Robot Buzlayer y erotismo “PROGRE”
Francamente me parece escandaloso que Pixar utilice esa estrategia de mercadotecnia para darle gusto a esa parte de su público que se autocalifica cómo «progre». Pienso que las costumbres sociales se descubren e imitan desde la niñez, en la adolescencia se practican y en la madurez se definen. Ese es nuestro virtuoso ciclo social.
Los ejemplos de conducta que los niños observan en sus héroes de TV y cine, generalmente tratan de imitarlos y eso es muy natural. Si alguien en la madurez disfruta de besarse fraternalmente de lengüita o piquito de pajarito, con piquete o pellizco u otras cualidades entre personas del mismo sexo, me parece una conducta que, en la edad adulta, nadie debe de condenar.
Lo que yo no aceptaré jamás, ya que soy un ser social criado en las cuidadosas normas de un modelo de familia heterosexual, es el exhibicionismo. Son terroríficas algunas escenas de la pantalla en cine y TV, o de personas que en vivo y en directo pretenden imitar personajes de la farándula buscando notoriedad y hacer el caldo gordo a la propaganda «progre». Estos imitadores del imperio, intentan sacar a flote sus propias contradicciones de naturaleza humana y se ensañan con los infantes y adolescentes al aparentar libertad absoluta divulgando en público su «agasaje corporal” y conductas eróticas.
En mi opinión, todo acto exhibicionista erótico y violento que involucre o magnifique el sexo libre entre personas es pura propaganda. Los personajes reales y públicos, o de los dibujos animados, utilizan los medios de comunicación para motivar la imitación del acto, y son más o menos exitosos y peligrosos, pues buscar influir y modificar la futura conducta de los niños y adolescentes.
La TV y el cine, alegan sus derechos de libertad de expresión para influir e intentar modificar las conductas sociales más arraigadas cómo, por ejemplo, el rol de géneros. Difunden propaganda engañosa para decir que todo lo anterior no sirve, que hay que explorar nuevas conductas, aunque se orienten hacia el ejercicio de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
Los productores de TV y Cine, en el nuevo Milenio quieren enriquecer su industria fomentando conductas sociales que dañan irremediablemente el tejido social que se construyó con el esfuerzo de muchas generaciones y durante siglos. Los propagandistas del «progre», promueven el abuso en el consumo de tabaco y del alcohol, y buscan convencer a la juventud de practicar relaciones sexuales perversas, y luego acudir al abuso del aborto, si fuese necesario; intentan convencerles de que solo así encontrarán el placer sexual explorando el erotismo en la edad temprana.
Los evidentes y provocativos desnudos y de actos repetidos de placer sexual adictivo sólo han provocado, entre la juventud, mayor incremento en la violencia sexual. En todos los horarios de TV, Netflix y el catálogo de películas en Cine, es abrumadora la propaganda de mensajes intrínsecos de, homicidios, atracos, violencia sexual y erotismo vano e invitación al sexo sin control; a mover el “culo” cantan, al fin y al cabo, tenemos derecho de abortar.
Los niños y niñas, están siendo atacados a diario con ejemplos de conductas que degradan los valores sociales, valores que, ciertamente siendo productos de una construcción de la sociedad moderna se sustentan en conductas tradicionales que fortalecieron nuestro tejido social.
A pesar de ser yo un liberal practicante y consumado, francamente no voy a coincidir, ni a transitar, con mis queridos amigos y hermanos, binarios, trans y LGBTI, cuando intenten justificar sus actos exhibicionistas y pretendan influir y atrofiar el desarrollo psicológico los infantes y adolescentes, estoy seguro que no existe ninguna razón biológica, psicológica, aritmética y científica, que se pueda argumentar para encaminar a los infantes y adolescentes hacia la practica de violencia erótica del sexo indefinido o insatisfecho de los adultos.
Pienso y luego existo, ya que infantes y adolescentes tienen su tiempo libre para madurar y nadie tiene derecho de precipitar su conocimiento, su naturaleza, su responsabilidad y su vida sexual plena y reproductiva. Para que los infantes y adolescentes sean más libres y felices, no se requieren ejemplos de libertad sexual protagonizada por dibujos animados, ni películas de Netflix, ni exhibicionismo de lo «progre», tan sólo se ocupa de padres responsables y amorosos.
¡He dicho!
Y les amo.
Solo recuerden que el tal Buzlayer que es un héroe de la niñez, no es más que un robot creado para transmitir mensajes del imperialismo que pretende conquistar las mentes de los niños, y niñas del mundo.
El imperio les está diciendo a los infantes y adolescentes que ¡ya basta de seguir las tradiciones y costumbres sociales de antaño!, pretenden disuadirlos de que hoy es muy natural que, desde la niñez, surja sin límites que la exploración de su sexualidad, que es su absoluto derecho y que pueden erotizar sus mentes y cuerpos justificando que ya pueden cogerse cariño niños con niños y niñas con niñas, que ya todos son niñez.
El mundo ya cambio y la 4T está allí lista para hacértelo saber.
No lo olvides.
