Hija de Tigre Pintita
Arrancaron ya, aunque no de manera oficial o al menos no en los tiempos que establece la ley, las precampañas de los aspirantes a suceder al presidente López Obrador. Al menos en el lado del oficialismo, ya iniciaron con sus actos multitudinarios. Aunque desde hace tiempo ya venían con eventos (y estrategias) cuyo objetivo era acrecentar los niveles de conocimiento y popularidad, con las renuncias recientes se ha marcado el arranque por la candidatura presidencial en el lado de Morena.
Marcelo Ebrard fue el personaje que marcó la agenda en últimas fechas, aunque no precisamente de manera asertiva, pues como sabemos, fue él quien pidió “piso parejo” al interior de Morena y puso sobre la mesa la necesidad de que, quienes aspiren a la candidatura presidencial, renuncien a sus cargos públicos.
Sin embargo, la hoy ex jefa de gobierno de la Ciudad de México le tomó la palabra y en dos días mostró su capacidad de convocatoria en entidades como Oaxaca e Hidalgo, entidades que por cierto lleva mucho tiempo recorriendo como lo hizo por años su mentor, Andrés Manuel López Obrador. A diferencia de Marcelo y del tabasqueño Adán Augusto, Claudia Sheinbaum ha seguido al pie de la letra el manual del “lopezobradorismo” y esa es hoy su principal fortaleza frente a sus adversarios.
Por si esto fuera poco, la ex jefa de gobierno capitalino sabe que cuenta con el apoyo de la mayoría de los gobernadores de Morena (quienes serán sus principales operadores en sus respectivas entidades), de los consejeros nacionales del partido e incluso de la propia militancia. Por ello, sabedora de la posición de ventaja que tiene, es probable que concentre sus esfuerzos hacia fuera, es decir con la sociedad, y no al interior, como lo están haciendo Marcelo y Adán Augusto.
Caso contrario, en la oposición no hay claro. En el PAN, será este fin de semana cuando en reunión de su Consejo Nacional se defina y probablemente comunique, el proceso a seguir y los posibles nombres de quienes buscarán la candidatura rumbo al veinticuatro. Aunque el presidente nacional del blanquiazul ha dicho que será a través de una encuesta abierta a la ciudadanía, falta ver de qué manera se involucrará a los principales cuadros del partido y a la militancia, en esa decisión.
Del PRI y del PRD ni sus luces. Ambos partidos parecen estar borrados de esa discusión. Sin embargo, a sus dirigentes nacionales y principales cuadros parece ni siquiera importarles el tema. Y aunque las posibilidades de empujar un cuadro de esas fuerzas rumbo al veinticuatro son remotas e incluso casi imposibles, en política todo puede pasar y todo cambia dependiendo de la estrategia.
Hoy por hoy es Claudia quien parece tener claro el trabajo de tierra a seguir para afianzar su candidatura presidencial sin mayores complicaciones. Validando, con las reglas marcadas por sus adversarios, su fuerza al interior y al exterior del partido. Como diría el refrán, “hija de tigre pintito”.
