EL CAMPEONATO CHARRO DE 1954
Disculpará usted que deje de lado el tema que he venido desarrollando en las últimas semanas, sobre el Teatro de Aguascalientes en su 30 aniversario -y si no ya ni modo-, pero llegó noviembre, y con el penúltimo mes de este coronavírico año, el muy esperado por muchos -yo entre ellos- LXXVII Congreso y Campeonato Nacional Charro Aguascalientes 2021.
Digo que somos muchos los que lo aguardamos, porque ha venido cocinándose desde noviembre de 2019, en que se designó a Aguascalientes como sede para el de 2021.
Será esta la cuarta ocasión en que nuestra ciudad reciba un evento de este tipo, aunque nunca de las mismas proporciones. La primera vez ocurrió en 1954, y se llevó a cabo como un evento más de la Feria de San Marcos en, apenas, 4 días. La segunda tuvo lugar en octubre de 1980, e incluyó como hecho trascendente la inauguración de la Villa Charra, que años después recibió el nombre del profesor J. Refugio Esparza Reyes, durante cuya administración gubernamental se edificó. De nueva cuenta, en 2004, la Villa Charra fue sede de otro campeonato. Por cierto que tanto mi dulce compañía como este servidor de la palabra que pretendo ser, asistimos a más de alguna charreada, incluyendo las finales.
En fin, que lo que me interesa ahora es aprovechar este viaje del próximo campeonato para contarle un poco de los otros certámenes. Iniciaré con el de 1954; a ver que sale.
Comienzo señalando que algo no me cuadra. De acuerdo a la frase lugar común, intensamente trillada “si Pitágoras no miente”, y este que iniciará en los próximos días viene a ser el 77 Congreso y Campeonato Nacional Charro, el primero debió ocurrir en 1944… Digo esto porque el 9 de abril de 1954, El Sol del Centro, que para este tema invariablemente será mi fuente, publicó una noticia con el siguiente encabezado: “Aguascalientes será sede del 1er. Congreso Nal. De Charros. Luego, como subtítulo: “Las asociaciones del país buscarán el florecimiento de esta bella fiesta”. Como digo, ya no casaron las cuentas, porque si el diario García Valseca no se equivoca, este tendría que ser el número 67. Pero luego fíjese en lo siguiente: en su edición del 28 de abril, el diario le dedicó sus ochos columnas al tema, desde luego en la página deportiva. Estas dicen lo siguiente: “Se clausuró ayer el Primer Congreso Nacional de Charros”. Viene después, a manera de subtítulo, el siguiente: Se aprobaron ponencias que impulsarán el bizarro deporte”, pero luego, el cuerpo de la nota comienza de esta forma: El segundo congreso nacional de charrería, que con tanto éxito estuvo celebrándose en esta ciudad, etc.… O sea que quien sabe…
Pero, como decía el clásico popular televisivo: “aún hay más”. En la página de Internet de la Federación Mexicana de Charrería (https://fmcharreria.org.mx/historico-de-congresos-y-campeonatos-nacionales-charros/) hay un cuadro histórico. En él se detalla que en 1946 hubo dos congresos y campeonatos charros, en México D.F. y en Pachuca, pero sólo se contabilizó el segundo, que pasó a la historia como el primero. No hubo cada año. El siguiente ocurrió en 1949, al que siguió el de Aguascalientes de 1954, que en la contabilidad oficial vino a ser el tercero. Pero además, tal y como señalé, tenía yo visualizados cuatro, con el que ocurrirá en próximos días. Pues resulta que el citado cuadro registra dos campeonatos para 1983, uno de los cuales, el XXXVIII, habría ocurrido en Aguascalientes.
En fin, que este asunto es demasiado para mis pobres luces, y no será la primera cosa de este país que no entienda, por lo que yo nomás digo, y aquí le dejo. Por cierto que en esos días de 1954 estaba en construcción el Rancho del Charro de la Asociación de Charros de Aguascalientes. Así lo indica una nota publicada el 27 de abril de 1954 por El Sol del Centro, en la que se da cuenta de que el Secretario de Agricultura, Gilberto Flores Muñoz, había donado $5000 del águila, para semejante obra; que ahí sigue, en la Colonia Héroes. “El señor Flores Muñoz, apasionado del mexicanísimo deporte, ofreció al señor Roberto Ibarra, presidente de la Asociación de Charros toda clase de apoyo para que terminen cuanto antes el lienzo que construyen en terrenos cercanos al estadio”.
Un segundo “por cierto”: en ese momento existía otra asociación de charros, la “16 de septiembre”, que fue la que organizó el campeonato, junto con la Federación Nacional de Charros.
De acuerdo a la información proporcionada por la nota de referencia, el congreso tendría la intención de promover el florecimiento de la fiesta nacional. Y luego, fíjese en lo siguiente: “indudablemente que los resultados de este congreso resultarán beneficiosos para el mejor desenvolvimiento de la charrería en México, que paulatinamente ha ido desarraigándose del gusto de los mexicanos, ante la invasión de otros espectáculos exóticos.
Pero mientras en cada ciudad exista un charro, la fiesta nacional no podrá morir. Porque encierra el espíritu y la bizarría de nuestra raza y es alma y escudo de México.” (Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a carlos.cronista.aguascalientes@gmail.com).