Violencia: nuestro gen ¿oculto?

Violencia: nuestro gen ¿oculto?

… habrá una tendencia constante en los descendientes perfeccionados de una especie cualquiera a suplantar y exterminar en cada generación a sus precursores y a su tronco primitivo.

Charles Darwin: El Origen de las especies

La vida es el momento en el que la materia toma conciencia de si misma. Siempre sujeta a procesos evolutivo de experimentación y adaptación diversa; expuesta a múltiples variables que condicionan la agrupación y subsistencia de la vida a través de sus individuos, especies y ordenes: todos ellos obligados a obedecer las regla básica de la <<selección natural>>.

La «selección natural», es una lucha de sobrevivencia en la que no es necesariamente verdad que sea el más fuerte el más exitoso, si no del individuo y/o especie capaz de sobrevivir a su entorno, multiplicándose con una mejor adaptación a diferentes cuyunturas que obligan a la especie y ordenes a cambiar mediante la experimentación de variables que se exponen en su ecosistema y la economía de la vida por medio de la especialización. En el proceso los individuos experimentan con diferencias genéticas o mutaciones variadas que son probadas en el proceso de selección mediante cambios en los individuos de las especies, trasmitidas entre los individuos y sus generaciones por los procesos de reproducción (no necesariamente la vida se reproduce de manera sexuales, pero los que nos interesan aquí son esas especies que lo hacen mediante la estrategia sexual), si estos individuos sobreviven lo suficiente para poder reproducirse y su modificación tiene oportunidad  para subsistir en un tiempo considerable en la vida de la especie, estos individuos con la modificación existente podrán separarse biológicamente de sus predecesor y labrarse un futuro en el proceso evolutivo de las especies como una rama diferente y/o hasta un orden biológico más.

La «selección natural» obra exclusivamente mediante la conservación y acumulacióndevariaciones o modificaciones que sean provechosas, pero el proceso es variado, antes de que una modificación pueda ser considerada provechosa los individuos modificados o mutados y de no ser conveniente su cambio para sobrevivir sufrirá la extinción, la cual generalmente será por violencia de su propia especie u otras circunstancias atenuantes que se encuentren en su ecosistema.

Muchas especies desarrollan estrategias diferentes para su sobrevivencia. Pareciera que aquellas que han florecido con un tipo de auto conciencia, han generado mediante una organización cada vez más compleja y más palpable la conciencia de los individuos en procesos cognitivos más complejos (diferentes a las especies que se comunican por procesos químicos como los insectos, siendo a su vez ésta otra estrategia).

Los sistemas gregarios no han podido escapar «aun» al proceso biológico de la reproducción y han subsistido en ese proceso del  intercambió genético mediante la reproducción sexual (estrategia de la vida en la evolución), presentando tácticas íntimamente relacionados con la «violencia»; como una habilidad de adaptación del individuo ante su entorno y sus compañeros de especie.

La «violencia» es una aptitud que se ve alimentada y motivada en su base biológica por estrategias de reproducción sexual de intercambio genético obligatorio. Aun más claro en especies que presentan dimorfismos sexuales que exhiben divisiones biológicas de trabajo entre los sexos: donde la alcaldada como estrategia premia a los individuos con mayor vesania para garantizar la trasmisión de su información genética mediante la dominación y sometimiento de sus semejantes obteniendo el derecho a la pråctica de la cúpula con sus contra partes sexuales.

Apoyados en las investigaciones de Robert Mearns Yerkes sobre chimpances: estos mantienen latente el binomio de violencia y sexo, principios básicos evolutivos de nuestra especie para la construcción de la personalidad mediante la dominación y construcción de la persona.

En otras palabras el desarrollo biológico de la especie desde lo sexual a muchos otros aspectos, privilegió como estrategia de sobreviviencia no el más fuerte pero si el mas violento, este sistema sostuvo la base del desarrollo evolutivo de la especie hasta que la misma evolución desarrolló un cerebro apto para una revolución cognitiva, la cual estableció en sentido de Yerkes la variable para construir personalidades individuales sometidas a procesos instintivos sexuales y estableciendo tácticas de dominancia por otros medios,aunque mantiene la violencia de forma latente, como estrategia anterior a este desarrollo, pero que fue adaptado con nuestras maniobras para el sometimiento de los cuerpos y los individuos.

La personalidad, aunque menos diferenciada que en la especie humana, existía «claramente» entre los chimpancés «como unidad de la organización social». La personalidad significaba el todo funcional, «el producto de integración de todos los rasgos psicobiológicos y de las capacidades del organismo». En una personalidad normal estaban integrados los impulsos orgánicos básicos y las características heredadas con el yo consciente. En suma, la personalidad era un objeto científico absolutamente fundamental para la vida y para la ciencia humana. El hecho de tener una personalidad masculina o femenina no era un asunto sin importancia; en su desarrollo normal giraban los ajustes y felicidades del individuo y del cuerpo político. Donna Haraway: Ciencia, cyborgs y mujeres

Violencia y dominación parecieran ser el binomio biológico estratégico en el que se basan las especies que presentan así mismo la habilidad sexual y dimorfismo sexual, agrupándose entre individuos de la misma especie en menor a mayor complejidad de su agrupación, adaptando para ello nuevas modificaciones cognitivas y especialización de la violencia.

«El resultado final es que todo ser tiende a perfeccionarse más y más, en relación con las condiciones. Este perfeccionamiento conduce inevitablemente al progreso gradual de la organización del mayor número de seres vivientes, en todo el mundo.» Charles Darwin: El Origen de las especies

Los «primates» y las demás línea de «homo», son claros ejemplos de la existencia y uso de la violencia como estrategia de sobrevivencia. La duda estaría, aparte de la discusión sobre ¿qué seria progreso y la construcción de la personalidad?, ¿la cultura es capaz de mitigar, reducir o desaparecer la violencia producto biológico de la evolución? o ¿es la violencia el seguro que tiene para tratar de evitar su autodestrucción?

Ver también: Crisolhoy

Diego de Alba Casillas

Dr. en Ciencias Antropológicas por la UAM-I. Sociólogo de profesión por la UAA. Aprendiz de reportero.

Diego de Alba Casillas

Dr. en Ciencias Antropológicas por la UAM-I. Sociólogo de profesión por la UAA. Aprendiz de reportero.

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