EL PELIGRO DE MANTENERSE EN SILENCIO
[bctt tweet=»Los grandes momentos exigen silencio para poder estar atentos, no distraerse y concentrarse en los significados. » username=»crisolhoy»]
EL PELIGRO DE MANTENERSE EN SILENCIO
Toda la nueva normalidad de nuestros tiempos ha marcado una nueva era para reflexionar y poder hacer. El cambio de hábitos, la modalidad de crear modelos, la redistribución de los ingresos, la interacción familiar, la pérdida de amistades por el distanciamiento, el consumo del entretenimiento en línea, las pugnas internas de quien comparte una habitación o el hogar entero, dan cuenta todos ellas de las interacciones modificando el alrededor como parte del contexto nuevo.
Ahora bien, el silencio no tiene el mismo significado ni se le dota de la misma importancia en una cultura que en otra. La cultura occidental no es especialmente rica en momentos de silencio. Tal vez por no disponer de hábitos o costumbres que inviten más a la reflexión y el autoconocimiento. Al estar en paz consigo mismo, pero, ¿existen los espacios físicos y emocionales para tener silencio?, cada quien tendrá su respuesta, y su reflexión para poder hacerlo.
Los procesos de adaptación son individuales, aunque los comparta con los demás. El clan nuclear, esa forma de contraer las emociones, sensaciones nos ha brindado más de lo esperado, quizá. Esto solo en un plano. El hecho de contener la emoción, el no hablar de lo que se siente suele traer consecuencias en la salud, en las relaciones, en el trabajo o negocio. El saber soltar una idea, un sueño o ideal, es el significado de darse un respiro de la cotidianidad. Lo anterior puede resultar enriquecedor para promover algo más allá de lo repetido como resultado de no poder ver más allá de la propia realidad. El punto de vista de un tercero, cercano o profesional al escuchar con atención y sin prejuicios puede ser el bálsamo para un entendimiento no sólo propio, sino también ajeno para un desarrollo de otras cosas por decir, por arrancar, ejercer una reanimación energética al ser.
Las cosas superficiales son ruidosas para destacarse porque están vacías de contenido; en cambio, lo que es esencial y verdadero permanece en el silencio.
Los grandes momentos exigen silencio para poder estar atentos, no distraerse y concentrarse en los significados.
Este tiempo de pausa ahora es de acción, con todos los recursos disponibles como lo son las experiencias, virtudes, competencias y juicio critico para avanzar o para quedarse en un mismo lugar disipando el silencio de la penumbra del que este resulta y puede ser agobiante.
Fuente:
