Bajo el empedrado está la playa

Bajo el empedrado está la playa

Bajo el empedrado está la playa

Estamos ante un mundo desorientado por la falta de referentes sólidos: fallan o se cuestionan unas instituciones que a menudo se muestran incapaces de canalizar las frustraciones de amplias capas de la población, de aliviar sus miedos y de apuntalar sus esperanzas. Y esta desorientación provoca perplejidad, o lo que es lo mismo, la incapacidad de tomar decisiones a tiempo.  El hombre de hoy existe en  condiciones y modos de individualidad y así no se va a ninguna lugar satisfactorio para la comunidad. 

Parte sustancial del tema de nuestros días ante la deshumanización creciente que se vive, se refiere a la condición del hombre como está, no en cómo es o debe ser, y se  concreta en que es deshumanizadora la situación en la que  el ser humano, al estar oprimido sufriendo la injusticia, no  puede ejercer sus derechos y obligaciones como individuo  

[bctt tweet=»Solo una luz pequeña se abre al final del tunel ante el escabroso horizonte significado por la dictadura económica del mercado» username=»crisolhoy»]

Vivimos las consecuencias del proceso que comenzó a forjarse con el  desarrollo científico y tecnológico de finales del siglo XIX  y comienzos del XX, cuando se creía tener superados los  limitantes científicos y tecnológicos para dar respuesta a los interrogantes presentados desde tiempos antiguos, speranza que no tan solo no se cumplió sino que aumentó la posibilidad y capacidad de destrucción de la  humanidad y el acaparamiento de la tecnología y la riqueza en pocas manos.

Marcuse, Toffler, Eco, y otros más nos adelantaron los efectos del impacto de la masificación de los medios y de la tecnología en las nuevas pautas de conducta en la sociedad industrial, Ahora surgen las predicciones sobre  los nuevos sujetos sociales que la amenaza biológica de las infecciones y enfermedades  trae consigo, como parte de una evolución social determinada por un mundo violento y convulsionado por las desigualdades y el racismo, así como degradado en su calidad de vida por el envenenamiento del medio ambiente y la infame explotación de los recursos naturales, estadio superior de la sociedad de consumo.

Fruto de estas desigualdades, pero también de la aceleración de los cambios tecnológicos, tendremos un mundo desincronizado. En otras palabras, que avanza a ritmos muy distintos. Existe desincronización global y desincronización social. Incluso podría hablarse de una nueva forma de desigualdad entre quienes se hallan preparados para la aceleración y aquellos que temen quedarse descolgados y se sienten aterrados ante la ausencia de una red de seguridad que amortigüe el golpe, coincidencia que subrayan las voces más serias y documentadas sobre el complejo mundo de hoy y de mañana.

Solo una luz pequeña se abre al final del tunel ante el escabroso horizonte significado por la dictadura económica del mercado y la impiedad de una política llevada al extremo del riesgo bélico por los gigantes del Siglo XXI: Estados Unidos, China y Rusia. Una luz que viene de la vieja Europa y que ofrece con determinación algo de cordura y lucidez a un panorama tan sombrío. De allá vienen las únicas respuestas que parecen de fondo ante la crisis económica, la covulsión social y el grave deterioro del entorno ambiental. Alemania, Francia, los países nórdicos y escandinavos, y si, la propia España; la Agenda Verde. Esa que hoy recorre el viejo continente y que contiene de inicio una pragmática propuesta, no nueva pero si ajustada a las circunstancias del mundo contemporáneo.

Le ha dado síntesis esta semana el siempre joven Daniel Cohn Bendit75 años-, líder de la revuelta estudiantil de mayo de 1968, exeurodiputado por Alemania y Francia, pionero en la política europea transnacional, y quien dice sentirse “feliz”, después de la victoria de los ecologistas en las elecciones municipales francesas del domingo. Por fin, el movimiento al que lleva décadas asociado, con sus rupturas y sus reconciliaciones, llegaba al poder -el poder real- en alguna de las principales ciudades de Francia. 

De allá la luz  ahora que el presidente francés Emmanuele Macrón se vuelca en la causa ecologista como lo ha hecho también la canciller alemana Angela Markel y los países que ya mencionábamos.

Es muy corto el amor como largo el olvido pero más corto este espacio para para hablar de los alcances de la propuesta europea, que si no aceptada de fondo por todos los países de la UE, si con la determinación que demanda el tema por los centros reales de poder e influencia mundial.

En medio de la pandemia y los estragos de la crisis mundial, Cohn Beditt  celebra el inusitado escenario que para él no representa tan solo el que las grandes ciudades francesas y alemanas, así como algunas importanes en Bélgica, los Países Bajos, Dinamarca y algunas otras en los países Nórdicos estén ahora ñgobernadas por coaliciones verdes 

Van por más, lo dice en entrevista publicada este martes por el diario madrileño El País; “Hay que entender que los socialistas que han ganado -en París, Rennes, Nantes- lo han hecho con un programa muy ecologista. Y no es casualidad que el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, diga que está dispuesto a apoyar a un ecologista en las presidenciales. 

“La matriz que hoy estructura la reunificación de la izquierda es la ecología política”, afirma  

Cohn-Bendit quien hace medio siglo hizo historia como Dany el Rojo, y al que hoy se conoce en los más importantes centros de poder europeo como Dany el Verde. Para que no se apague esa  luz, con él o sin él, habrá que recordar aquella vieja consiga: “Bajo el empedrado está la playa“.

Publicado en, “Hidrocálido”   /  01.07.2020

Armando Alonso de Alba

Poeta y periodista hidrocálido.

Armando Alonso de Alba

Poeta y periodista hidrocálido.

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