SHEIMBAUM: LA DIVISIÓN DE PODERES

SHEIMBAUM: LA DIVISIÓN DE PODERES

Los grotescos personajes que se encuentran al frente de lo que denominan el Movimiento de Renovación Nacional (nombre que Andrés Manuel plagió del movimiento de Raúl Alfonsín en Argentina), me parecen ejemplos patéticos de lo que no debería ser un líder que encarnara valores cívicos, patrióticos, democráticos y republicanos. Desde la china que encabeza nominalmente el partido hasta la china alaciada que dejó de encargada de la Presidencia de la República, son muestras de un enojo, un disgusto un desasosiego interior que se vuelca contra todo lo que cuestione al Mesías Tropical y a la estructura de poder que a costa de las instituciones democráticas se habían construido, reapareció encumbrando al presidencialismo no como máxima, sino como única institución política y gubernativa de nuestro país. 

Después de unos nefastos días que osciló entre una fingida sonrisa que pretendía insuflar esperanza a un menguado público de las mañañeras y el desconcierto ante las muestras de rechazo del Presidente Trump y las amenazas repetidas para lograr u compromiso de cambio de actitud ante el trato con la delincuencia organizada y con la migración más o menos desorganizada. Al fin, al cuarto para las doce, el energúmeno autoritario que gobierna EE.UU. le dio la oportunidad de mostrar en 30 días que, efectivamente habrá un giro en la política que había fijado su patrón,.aunque esto le signifique apartarse de sus lineamientos, a costa de salvar su propio pellejo (nunca mejor dicho). No se puede soslayar el hecho que si algo puede caracterizar a la política de la 4T es su tinte estilo “Chimoltrufia”, como digo una cosa, digo la otra. La Sra. Pte. ha venido sosteniendo que no habrá cambio en su política de “abrazos no balazos” y tampoco en su trato con los migrantes, tanto mexicanos, como extranjeros, principalmente centro y sudamericanos. Más pronto cae un chairo o una chaira que un cojo o una coja, antes de que cante un Trump, Sheimbaum ha venido ajustando la intervención de los cuerpos armados que en rigor, son sólo uno y las políticas de migración para responder a las presiones de nuestros ¡Oh, Dios! (Odios) vecinos. 

El agravio que significa tener que tragarse sus bravuconadas, sus declaraciones patrioteras y sus desplantes juanescutiescos, y “doblarse” más rápidamente que AMLO y Ebrard juntos, ante la fuerza de Trump, tenía que encontrar un desquite y más temprano que tarde lo encontró con la villana favorita de su patrón que, también asumió gustosamente la regenta, la Suprema Corte de Justicia de la Nación representada por su presidente, la indomable Ministra Norma Piña. En la taxonomía de la 4T no existen más que tres grupos irreductibles, los chairos incondicionales conversos al Mesías de Macuspana para salvar su pellejo y sus canongías y prebendas o al menos su supervivencia política, el pueblo bueno al que hay que mantener en la dependencia económica y política porque es el sustento de MORENA y los adversarios, a los que hay que mantener bajo amenazas, bajo control y en las condiciones más indignas de trato y de diálogo para evitar a toda costa que puedan readquirir la menor presencia en la acción política. 

En un acto absoluto de abyección, de venganza ruin y de desquite por el mal rato que Trump le hizo pasar, la presidente determinó ignorar a los ministros adversarios y evitar su presencia en uno de los actos republicanos mas significativos para la vida política del país: la conmemoración de la Promulgación de la Constitución General de la República, para transformarlo en un acto de exaltación presidencialista, de desagravio por la actitud rufianesca de Trump y de apoyo a la actitud patriótica, valiente, ejemplar, en defensa de la soberanía y la integridad de la nación. Envuelta en la Constitución y aderezada con los previsibles reconocimientos almibarados de los zalameros y rastreros personajes de la caterva cuatrotera, Claudia Sheimbaum olvida que apenas hace unas cuantas horas hacía un desesperado llamado a la unidad, para presentar un frente común frente a un, no tan extraño enemigo, para ahora hacer a un lado en la forma más dictatorial y rufianesca a uno de los tres poderes que con igual nivel encarnan el gobierno del país, tal como dice la Constitución. Sheimbaum ha provocado la división de poderes en el peor sentido.

La presidente autoerigida en el único poder, absoluto, incuestionable, inefable, omnipotente, omnisciente, intérprete único de la legalidad y de la constitucionalidad, encarnación de la justicia y retomando la dictatorial declaración de Andrés Manuel, por encima de la ley está la autoridad moral del presidente, no deja espacio para el menor atisbo de democracia. Seguramente con razón se dice que Pancho Villa señalaba: algo tiene esa silla, refiriéndose a la presidencial, que transforma a la gente. 

A unos cuantos días de asumir el poder es claro que el principal riesgo para la vida independiente del país, no se encuentra en el desquiciado que encabeza el poder ejecutivo de los vecinos del norte, pese a todo, el sistema estadounidense conserva controles que, tarde o temprano, atemperarán los exabruptos presidenciales. Algunos han empezado a operar, hay ciudades santuario cuyos dirigentes han obstaculizado el cumplimiento de las órdenes ejecutivas presidenciales, hay jueces de distrito que están cuestionado la validez y amplitud de sus disposiciones, voces discordantes en el Senado, aún de sus propios copartidistas ponen en duda la pertinencia de sus medidas, los factores reales de poder económicos no todos comparten su visión optimista de la aplicación de aranceles. Serán sin duda días y años difíciles pero la democracia norteamericana sorteará este escollo, no tengo duda. 

Sin embargo esta visión esperanzada no la tengo para mí país, con un poder ejecutivo entronizado hasta lo más alto, con una manada de senadores y diputados entreguistas, dispuestos a sacrificar el menor ápice de dignidad con tal de preservar su participación en el presupuesto y en las pingües ganancias que el sometimiento trae consigo, con una cohorte de rufianes dispuestos a acatar cualquier capricho presidencial a cualquier costo y soportado por las fuerzas armadas cebadas y maiceadas convenientemente el panorama no deja de ser desolador. El fiasco que será la elección y la integración del poder judicial completará en breve un cuadro desolador para la democracia sostenida penosamente en las limosnas de los llamados programas sociales.

El verdadero destructor de las libertades del pueblo es aquél que le reparte regalos, donaciones y beneficios. Plutarco.

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Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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