Democracia interna y transparencia: el camino de Morena hacia 2024

Democracia interna y transparencia: el camino de Morena hacia 2024

El proceso de selección de candidato o candidata para las elecciones presidenciales de 2024 está en marcha dentro de Morena, y la forma en que el partido está gestionando este proceso merece ser analizada. La reciente declaración del presidente nacional de Morena, Mario Delgado, sobre la elección de las empresas encargadas de realizar las encuestas para definir al candidato o candidata, intenta dejar en claro un compromiso del partido con la democracia interna y la transparencia en su camino hacia las elecciones futuras.

El anuncio de que la comisión de Elecciones de Morena llevará a cabo un sorteo para definir las cuatro empresas encargadas de realizar las encuestas: ello puede representar un paso importante hacia la imparcialidad y la eliminación de posibles sesgos en el proceso de selección. La aleatoriedad en la selección de las casas encuestadoras garantiza que no haya favoritismos ni manipulación en los resultados. Además, la prohibición de la participación de firmas que en procesos electorales anteriores hayan arrojado resultados distorsionados puede agregar un nivel adicional de confianza en la integridad del proceso.

La transparencia se fortalece con su presencia en el sorteo y con su representación en la aplicación del cuestionario definitivo. Esto no solo asegura que todos los aspirantes estén involucrados en cada etapa del proceso, sino que también evita la manipulación y fomenta la equidad.

La elección del cuestionario, en particular, es un aspecto crítico de este proceso. El enfoque en la pregunta sobre el «coordinador o coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta transformación rumbo a las elecciones de 2024» refleja una estrategia audaz para evitar conflictos con el Instituto Nacional Electoral y su regulación sobre los actos electorales previos al inicio oficial de las campañas.

No obstante, en aras de un proceso verdaderamente democrático y transparente, es crucial que el cuestionario definitivo sea equilibrado y abarque un rango amplio de temas y cuestionamientos relevantes para la elección presidencial. Los ciudadanos merecen conocer las posturas de los aspirantes sobre temas clave que afectarán al país en los próximos años. Un cuestionario bien diseñado garantiza que los votantes puedan tomar decisiones informadas y basadas en un conocimiento profundo de las propuestas y visiones de los candidatos.

El proceso de selección de candidato o candidata de Morena para las elecciones presidenciales de 2024 refleja un compromiso genuino con la democracia interna y la transparencia. La elección aleatoria de las empresas encuestadoras, la participación activa de los aspirantes y la consideración cuidadosa del cuestionario demuestran una estrategia inteligente y justa. Si bien el proceso está en marcha, es esencial que Morena mantenga su enfoque en la integridad y la equidad a lo largo de todo el proceso, para que los resultados finales reflejen la verdadera voluntad de los miembros del partido y, en última instancia, de los votantes en las elecciones de 2024.

En este tenor dentro de la lucha partidista en Morena, la empresa de demoscopía POLLS.MX se ha dado a la tarea de relazar un concentrado de los diferentes resultados publicados por las empresas encuestadoras que han dado a conocer al público desde diciembre de 2022 al 23 de agosto de 2023 (última fecha del concentrado de datos con la que se realizan estas líneas).

En promedio los resultados de diferentes empresas demoscópica arroyan una media en favor de Claudia Sheinbaum, quien se mantiene al frente con 12 puntos de ventaja sobre Marcelo Ebrard. Adán Augusto López está a 14 puntos de Ebrard para ubicarse en tercer lugar.

En estos momentos, a días de la elección de las empresas que realizaran las encuestas oficiales y definitivas, los resultados demoscópicos recabados mantienen como primer lugar en la preferencia de los ciudadanos encuestados a Claudia Sheinbaum.

Con estas diferencias se antojo poco probable que Marcelo Ebrard pueda remontar la diferencia, en una campaña que desde el inicio se presumía que no contar con el beneplácito del “primer elector”. Sin embargo, arriesgo y todo indica que no será suficiente.

Aun que es parte de otro proceso; lo que ocurre en el Frente Opositor encabezado por PAN, PRI y PRD, son hechos emparentados. Los que en estos días han aplaudido las decisiones de Enrique de la Madrid y Santiago Creel, por abdicar a sus pretensiones de ser el candidato de la oposición, nombrándolos “grandes demócratas” que anteponen sus intereses personales en favor del colectivo; ¿dirán lo mismo de los aspirantes de Morena que reconozcan el triunfo de una u otro de ellos?, o es que en México ¿solo somos demócratas cuando el retiro de un candidato o el resultado de una elección o encuesta nos favorece?

Diego de Alba Casillas

Dr. en Ciencias Antropológicas por la UAM-I. Sociólogo de profesión por la UAA. Aprendiz de reportero.

Diego de Alba Casillas

Dr. en Ciencias Antropológicas por la UAM-I. Sociólogo de profesión por la UAA. Aprendiz de reportero.

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