AÚN NO HAY CRAC BURSÁTIL. PERO SÍ UN PELIGRO DE UNA CRISIS PROBLEMÁTICA

AÚN NO HAY CRAC BURSÁTIL. PERO SÍ UN PELIGRO DE UNA CRISIS PROBLEMÁTICA

Desde ayer en la noche observé que las bolsas asiáticas estaban cayendo mucho más de lo normal. Los datos sobre Asia y Europa que vi en la mañana confirmaron una caída preocupante. La evolución de la bolsa de NY lo confirmó claramente.

Desde que se iniciaron en el mundo hace varios siglos la venta de valores de empresas, títulos de propiedad (acciones) y títulos de deuda, se han registrado períodos de especulación que inflan las bolsas y luego caídas fuertes e incluso, cracs bursátiles.

[bctt tweet=»Las bajas son serias e importantes, pero aun no se puede considerar la existencia de un crac bursátil .» username=»crisolhoy»]

Las bolsas mundiales se encontraban muy infladas desde hace 3 o 4 años por una excesiva especulación. Hoy no podía ser la excepción y algún día tendrían que caer. El período de ajuste hacia la baja ya comenzó; es imposible saber la dimensión del ajuste y si habrá una crisis o un crac. Las relaciones que determinan el valor de las acciones y de los activos de deuda depende de muchos factores que interactúan entre sí; es un caso muy claro de sistemas complejos adaptativos y una de las características es que éstos, por su complejidad, son poco previsibles. Se pueden hacer expectativas razonables a muy corto plazo, pero conforme se alargan los plazos, éstas se hacen borrosas.

Desde enero cuando se conoce el coronavirus y sus posibles implicaciones en la economía mundial, se presentaron ajustes a la baja en las bolsas mundiales. Pero hay que reconocer que, dada la magnitud de la sobrevaluación de los mercados financieros y del tamaño gigantesco de los diferentes tipos de deuda en el mundo, los mercados bajaron poco a poco y se mostraron muy resilientes (resistentes) ante el acoso de los problemas. Hoy todo cambió y según las informaciones disponibles, la gota que derramó el vaso no fue el coronavirus sino el precio del petróleo que cayó con fuerza (31.3 dólares por barril a las 12:40 lunes 9). La causa, una probable petro-guerra entre Rusia y Arabia Saudita.

Las acciones de las grandes compañías petroleras sufrieron bajas considerables y por un efecto de contagio multiplicador arrastraron a otras empresas.

Los desencadenamientos son el petróleo y el coronavirus. Pero el vaso ya estaba lleno; sobrevaluación bursátil y financiera por exceso de especulación, deudas gigantescas empresariales, familiares y públicas. Tarde o temprano la burbuja tendría que reventar, el petróleo y el coronavirus fueron el disparador. 

Rápidamente y, a reserva de entregas posteriores, ahondar sobre el hecho, se puede decir:

    1.- La baja en las bolsas asiáticas en el lunes 9, oscila entre 3% y 5%. La caída en las bolsas europeas, la caída gira alrededor del 8%. En NY a las 12:50 la reducción es de 7.2%.

    2.- Las bajas acumuladas son aún más serias. En un mes Asia registra descensos de alrededor del 18%. Salvo Shanghai que aún registra un alza mensual de 2.3%. En Europa la baja tendencial es más pronunciada y gira entre el 20% y el 22%. En EUA es del 17%. Las bajas son serias e importantes, pero aun no se puede considerar la existencia de un crac. 

    3.- La baja de impuestos del presidente Trump contribuyó a ganancias en los grandes monopolios y por tanto, a una subida más que proporcional en sus acciones.

4.- Las tasas de interés ya son muy bajas; reducirlas aun más tendrá pocos efectos.

Los bancos centrales están aumentando la liquidez (dinero en efectivo disponible), pero eso tampoco tendrá mucho efecto. Una de las características que diferencian la crisis que posiblemente hoy comienza con las crisis bursátiles anteriores es que, con anterioridad, las crisis solían desde antes de su comienzo y más aun después, de vivir dentro de una carencia de interés que se acentuaba conforme la crisis avanzaba. Hoy todo es diferente pues vivimos una sobreabundancia de liquidez en casi todo el mundo.

5.- Se requieren acciones gubernamentales anticíclicas y de contenido económico y social de gran envergadura. El problema es que los Estados están sobre endeudados. 

Para México, las repercusiones pueden ser muy fuertes. La bolsa había caído en 6.4%, el peso se devaluaba y el precio del petróleo se reducía. Si el problema sigue, otras repercusiones se vivirán. Nos ocuparemos más adelante.

Juan Castaingts Teillery.  Profesor Investigador UAM-I.

Juan Castaingts Teillery

Profesor Investigador UAM-I

Juan Castaingts Teillery

Profesor Investigador UAM-I

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