“BLACK ADAM”: “La Roca” como Antivillano

“BLACK ADAM”: “La Roca” como Antivillano

Después de los tropiezos que ha experimentado últimamente el Universo Extendido de la compañía DC para concretar proyectos y estrenarlos en pantalla grande (v.g. los incontables retrasos por turbulencias tras bambalinas de “Flash”, la desaparición del filme –ya completado- de “Batichica” ante las políticas fiscales impuestas por el nuevo jefazo de la Warner Bros., etc.) los fans encontrarán algo qué celebra con la llegada a cines de éste proyecto donde un personaje más bien de culto como Adán Negro (como se le conoció en México por muchos años gracias a Editorial Novaro), o “Black Adam” para nuestros masificados millenials, quien en cómics fungía como la contraparte oscura de un héroe resplandeciente, bondadoso y optimista como lo es Shazam al partir de la misma mitología creada por el argumentista de cómics Clarence Charles Beck hace casi 80 años, pues el director español Jaume Collet-Serra le ha impreso a ésta película estelarizada por el ídolo de millones Dawyne “La Roca” Johnson el añorado estilo visual y montaje similar del desterrado Zack Snyder con todo y peleas dominadas por un ralentí que creíamos extinto y un ritmo en momentos desenfrenado pero estilizado que no admite parpadeos prolongados.

Afortunadamente el guion (escrito en tándem por Sohrab Noshirvani, Adam Sztykiel y Rory Haines) no se mete en honduras y también localiza y ofrece lo que cualquier fanático tanto de la ex estrella de la lucha libre como de las historietas busca en una cinta así: acción, chistes malísimos, personajes disfrazados a granel, más chistes pésimos y momentos de ese drama melosón que busca maquillar lo banal de la narrativa, todo de forma concreta y exacta para que el filme realmente entretenga en su vía menos exigente.

La historia arranca hace 5,000 años en el ficticio reino de Kahndaq donde un malvado soberano llamado Akh-Ton (Marwan Kenzari) ha esclavizado a sus pobladores con el fin de extraer un valioso y místico mineral llamado “Eternium” con el que termina forjando una corona que lo pondrá en contacto con una legión de demonios ya sí adquirir un poder inmenso, más se le opone un esclavo de nombre Teth Adam (Johnson) que recibe los dones de una cónclave de grandes hechiceros para transformarlo en un ser igualmente formidable con grandes poderes que defienda a su pueblo.

Durante la batalla Akh-Ton es vencido y Adam desaparece. Corte al presente, donde una rebelde y científica llamada Adrianna (Sarah Shani) entra a las ruinas del lugar donde se efectuó ese enfrentamiento junto con un grupo armado para recuperar la mencionada corona y liberar a Kahndaq del yugo de Intergang, conglomerado extranjero que sólo busca explotar de nuevo los recursos humanos y naturales del lugar. Las cosas salen mal y Adrianna se ve obligada a invocar a Teth Adam, quien sólo tiene venganza en su mente y despliega una brutal forma de hacer justicia, situación que se verá mediada tanto por el hijo de Adrianna, Amon (Bodhi Sabongui), gran admirador de los superhéroes que pueblan éste universo y la Sociedad de la Justicia, un grupo regenteado por la siempre truculenta Amanda Waller (Viola Davis) conformado por el poderoso místico Dr. Destino (Pierce Brosnan), el alado y belicoso Hombre Halcón (Aldis Hodge), Átomo con su habilidad para aumentar su tamaño múltiples veces (Noah Centineo) y Ciclón (Quintessa Swindell), una aeroquinética capaz de controlar toda corriente de aíre además de ser muy inteligente.

Entre sus enfrentamientos y el deseo de Adam por ser él mismo terminarán uniendo fuerzas para vencer a un enemigo en común (Kenzari de nuevo) que se hace de la corona para transformarse en un maligno ser demoniaco con aras de conquista.

BLACK ADAM
BLACK ADAM

El personaje de Teth Adam, en quien recae todo el proceso narrativo, le da al Universo DC un sello de moralidad ambigua que requiere para generar un cierto proceso de reinvención a su cosmos superheróico considerando que termina siendo más un antivillano que un antihéroe, pues la naturaleza bienhechora no ingresa en su perspectiva.

Johnson lo hace casi en automático dejando que el personaje sea quien lleve la batuta ante sus nulos intentos por dimensionar su cara de palo allende su seudosonrisa característica o las miradas gélidas de desprecio para los enemigos.

En términos interpretativos quien se lleva palmas es Brosnan, no sólo por el carisma que añade a su rol sino porque el personaje de Dr. Destino es el alma del equipo y quien logra establecer los parámetros éticos y morales para ellos y el mismo Adam.

Éstos serán los puntos más interesantes, pues la cinta es más una historia de dinámicas y cruces personales que una verdadera trama sobre algo en particular, como si la presentación de Adán Negro bastara para justificar la existencia de ésta cinta (aunque tal vez así sea para la Warner en términos estrictamente financieros, pues es la inauguración de una nueva franquicia).

“Black Adam” no es tanto cine sino un capítulo gigantesco de “Los Súper Amigos” con generosas dosis de violencia y dulce visual que va la yugular de lo elemental y lo hace correctamente, así que no podemos sentir que se nos estafa, nada más una cierta sensación de vacío ante tal derroche de espectacularidad para tan poca historia.

Correo: corte-yqueda@hotmial.com

Juan Pablo Martínez Zúñiga
Juan Pablo Martínez Zúñiga

Juan Pablo Martínez Zúñiga

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