“HALLOWEEN: LA NOCHE FINAL” (“HALLOWEEN ENDS”)

“HALLOWEEN: LA NOCHE FINAL” (“HALLOWEEN ENDS”)

Desde ese momento cuando el maestro John Carpenter puso frente a su cámara la blanquecina faz de Michael Myers el mundo supo y entendió que la idea antropomorfa sobre la muerte había dejado su guadaña, bata negra y rostro esquelético para reemplazarla por la idea de una máscara sin rasgos específicos (bueno, los de William Shatner pero pasados por látex) que avanza en un acto de inercia mortal sin que los disparos por armas de fuego, la inmolación ígnea, múltiples laceraciones de arma blanca e incluso aparatosas arrolladuras vehiculares logren frenar su destino homicida.

“HALLOWEEN: LA NOCHE FINAL”
“HALLOWEEN: LA NOCHE FINAL”

Carpenter lego a la cultura pop un ícono símil a la Parca que haría escuela y daría pie a múltiples análisis e interpretaciones a raíz de su condición como asesino inmortal producto de su época. Esto, lejos de investirle pomposidad a una figura que vio diluida su estampa simbólica por múltiples iteraciones cada vez menos honrosas ha sido retomada desde ésa óptica por el director David Gordon Green en ésta nueva trilogía y en particular en la más reciente producción titulada “Halloween: La Noche Final” que pretende colocar los clavos definitivos en el ataúd cinematográfico de Myers al buscar concluir la serie con tal sentido de finalidad que sólo podía hacerlo reflexionando precisamente sobre lo que sígnicamente representa Michael Myers en el cine y la cultura.

La película será una decepción para los fanáticos de vena meramente “slasher” que sólo desean un acto de autocomplacencia sanguinolenta done se ejerza una actividad narrativa mecánica de asesinatos gráficos en serie, pero resulta muy atractivo el manejo de ésta idea para quienes sepan ver un discurso en el fondo muy serio sobre la capacidad que tiene el personaje de transfigurar su presencia como una fuente de mal absoluto que termina por inspirar… en más de un sentido. La cinta ubica su trama cuatro años después de los acontecimientos de la película previa (“Halloween Mata”) con una Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) en paz consigo mismo y el mundo, escribiendo sus memorias y haciéndose cargo de su nieta Allyson (Andi Matichak). En paralelo se nos presenta la historia de Corey (Rohan Campbell), un joven veinteañero que años atrás fue culpado de matar a un niño mientras lo cuidaba, estigmatizándolo de por vida la población del ficticio pueblo de Haddonfield.

Allyson, enfermera del hospital local, lo conoce después de que un grupo de preparatorianos abusivos lo lesiona, comenzando un romance que culminará en tragedia cuando Corey se topa accidentalmente con Myers, quien se ha guarecido todos esos años en las cloacas del lugar.

El silente maniático reconoce en él a un alma gemela, dejándolo ir y comenzando un proceso de degradación psicológica en Corey que culminará en su intento por semejar los brutales modos del homicida enmascarado.

El tercer acto del filme es contundente en cuanto a su desarrollo del mensaje sobre el mal en términos morales como un agente infeccioso para el espíritu y la batalla final entre Laurie, Myers y Corey genera una amplitud de reflexiones sobre la identidad de la oscuridad que mora en el corazón del hombre.

Suena grandilocuente y la forma en que se ejecuta ciertamente carece de ciertas herramientas discursivas para plantearlo de ése modo, pero es fácil su detección en cuanto a intención narrativa que no concede a melodrama y con un guion que logra medir justamente los pasos, sin que esto sea otro espectáculo más de Laurie vs. Myers hasta morir (aún si eso justamente sucede y con un vencedor definitivo).

“Halloween: La Noche Final” juega bien sus cartas tanto en su manejo de la estructura argumental respetuosa del género como en las ideas que sustentan su narrativa, sin complacencias o demasiados guiños a los fans, por lo que seguramente muchos seguidores de la serie despreciarán éste intento por añadir algo más que sangre a la fórmula: reflexión. Ya veremos si en base a ello los productores encuentran una forma de resucitar la franquicia o en realidad todo queda ya en santa paz.

Juan Pablo Martínez Zúñiga
Juan Pablo Martínez Zúñiga

Juan Pablo Martínez Zúñiga

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!