DE TUNAS Y NOPALES

DE TUNAS Y NOPALES

[bctt tweet=»Hay diferentes tipos de tunas, y todas, hasta las llamadas ‘taponas’ pueden consumirse aunque con la debida moderación» username=»crisolhoy»]

 

De tunas y nopales

 

“Ingratas, crueles fortunas;

tarde yo vine a saber

que al nopal lo van a ver

sólo cuando tiene tunas”.

Del refranero popular

Hoy sé muchas cosas que antes no sabía, o, mejor dicho, hoy ignoro unas pocas cosas menos que antes. Y una de ellas es que algunas cosas que abundan en tu entorno, pueden ser rarezas en otro lado. Así la sandía que vemos apiladas por miles en los Mercados de Abastos de nuestro país, en Oriente es una fruta exótica a la que no se tiene acceso cotidiano, y ni qué decir tiene que el precio que alcanza esta fruta en aquellas tierras, es exorbitante. 

Corría el mes de septiembre del ya lejano 1977, acababa yo de ingresar al  Conservatorio “Las Rosas”, en Morelia, y en esos primeros días de clases, por ajustes en los horarios, teníamos algunas horas libres que aprovechábamos para conocer la ciudad. Una mañana iba yo acompañado por un compañero que iba de Mexicali, y por esas calles vimos un carrito que ofertaba tunas blancas. Yo comenté mi gusto por ellas, y mi compañero haciendo cara de ‘what’, preguntó que qué era esa fruta. Mi asombro fue de concurso, y no quise que se quedara con la duda, así que nos acercamos al carrito aquel, y pedí dos tunas, una para él y otra para mí. Luego de pelar los frutos, nos las entregó el tunero insertas en un palillo y con sendas servilletas. Tanta parafernalia para una tuna me pareció sospechosa, y mis temores se confirmaron al pagar: ¡Un peso con veinte centavos cada tuna, cuando en Aguascalientes se conseguían por tres o cuatro pesos (de aquellos) la docena! Pero, todo fuera porque las conociera, pero unos segundos después aquel asombro se tornó en estupor: ¡¡mi compañero escupía las semillas!! Es decir, estaba tirando 90 centavos del peso con veinte. Si al día de hoy alguien no conoce las tunas, son básicamente semillas jugosas envueltas en pulpa.

Y debo reconocer que sí es posible que las tunas no se conozcan como es de suponerse. El comediante e imitador Omar Alonso, inserta en su espectáculo un gag del cómo salió la imitación de Ana Gabriel, ya sabe, esa cantante que parece que hace gárgaras con vidrio molido. Pues bien; él dice que la imitación salió un día que estaba en el baño y que tenía cierta dificultad para realizar la labor que normalmente se hace en ese lugar, y justificaba tal congestión debido a que estaba ‘tapado’ pues se había comido 4 tunas. ¡Por favor!, si alguien le ha creído a este comediante, les diré que nadie, pero nadie, puede taparse con 4 tunas. Para tal situación haría falta consumir algunas más, y eso de las grandes (blancas, rojas, amarillas, etc.) porque las llamadas cardonas, son más pequeñas y de semillas mucho más pequeñas, obvio decir que son las semillas y no la fibra o el jugo lo que provoca tal atoro.

Hay diferentes tipos de tunas, y todas, hasta las llamadas ‘taponas’ pueden consumirse aunque con la debida moderación, salvo la tuna conocida como xoconostle, que por su poco dulzor y acidez, es más usada como condimento en algunos platillos mexicanos. La pitaya, es también una variedad de tuna, aunque es notorio el diferente colorido de las semillas, ya que en la pitaya éstas son negras y muy pequeñas. Las pitayas las podemos encontrar desde un intenso rojo escarlata, hasta un delicado rosa pastel. Entre las tunas comunes, la más popular es la tuna blanca, pero también se producen en México: amarilla miquihuana, amarilla diamante, amarilla plátano, burrona, camuesa, canela, copena torreoja, cristalina, chapeada, chavelona, chaveta, chodrona, colorada, cuija, enchilada, fafayucas, gregoriana, leonera, mansa, matildona, morada, naranjota, olorosa, pachona, palamita, pintadera, ranchera, teca, vinalera y zarca.

Y no se olvide que si, cosa rara, no le gusta la tuna fresca, puede también paladear el sabroso queso de tuna, la miel de tuna o el refrescante colonche.

Aproveche ahora que las hay por toneladas: es fruta de temporada.

De los nopales por hoy diré que son la madre de las tunas, aunque al nopal, como a ciertos políticos, cada día se le descubren más propiedades.

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

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