“CHUPA” – NETFLIX “E.T.” a la mexicana.

“CHUPA” – NETFLIX “E.T.” a la mexicana.

Estamos en 1996 y un gringuito de nombre Alex (Evan Whitten) que vive en Kansas junto a su madre es enviado a un polvoriento pueblo mexicano llamado San Javier para que conozca a su abuelo Chava (Demián Bichir) y a sus primos, la aventurera Luna (Ashley Ciarra) y el alocado Memo (Nikolas Verdugo). Alex no se siente feliz, pues su etnicidad suele provocarle conflictos en su escuela y tiene un gran resentimiento para con sus raíces porque su padre, víctima de cáncer, trató de inculcarle el amor a México sin éxito prefiriendo guarecerse emocionalmente en su inseparable Game Boy de Nintendo. Una vez en nuestro país, el chiquillo comienza a relacionarse con sus primos y a conocer más a fondo a su abuelo, un ex luchador conocido como “Relámpago Azul” (“igual de famoso que El Santo” nos asegura Memo) que terminó con un lesión cerebral después de su enfrentamiento con el temible rudo “El Chacal” legándole secuelas neurológicas como lagunas mentales y desvaríos. La dinámica entre ellos terminará por consolidarse con la aparición de un pequeño Chupacabras, criatura que semeja una cruza entre lince y guajolote que tiene propiedades curativas casi mágicas y que fue separado de su madre al ser perseguido por un cazador implacable llamado Richard Quinn (Christian Slater). Así es como comienza una aventura calcada a la perfección de muchas otras que siguen éste patrón donde un niño y su séquito se relacionan con algún elemento mítico que les provee la confianza suficiente en sí mismos para reponerse de cualquiera sea el trauma emocional que los aqueja a la vez que refuerza los lazos familiares o afectivos que le convengan a la trama como ya lo hemos visto ad nauseam desde “El Día Que Paralizaron la Tierra” (1951) hasta “E. T., El Extraterrestre” (1982) o “Mi Vecino Totoro” (1988).

“CHUPA” – NETFLIX “E.T.” a la mexicana.

Todos los convencionalismos que afectan a esta cinta se los debemos tanto a un guion muy baquetón que surge nada menos que de un colectivo integrado por los mezquinos Marcus Reinhardt, Sean Kennedy y Joe Barnathan quienes no sólo se limitan a realizar un “corte y pega” de las cintas (y muchas más) ya mencionadas sino que le hacen flaco favor a la nación realizándole un retrato por demás diluido y mediocre limitando la mexicanidad a su limitada visión idiosincrática pues según su entender México es un país que se entiende sólo con tacos de barbacoa y lucha libre (el colmo es cuando Luna y Memo terminan siendo fanáticos de “La Maldita Vecindad” escuchando su rola “Pachuco” a todo volumen como un supuesto reflejo de autenticidad azteca). Aquí es cuando el director Jonás Cuarón, hijo del ilustre Alfonso, debió meter control y mano firme en el proceso pero como él mismo es un director mediano (recordemos su irritante experimento “Año Uña” o ése intento de thriller con infantiles alegorías políticas que fue “Desierto” con Gael García Bernal y Jeffrey Dean Morgan) la película jamás logra rebasar lo estándar, lo corriente. Como sea se agradece que al menos recuperen actores veteranos como Bichir y Slater para que adquieran cierta vigencia, pero flaco favor se les hace al calzarlos en historias intercambiables y baladíes como ésta.

Ya sabemos que el camino hacia un cine familiar está pavimentado de buenas intenciones pero rara vez de condición robusta y “Chupa” es uno de esos ejemplos, pues nada hay de malo en contar una historia donde se hable y se le dé protagonismo a los niños y sus problemáticas y además se exploren aquellos elementos mágicos propios de nuestra idiosincrasia a modo de alegorías pero cuando están hechos así de indolentes, pues gracias pero no gracias.

Correo: corte-yqueda@hotmail.com

Juan Pablo Martínez Zúñiga
Juan Pablo Martínez Zúñiga

Juan Pablo Martínez Zúñiga

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