Andy Warhol, la serie-documental.
Una serie marcada por la pauta de la voz del protagonista Andy Wharhol recreada por Inteligencia Artificial, de manera casi lineal durante todos susepisodias nos da cuenta de la vida detrás de la obra del artista.
Se dice yo sin razón que el mundo actual, con su obsesión por las celebridades, fascinaría a Andy Warhol. Así como los performances de «estrellas de momento» que generan las plataformas de Tik Tok e Instagram.
La virtualidad, la intervención sobre la cultura popular, la reproducción mecánica y la brevedad del ciclo de noticias (los famosos 15 minutos de fama) serían algo así como la realización de los sueños húmedos, las profecías cumplidas de un artista que solía pensar en esos términos medio siglo antes de la aparición de Instagram.
Pero hay algo, sin embargo, que hace ruido en ese imaginario y esta realidad.
Algo con lo que LOS DIARIOS DE ANDY WARHOL, el excepcional documental centrado en sus escritos íntimos trata de lidiar.
Warhol era famoso, entre muchas otras cosas, por ser inaccesible en lo relacionado a su vida privada. Tenía siempre esa actitud de observador alejado, distante, al que le gustaba que lo consideraran una «máquina». Descreía del significado, se desinteresaba de las explicaciones de su obra, miraba todo con un pie afuera y el otro adentro. A cada entrevista que entregaba por aquí y por allá daba cuenta de su facilidad de escurrirse con inteligencia de las preguntas respecto a su sexualidad, a su aficiones y familia fuera de los escenarios del arte.
Encontrar puntos en común entre la psicología del artista –sus traumas, sus experiencias, su personalidad, su historia de vida– y su obra no estaba entre sus pasiones, las escondía de forma magistral, y por tanto, las usaba a favor en un mundo – en esa época en NYC- plagado de estereotipos de la masculinidad «permitida».
La redacción de sus diarios funcionaba como un catalizador a esa «vida interior» que él fingía no tener o a la que, consideraba, no había que tener en cuenta. THE ANDY WARHOL DIARIES, sin embargo, hace centro en eso, quizás porque una de las cosas de la cultura pop actual –una que a Warhol no le interesaría– pasa por conocer y atar cabos entre el arte y el artista. Dicho de otro modo: un documental como este, fascinante y contradictorio, quizás a su propio autor no le habría interesado demasiado, es más lo habría negado por su misma personalidad.
Su vida privada no era el foco, ese el argumento principal, la obra del genio, lo que provocaba en otros artistas, lo que motivaba a su talento era el retrato de lo efímero, banal y poses de la sociedad occidental. Aunque él propiamente usaba el mensaje de su obra para comercializar, ser un hombre de negocios a través de sus impresiones del mundo y de la frugalidad de los artistas del momento.
Además de pintar, fotografíar, posar, también creó un programa de televisión para iniciar con el mundo del video- musical precursor de MTV y muchos años más tarde de Youtube. Así como su afición al cine lo llevó a filmar «BAD» una película que fue un desastre para crítica y para la cartera de los inversionistas.
La serie funciona muy bien de todos modos porque la vida privada de Warhol abre las puertas a explorar todo lo relacionado también con su carrera.
Y es así que hay suficiente material aquí para los que estamos más interesados en su obra artística que en sus romances, opiniones o fastidios personales. Pero el título lo deja en claro y nadie puede «irritarse» porque la serie no sea un documental centrado en su trabajo.
Lo mismo pasa con una larga etapa de su vida y de su carrera que es revisitada velozmente en menos de medio episodio: los años ’60. La que quizás fuera la década más importante y creativa de Warhol es resumida de una manera excesivamente simplista aquí (sus películas se analizan en dos minutos, sus trabajos de la época apenas se los comenta y creo que a Velvet Underground ni siquiera la mencionan), algo justificado básicamente porque comenzó a escribir sus diarios a mediados de los ’70. Y no incluyen nada de todo eso.
Una de las críticas a este documental es que no incluye a otras figuras de la época que pudieron dar cuenta de más historias en común, o quizá no se revelo su proceso creativo más profundo del cual hasta el día de hoy la cultura pop sigue creando a niveles industriales.