El Fraude

El Fraude

Vale la reiteración, insistir siempre en que el fraude está presente, lo quieren imponer y hay que revertirlo, derrotarlo, evitar que predomine, pero sobre todo, que se salgan con la suya las fuerzas, intereses y personas que están atrás de él.

Lo han puesto en práctica desde el principio del proceso electoral, no escatiman recursos financieros y de creatividad malsana, todo para crear percepciones equivocadas y garantizar que al final los resultados sean a modo a sus intereses. Así han actuado por muchos años, creando incluso la idea en la gente que no tiene caso votar, pues no se respeta el sufragio y siempre se impone el fraude.

Esto último es otra maniobra para facilitar que el fraude tenga efectividad en los resultados de han programado, pues alejar a los electores de las urnas, aunque se incremente el abstencionismo, no es algo que les importe muchos, bajo el criterio de que los importan los medios si se cumple el fin.

No hay entonces ningún principio democrático ni respeto a la voluntad popular, suple a estos la compra del voto, las dadivas momentáneas, el engaño sin reparos a la gente, para que después, desplegar acciones incluso muy sofisticadas el día de la jornada electoral. Así lo han hecho hasta ahora y no tenían por qué hace cosas diferentes.

Otro elemento que hay que considerar es que, quien hace fraude y lo promueve, no tiene el menor sentido ético para competir, pero también para ejercer la función en la cual se quiera involucrar, la administración en cualquiera de los tres niveles de gobierno o algún cargo de representación popular. Y si lo hace así, también el horizonte que lo separa de la corrupción no existe. De esta manera, el fraude es hermano de la corrupción.

Con esa lógica, nos encontramos con un fraude anunciado y puesto en práctica. Espero que Peña Nieto al igual que su consideración sobre la corrupción como algo natural en la naturaleza del mexicano (parte de la cultura mexicana, dijo), no píense lo mismo con el fraude.

A poco menos de un mes que se lleven a cabo las elecciones del primero de julio, hay indicios que pueden mostrarnos el camino para la derrota del fraude, aunque es menester no confiarse pues lo malsano tiene muchas formas de actuar, influir o trucar los resultados y la voluntad popular.

Desde el principio del proceso electoral prácticamente todas las encuestas han ubicado en primer lugar de las preferencias electorales a Andrés Manuel López Obrador. Incluso las más recientes (que corresponden a mediciones de fines de mayo) y donde registran que ha traspuesto el cincuenta por ciento, doblando a quien se ubica en segundo lugar. También se prevé que estas elecciones serán históricas por los bajos niveles de abstención.

Estos dos factores es un antídoto (no enteramente seguro) para contrarrestar al fraude, incluido cuando este está soportado en la manipulación de actas o cómputos irregulares. El peso de una mayoría holgada hacia un candidato, en este caso López Obrador y una participación en igual sentido contrapesa sin duda las intenciones fraudulentas.

El otro elemento es la defensa del voto a partir del despliegue estratégico de cubrir el cien por ciento de las casillas; una buena y efectiva operación de los representantes generales y asesores legales que pueda haber en las casas de campaña o centros de cómputo en el Frente Juntos haremos historia, a fin de coordinar con efectividad el trabajo y la interposición de escritos y recursos legales, cuestión no fácil si consideramos que implicaría que se requieren aproximadamente medio millón de personas y uno de los elementos del fraude es la compra de representantes de casilla, para que el día de la elección no se presenten.

Esta tarea implica un enorme trabajo de convencimiento, reclutamiento, capacitación y operación, proceso donde la izquierda, no obstante que participa en procesos electorales desde 1976 no acaba de entender ni atender debidamente.

De ahí que el objetivo no es sólo ganar las elecciones y quitar del gobierno al PRIAN, sino vencer al fraude y a todo lo que este representa. Por ello las elecciones del presente año son cruciales.

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

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