PARALELISMOS Y CLAROSCUROS
[bctt tweet=»El derecho de asilo ha sido rescatado para proteger y asegurar la protección del Presidente Evo Morales, quien ya se encuentra en tierras mexicanas» username=»crisolhoy»]
Sentimientos contradictorios me provocan los acontecimientos en Bolivia, pero también el paralelismo con viejos escenarios que debieran ser considerados con toda responsabilidad por parte de la izquierda mexicana, para implementar todo lo que sea necesario para que el pasado no regrese, que es a donde quisiera que fuéramos la derecha.
Causa beneplácito que más allá de lo declarativo, el gobierno mexicano haya retomado los principios de política exterior, que nos hacen recordar a personajes que no debemos olvidar como Jesús Terán, el autor de la Doctrina Estrada, don Gilberto Bosque, nuestro Premio Nobel de la Paz, el canciller García Robles y Gonzalo Martínez Corbalá, que tuviera una valiente actuación durante el golpe militar en Chile en septiembre de 1973.
El derecho de asilo ha sido rescatado para proteger y asegurar la protección del Presidente Evo Morales, quien ya se encuentra en tierras mexicanas, primer paso para que otros bolivianos perseguidos puedan llegar y rehacer sus vidas en nuestro país. También destaca la postura crítica mexicana ante la actitud complaciente de la OEA, ese nefasto instrumento del imperialismo norteamericano, que actúa en esa línea sin el menor recato.
Sin embargo, en poco podemos considerar conducido Bolivia a la paz, a los caminos democráticos y del estado de Derecho. El golpe militar prohijado por el gobierno de Washington nos dicen otra cosa. Esto ya lo veremos en los próximos días. Por lo pronto quedan a su suerte el Movimiento al Socialismo, MAS y los sindicatos apoyadores firmes de la administración de Evo Morales. Aún el digno paso dado por éste para evitar derramamientos de sangre, es previsible una guerra civil en aquel país hermano. Esto evidentemente inquieta y nos obliga a hacer algo.
Donald Trump ha mostrado las garras, ha volteado nuevamente la vista y el interés en otros países a los cuales ha tenido ya desde antes en la mira, como son Venezuela y Nicaragua, pues quisiera que las cosas en Latinoamérica se dieran conforme su interés, lo mismo que sucede hoy en Brasil con Bolsonaro, lo que hace que recordemos la nefasta Doctrina Monroe.
Lo anterior no es únicamente frase, el analista Alfredo Jalife Rahme ya lo había denunciado hace algunos días, a su estilo periodístico, dando nombres de operadores del imperio en Bolivia, organizaciones sociales y políticas involucradas en la asonada, así como integrantes de las fuerzas armadas con los mismos fines.
Pero también la experiencia boliviana no la podemos ver lejana, preocupante situación solo para el cono sur, cuya salida se puede convertir en alternativa para la región y para nuestro país, enloqueciendo las cabezas de muchos fachos mexicanos. No podemos ser tan ingenuos para mencionar que eso no podría pasar aquí. Hay un sinnúmero de factores que te pueden decir lo contrario, pero que también inciden en la estrategia aplicada por el imperio en Bolivia. No puede haber confianza en una presunta gestión correcta y exitosa, lo primero a lo mejor si, lo segundo es cuestionable. López obrador estila mucha confianza, pues espero que no sea ingenuidad.
Desde el principio del sexenio la derecha y la reacción mexicanas han estado muy activas, recrudeciendo sus acciones en las últimas semanas, ahora incluso la oposición partidaria, antes muy pasmada y amodorrada. Ahora no. como lo acabamos de ver con el PAN en el Senado, en su intentona de oponerse al nombramiento de Rosario Piedra Ibarra en la titularidad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
A su modo y formas, las cámaras patronales y empresariales, que representan a los señores y poder del dinero, tampoco han cejado en defender sus intereses y regresar al viejo estatu quo. Lo mismo pasa con los medios de comunicación sobre todo televisivos e impresos como Reforma, convertidos ahora en activos militantes de la reacción.
Muchísimos años que en México no se habían dado manifestaciones contrarias al gobierno de sectores del ejército, como ahora se ha dado entre generales en retiro, que nos hacen recordar a las traiciones en tiempo de Madero, de Salvador Allende y ahora con Evo Morales.
Y como lo he venido diciendo ya en varias colaboraciones, me preocupa la falta de movilización de las masas, aquellas que se volcaron a las urnas el año pasado y que ahora, de manera preventiva deben tomar en sus manos la defensa del proyecto representado por AMLO. No es descabellado de pensar y poner en práctica formas de poder popular ya.