Horas inciertas
Ha llegado nada menos que el momento para decidir a favor de un futuro para todos, aunque algunos no parecen darse cuenta. Y, de manera fundamental esto es importante para México cuando se trata de la potencia vecina. Los analistas coinciden en que se trata de algo demasiado importante para dejarlo en manos de la cúpula política estadounidense y, con algunas excepciones, la mundial. Es hora de obligarlos a dejar de jugar con el futuro del planeta en estas “horas más inciertas de la época”.
Aquí se está jugando la vida o muerte de esta república democrática, afirman desde ex jefes militares hasta líderes políticos, incluido el propio presidente actual; aquí, advierten y reconocen los líderes mundiales en sus grandes reuniones, se está jugando el futuro del planeta al aceptar el veredicto de la comunidad científica, sólo para regresar a casa para jugar con el “suicidio colectivo”. Y ni hablar de aquellos supuestos estadistas y todos sus intelectuales militares, jefes de “seguridad nacional” y otras cosas que no son más que una patética bola de mentes infantiles armadas con suficientes juguetes mortales como para aniquilar el mundo, literalmente, como señala el analista David Brooks
Para la opinión pública estadounidense mas de tomar en cuenta, se desmoronan rápidamente los mitos fundamentales y necesarios, para bien y para mal: eso de libertades civiles y derechos, junto con los engaños sobre las bondades y la “misión divina” de esta democracia/imperio. La cúpula política sólo cuenta con un viejo vocabulario y paradigmas obsoletos repletos de nostalgia de guerra fría con qué enfrentar esta crisis sin precedente.
Al mismo tiempo, Estados Unidos está aprobando otro presupuesto récord de gasto militar para mantenerse como la suprema potencia de toda la historia, supuestamente para defender “la democracia y la libertad” a nivel mundial, las cuales no está logrando proteger ni dentro de su propio territorio.
Desde que Trump llegó al poder, Estados Unidos ha promovido vigorosamente el unilateralismo bajo la bandera de la «seguridad nacional», ignorando sus propios compromisos internacionales y, con frecuencia, alegando el «incumplimiento de acuerdos por parte de otros» para romper el acuerdo. En el campo del control de armas, Estados Unidos se retiró del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), se retiró del Acuerdo Nuclear con Irán, canceló la firma del Tratado sobre Comercio de Armas y adoptó una actitud de conveniencia hacia el sistema de tratados de control de armas multilaterales y bilaterales. Joe Biden en eso parece un fiel seguidor de Trump.
Volviendo a Brooks, nunca antes se ha hablado tan abiertamente de una crisis existencial: sobre si la democracia estadounidense sobrevivirá o no, sobre si el planeta sobrevivirá el cambio climático. En torno a la tercera amenaza existencial, tal vez sea consuelo perverso que no es tan nueva: desde hace más de 75 años siempre ha estado presente la absurda y obscena posibilidad de un enfrentamiento apocalíptico entre potencias nucleares, hoy día entre Estados Unidos/OTAN y Rusia, y por otro lado China.
Casi todos los días despiertan con otra alerta más de la comunidad científica sobre las implicaciones mortales de extraer, producir y emplear otra gota de petróleo para el futuro de las próximas generaciones, o como lo formuló Antonio Guterres de la ONU: “tenemos una decisión: acción colectiva o suicidio colectivo” para poner fin a la “adicción” a los combustibles fósiles.
La humanidad a expensas de un “error de cálculo”
La humanidad está a «un error de cálculo de la aniquilación nuclear, ha advertido hace unos pocos días el secretario general de la ONU, al estimar que este riesgo «no se veía desde el apogeo de la “Guerra Fría”.
Hemos tenido una suerte extraordinaria hasta ahora. Pero la suerte no es una estrategia ni un escudo para impedir que las tensiones geopolíticas degeneren en conflicto nuclear», advirtió António Guterres en la apertura de la conferencia de los 191 países firmantes del Acuerdo de No proliferación Nuclear (TNP).
Hoy, la humanidad está a un malentendido, a un error de cálculo de la aniquilación nuclear», aseguró, al tiempo que renovó sus llamados para que el mundo «se deshaga de sus armas nucleares.
A propósito. Justo en estos días leo a Onetti, que es sentir un disparo a bocajarro, mientras se vaga entre la niebla, dice la revista “Algarabía” en reciente edición, donde recuerda la diáfana presencia del escritor uruguayo, perceptible hasta el momento en que te encuentras, por circunstancia o destino inmerso en la pesadumbre de su mundo. Tejedor existencialista, es capaz de seducirte desde la sombras, como una sirena que canta más allá de la tormenta y que, con sus letras, te hace sentir lo que pensabas improbable y lo que imaginabas inimaginable.
* Publicado en “Hidrocálido” 03.08.2022