El Sufragio del Parabién Político

El Sufragio del Parabién Político

«Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales» -Mahatma Gandhi-

A días de que fuera emitido el sufragio, la elección deja un precedente histórico con tintes de reflexión y autocrítica. La votación es, efectivamente, libre y por eso mismo resulta aún más significativa su repercusión social. Sin duda hay que reconocer que la tendencia que favoreció en todo el país a la coalición “Juntos Haremos Historia”, tuvo que ver en su mayoría con el desgaste partidista tradicional.

Nada necesita tanto una reforma como las costumbres ajenas” aseguraba Mark Twain. Renovarse políticamente implica adquirir el ejercicio de autocrítica, reconocer los errores del pasado y mantener un principio de responsabilidad en la consolidación de una nueva identidad institucional.

Estamos entonces ante un parabién político, quiero decir, que siendo una elección de carácter visceral hacia los partidos tradicionales, el efecto que causa en éstos es sumamente trascendental; el avance ideológico y estructural será el principal objetivo de los mismos.

En definitiva, las propuestas y el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador, no son mi deseo de nación, sin embargo, como nuevo presidente electo contará con el apoyo de un país más crítico y menos dominado por la ignorancia absoluta, gran contraste desde su primera candidatura presidencial de hace doce  años. Con estas condiciones, será importante acatar las principales exigencias de sus electores.

A pesar de tener mis reservas con el nuevo presidente electo, veo con buenos ojos la intención de las demás instituciones políticas en solucionar sus problemas de confianza social con nuevos enfoques y nuevos diseños, además de filtros más severos a la hora de seleccionar candidatos.

Hay un viejo proverbio de autoría anónima que dice lo siguiente: es muy importante no generar altas expectativas sobre las personas, presunción de desilusión futura genera. Se pueden predecir futuros deslices del nuevo sexenio, sin embargo, el deseo de nación es el progreso político.

Al final del día, todos compartimos el mismo México, es momento de suscitar la unión nacional que beneficie, en todos los aspectos, el desarrollo de una cultura política con resiliencia moral.  

Son diversos los problemas que prevalecen en el país, la desigualdad social, la educación y lamentablemente la inseguridad de los últimos años los que, desde mi punto de vista, requieren mayor atención. El rezago económico cuenta con ajustes internacionales, pero revertirlo, será uno de los retos de la futura administración.

Detrás de este deseo de avance político, existe también gran voluntad para favorecerlo. Coincido con Juan Carlos Monedero al mencionar que: “para los grandes males no hay salida individual y no hay otra autoayuda que la colectiva, la autoayuda colectiva se llama política y esta nos pertenece”.

Con la elección del pasado primero de julio, la democracia se vio beneficiada con el respeto y profesionalismo de los candidatos, es ahí donde en tiempos electorales la madurez estuvo presente. Seré un crítico persistente de Andrés Manuel, de sus políticas, formas y procedimientos, así mismo, aplaudiré las decisiones que favorezcan al pueblo de México. Después de todo, queda claro que el triunfo del primero de julio, fue sin duda para la democracia.

Carlos Sinoe Rodríguez Medina

Joven políticamente apasionado, intelectualmente productivo. Estudiante de Derecho en la Escuela Bancaria y Comercial Aguascalientes

Carlos Sinoe Rodríguez Medina

Joven políticamente apasionado, intelectualmente productivo. Estudiante de Derecho en la Escuela Bancaria y Comercial Aguascalientes

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