).
Las carencias en materia de salud y educación se correlacionan. Incrementar el acceso a los servicios de salud y disminuir el rezago educativo deben ser prioridades de política pública para aumentar el progreso social de los habitantes.
Las entidades con menor porcentaje de personas en rezago educativo son Ciudad de México (9.7%), Coahuila (13.5%) y Nuevo León (13.5%). En contraste, Chiapas, Oaxaca y Michoacán presentan el mayor porcentaje de personas en rezago educativo con porcentajes de 31.1%, 29.1% y 28.9%, respectivamente; de hecho, Chiapas y Oaxaca presentan el mayor rezago a nivel nacional tanto en acceso a servicios de salud, como en rezago educativo.
El aumento en la carencia por acceso a los servicios de salud está relacionado con una caída muy significativa en la población afiliada a instituciones públicas independientemente de su condición laboral. En 2018, las instituciones que proveían estos servicios públicos de salud eran el Seguro Popular y el IMSS-Prospera con una cobertura del 42.4%. Por su parte, en 2022 las instituciones que proveían estos servicios eran el INSABI e IMSS-Bienestar con una cobertura del 13.5%. Tenemos una caída de 28.9 puntos porcentuales.
En Aguascalientes se ha registrado un bajo crecimiento económico, si bien entre el 2018 y 2022 crecieron los ingresos de los hogares, la entidad hidrocálida fue uno de los tres estados en los que aumentó la concentración del ingreso. Creció la proporción del gasto de los hogares destinada a los cuidados de la salud. El promedio de carencias sociales creció en los tres tipos de pobreza. Aumentó el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales, aunque disminuyó el de población vulnerable por ingresos, a la vez que se incrementó la participación de la población no pobre y no vulnerable.
Entre las carencias aguascalentenses, se tiene que se incrementó el porcentaje de población en rezago educativo de 15.6% en el 2018 a 16.5% en el 2022, el de la población sin acceso a los servicios de salud y el de población que carece de alimentación nutritiva y de calidad, aunque disminuyó el porcentaje de población sin acceso a la seguridad social. Adicionalmente, se redujo la participación de la población con ingresos inferiores a las líneas de pobreza total y de pobreza extrema.
En el vecindario regional, Aguascalientes cuenta con el menor porcentaje de población padeciendo carencias de servicios de salud, seguido de Querétaro y Guanajuato con el 26.2%, 30.4 y 33.2%. Presentan mayores carencias los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Jalisco con poblaciones sin acceso a los servicios de salud en 34.6%, 36.7 y 37.1% respectivamente.
Por otra parte, en el tema de rezago educativo Aguascalientes cuenta con el menor porcentaje de población en rezago educativo, seguido de Querétaro con el 16.5% y 17.6%, cifras muy superiores a los de la ciudad de México que califica con solo el 9.7%. Presenta la región mayores rezagos entre los estados de Jalisco, San Luis Potosí y Zacatecas con poblaciones en rezago educativo superiores al 20%, cuando el promedio nacional se encuentra en el 19.4%.
Finalmente, la OCDE revela que en México se ha incrementado en forma tal el gasto de bolsillo en salud que ya rebasó en términos porcentuales al resto de los 38 países miembros de la OCDE. Con el 41% del “gasto de bolsillo” como porcentaje del gasto en salud, ya duplica el promedio, que se encuentra por debajo del 20%.