Y si, votaron por ella
La candidata del PRIAN tiene señalamientos muy importantes y con bastantes visos de credibilidad sobre corrupción con el sobreprecio de las luminarias LED del municipio.
Y votaron por ella.
Tiene también el fastuoso elefante blanco (pero ecológico, se supone) de la planta solar que, de entrada no debería de haber existido, pero que existe y no funciona, a pesar de haberse gastado una cantidad de dinero público más bien indecente en ella.
Y votaron por ella.
La virtual gobernadora por Aguascalientes tuvo dos períodos al frente del municipio capital, y no logró terminar ninguno de los dos, en ambos casos, salió volando felizmente a ocupar un cargo diferente, tampoco es que hubiera hecho mucha diferencia, ya que en sus dos períodos al frente de la alcaldía, la cantidad y calidad de obras realizadas es, siendo muy benévolos, pobre y siendo más honestos, nula.
Y votaron por ella.
La ganadora de la elección por más de 20 puntos decidió no asistir al segundo debate organizado por el Instituto Estatal Electoral, a sabiendas de que era obligatorio hacerlo, a sabiendas de que ello podría acarrearle una sanción (pero era económica, así que cuál es el problema, total, la pagamos nosotros), es decir, calculó que podía permitirse el lujo de no cumplir con su obligación legal si podía evitarlo.
Y aún así votaron por ella.
Teresa Jiménez tuvo una campaña igual de gris que sus administraciones, discursos huecos, ideas repetidas de campañas anteriores (aunque curiosamente ya no dijo que iba a correr a Veolia), frases comunes, sonrisas fingidas. Ninguna idea que permita vislumbrar una ruptura en la continuidad del estilo de gobierno que se tuvo en estos últimos seis años. Es decir, en el mejor de los casos prometió más de lo mismo, más de la frivolidad que considera que hacer una mega villa charra (feísima, por cierto) es la cúspide de una administración estatal, más de las políticas urbanas con cincuenta años de atraso que piensan que poner una pista de carreras con hartos puentes en la mitad de la ciudad es la forma de tener mejor movilidad, más de un modelo de desarrollo económico que se quedó clavado en la maquila y que vive de regalarle de todo a las transnacionales para que nos hagan el honor de venir a dar empleos mal pagados al estado.
Todo eso eligieron los aguascalentenses.
Y además lo festejan.
¿Y saben qué es lo que más me preocupa? que me gustaría de verdad que eso fuera lo que festejaran, que por lo menos fueran capaces de decir: “si, elegimos a una mujer con fuertes sospechas de corrupción, pero es nuestra corrupta y la queremos” o al menos algo similar. Que su voto, tan complicado de entender como lo es, al menos hubiera sido por un proyecto, por una idea o ideas, por una visión de lo que el estado puede y debe ser. Vaya, por un partido político y lo que esa idea conlleva.
Pero tengo la fuerte sospecha de que no es el caso.
Lo que de verdad me preocupa es que el voto y el festejo se reduzcan a “no dejamos que ganara Morena”. Eso es verdaderamente preocupante. Y no me malinterpreten, no es preocupante para los morenistas, que están bastante ocupados festejando las gubernaturas que ganaron, que les dan la fuerza territorial como para despreocuparse por el 2024. Es preocupante para la sociedad de Aguascalientes. Porque eso significaría que hubo un voto totalmente reactivo, un voto cimentado no en lo que quieren conseguir hacia el futuro, sino en lo que no quieren que ocurra. Un voto anclado en el pasado, un voto conservador, pues.
Y si en algún momento de la vida fue mala idea ser una sociedad conservadora es justo ahora. Y de nuevo, no me refiero nada más al hecho de la 4T, me refiero al mundo en el que vivimos. Una sociedad que prefiere amarrarse al “malo por conocido” no tiene manera de sobrevivir en un entorno mundial que exige más que nunca salir y arriesgarse. No se trata ni siquiera de una opción entre salir o no salir, es una cuestión de supervivencia. Los países, las regiones, los grupos sociales que se cierran por miedo, por xenofobia, por discrminación, por clasismo, los grandes pilares del conservadurismo, no pueden ya subsistir en la realidad actual.
A esto hay que agregarle que entre más conservadora es una sociedad, más violenta se vuelve. Si no me lo creen, vean cómo les está yendo a los gringos en estos días, eso es lo que pasa cuando dejas que el miedo sea la fuerza social que mueva a la gente. Si fue el miedo lo que evitó que la ciudadanía fuera a votar (solo llegó un 44%, cuando veníamos de un 51% de participación) y si fue el miedo lo que decidió el sentido de esos votos, tenemos problemas muy grandes en puerta.
Problemas que, además, no necesitamos, porque así como vamos tendremos suficientes. Vamos a tener 5 años de un gobierno estatal doblemente sitiado, al convertirse en uno de los últimos bastiones de la derecha, la innecesaria e improductiva confrontación con el gobierno federal muy probablemente se incrementará y dado que todo parece indicar que la 4T seguirá caminando para el sexenio que viene, no se vaticina un entorno más amigable en el futuro. Y eso tendrá repercusiones inevitables, que, como suele suceder, pegarán sobre todo en los sectores más vulnerables y necesitados. De entrada, la federalización de la salud, y con ella, la cobertura universal para personas que no tienen IMSS o ISSSTE seguramente no se llevará a cabo en este próximo quinquenio, 5 años más de poder perder todo el patrimonio de una familia cuando caiga una enfermedad, 5 años en donde los trabajadores de la salud que están de eventuales, probablemente tengan que seguir esperando para su basificación. Y ojo, esto no ocurrirá por algún tipo de represalia del gobierno federal, va a ocurrir porque las dirigencias nacionales y el propio gobierno estatal no van a darle esa “victoria” a la 4T, harán hasta lo imposible para que sus territorios estén libres de “populismo”, pase lo que pase con la salud de la población.
Y como este ejemplo podremos ir contabilizando muchos más, entonces, no solo se eligió a una persona con una pésima trayectoria política y una incapacidad comprobada para gobernar, además se eligió un entorno de confrontación que nos va a aislar de cuestiones de infraestructura e inversión, lo que, inevitablemente redundará en dificultades económicas y sociales para todo el estado.
Pero hey, Morena no ganó 6 de 6, yeiii.
Buen artículo Darío. Saludos