El estilo personal de gobernar (I)
I
Uso el título de un libro icónico y necesario por revisar de la autoría de Daniel Cosío Villegas, que en su caso se refirió a Luis Echeverría Álvarez. Ahora es conveniente anotar lo que se vislumbra serán las formas y estilo de gobierno que adoptaría Andrés Manuel López Obrador a partir del primero de diciembre.
No son rasgos nuevos, corresponden a la reiteración de cómo operó cuando fungió como Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal. Aquí podemos ver aspectos que detallarían formas particulares en su función gubernamental, que en mucho, las quiso trasladar a toda la estructura a su cargo, de tal manera que se conformó en un sello distintivo de lo que fue su gestión en aquella ocasión.
Hoy, incluso cuando todavía no asume formalmente las funciones como presidente de la República, algunos críticos y/o individuos que nunca estuvieron y no están de acuerdo con él, han magnificado algunas formas de operar, cuestionándolas como si fueran nuevas, lo que indica que nunca pusieron atención cuando López Obrador gobernó la Ciudad de México del 2000 al 2005.
Y de los que si lo hicieron, para mi gusto es dudoso y cuestionable su análisis y conclusión. Por entonces sólo recuerdo a uno de sus permanentes críticos y detractores (desde entonces y hasta ahora), Enrique Krauze, en aquel ensayo en Letras Libres (junio del 2006) que título El mesías tropical. Siempre he considerado a este intelectual de derecha, de la parte más conservadora, defensor a ultranza del sistema y del régimen primero del PRI y después del PAN.
En ese largo ensayo, que ahora debemos releer, Krauze intenta presuntamente mostrar la gran diferencia entre el pensamiento y acciones de Juárez y Lázaro Cárdenas, a quienes reivindica AMLO, pero también magnificar la influencia de dos personajes tabasqueños en el hoy presidente electo: Tomás Garrido Canabal y Carlos Madrazo. No pretendo ni quiero desmenuzar el texto del director de Clío, sino sólo aludir a algunos dichos suyos para entender el estilo de gobernar de AMLO, sin que con ello coincida con Krauze. Concluye que Andrés considera el centro de todo a Tabasco y que de ahí traspola todo para el país y el mundo, de ahí el título de su ensayo.
Sobre los rasgos que según Krauze lo definirían e incidirían por lo mismo en su estilo de gobernar, vale la pena reproducir algunos párrafos. Cita de AMLO una opinión de Carlos Madrazo, del cual menciona “…era su modelo político. Los adjetivos que le dedicaba en su libro eran caudalosos como el Usumacinta: avispado, ejecutivo, eficiente, de mucho carácter, todo él era nervio y acción, apasionado, abierto, desbordante, caliente, auténtico. Al hablar de Madrazo estaba hablando de sí mismo.”
Para Krauze, AMLO “era el sucesor natural de ambos (Madrazo y Garrido Canabal). Como ellos, gustaba de sentir “la veneración por los hombres del poder”, y compartía con ellos “el ferviente deseo de gobernar”. Heredaría sus virtudes y corregiría sus defectos; él era un idealista de izquierda; nunca se reprocharía su indefinición porque se había atrevido a salir del espacio institucional; no se identificaba con “los de arriba”, él sólo quería el poder para servir a “los de abajo”. Él sí sabría cómo purificar a la Revolución. En él terminaba la historia y comenzaba la esperanza. Era, naturalmente, Andrés Manuel López Obrador. Para después sentenciar que, ese es “el hombre de acción que a todas sus huestes trae redención”. La versión actual de Garrido Canabal que desde el poder purificará y organizará a la sociedad, mostrándole el camino de la verdadera convivencia, liberándola de sus opresores”. (…) En términos sociológicos, su misión “providencial” proviene del redentorismogarridista”.
Por ello cuando en 2018 Krauze reitera lo dicho en 2006 y subraya el carácter presuntamente mesiánico, antidemocrático y dictatorial de AMLO no sorprende a nadie. Al igual que otros intelectuales de derecha, cantando a la misma voz y tono que el peruano Vargas Llosa, ningunean y minusvaloran a los treinta millones de electores por la opción que representa el tabasqueño.
Y así como quien le trabaja a Televisa presuntamente desmenuza el pensamiento e intenciones de López Obrador, no detalla analíticamente, por qué éste Si es de izquierda, que es la afirmación que reitera varias veces a lo largo de su texto. Al contrario, se va por las copas de los árboles y no sigue el supuesto rigor analítico en sus 16 cuartillas.
Y esto no es cuestión menor, pues una real particularidad de AMLO es su caminar por los linderos de la izquierda y el centro. Esta fue en realidad su propuesta electoral en el 2018. Krauze se quedó en sus apreciaciones de hace doce años, aun cuando el país, sus condiciones y el propio candidato ganador hayan cambiado (este último en la forma no en el contenido).
A partir de aquí valdrá la pena opinar sobre la personalidad de AMLO y su estilo previsible de gobierno.
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