Entre la sociedad líquida y la Deflexión Individual

[bctt tweet=»El sujeto solo da prioridad a lo próximo, a lo desechable, vive el aquí y el ahora de manera inadecuada, de manera líquida, de manera deflexiva, de manera superficial.» username=»crisolhoy»]

“Los fluidos se desplazan con facilidad, fluyen, se derraman, se desbordan, salpican, se vierte, se filtran, gotean, inundan, rocían, chorrean, mana, exuda; a diferencia de los sólidos, no es posible detenerlos fácilmente, sortean algunos obstáculos, disuelven otros o se filtran a través de ellos,empapándolos.” (Bauman, Modernidad líquida, 2000)

El sujeto vive desesperadamente en una sociedad atrayente, en una estructura social establecida, cuyas funciones son muy claras, en este caso, la competencia es un factor determinante, pero no una competencia de sobrevivencia en sí, es una competencia subjetiva bañada por la superficialidad, donde los hechos sociales se han materializado y han tomado una fuerza determinante. Esa competencia se vuelve cada vez más enajenada, encerrando al sujeto en un mundo de consumo, un consumo frívolo que hunde al sujeto en una especie de robot, donde no sabe distinguir entre lo que necesita y lo que en verdad quiere, es decir, la búsqueda de la identidad está perdida entre la necesidad y el orgullo, entre la emoción y la sensatez, entre la cordura y la manía, entre la frialdad y la bondad, entre la individualización y la colectividad. Es una lucha interna ante las necesidades y las nuevas estructuras sociales.

“En vez de servir a la causa de aumentar la cantidad y mejorar la calidad de la integración humana, de la comprensión mutua, la cooperación y la solidaridad, la red ha facilitado prácticas de asilamiento, separación, exclusión, enemistad y colectividad.” 1 (Bauman, 2018)

Las normas sociales han perdido fuerza y los conceptos morales se han trasmutado y esto aunado a la desesperación del sujeto. Vivimos en una sociedad donde todo se clasifica de manera efímera. En los años ochenta, el movimiento popular determinante fueron los “punks” y eso englobó y caracterizó a toda una década. En la actualidad, los tiempos de identificación se han reducido, ahora el sujeto no sabe a qué grupo pertenece o como identificarse. Cada día surge una idea con una característica mínima para diferenciar de manera pueril una clasificación sobre otra. Este fenómeno es el resultado de una sociedad sin cimientos, como dijo el sociólogo polaco Zygmunt Bauman: “El sujeto vive en una sociedad liquida como si estuviera parado en el mar”.

El sujeto sufre del vaivén, no conforma una identidad, el ritmo de la vida solo le da una satisfacción temporal, por ejemplo: algún producto material o una nueva tendencia, que al poco tiempo serán obsoletas, pero ese consumo le dio un relajamiento estacional. Los ciclos cada vez son más cortos y más fuertes. El sujeto lucha por mantenerse en equilibrio, no sabe si seguir con sus ideologías ante el bombardeo de las nuevas y rápidas opciones.

La deflexión individual es un concepto que se asemeja a la anomia, cuya diferencia es que no existe una insatisfacción por las leyes establecidas, sino una creación de nuevas leyes, que también van a desaparecer en corto tiempo. El sujeto sufre una deflexión individual ya que no tiene fuerzas para sostener una identidad, siempre buscará algo nuevo que le satisfaga su existencia.

[bctt tweet=»Este es un reflejo de una sociedad carente de identidad.» username=»crisolhoy»]

Ese afán de etiquetar las acciones y los fenómenos es una muestra de la falsa identidad, esa energía que el sujeto aborda para crear nuevas acciones con la finalidad de entrar y permanecer en una sociedad rebelde, una sociedad cambiante con unas revoluciones rapidísimas. Los conceptos sexuales ante las diversas opciones son un claro ejemplo, tan así que ya existe una categoría que se le denominapansexualidad, para nombra a las personas que no son bisexuales, afirmando que existen más géneros sexuales. Las definiciones cada vez son más cortas y se diferencian de manera tan sutil que en vez de presentar algo concreto, hacen que la gente se confunda más. Este es un reflejo de una sociedad carente de identidad. Las nuevas generaciones se desarrollan en una sociedad sin cimientos, obligándolos a caer en las mismas prácticas, buscando algo coherente que les otorgue un equilibrio, pero la fuerza de la sociedad, de la modernidad liquida los vuelve absorber y ese vaivén se adentra en su ser.

La identidad del sujeto contemporáneo es una identidad desechable, una identidad transitoria. Metafóricamente la deflexión individual se puede definir como una pelota que arrojan a las gradas de un estadio, rebota y rebota en manos de la multitud y en esas manos tiene el poco placer que les da sentir estabilidad, pero vuelven a rebotar.

El equilibrio de las actividades carece de un balance. Lasfuerzas de las acciones no son equitativas ni íntegras. La deflexión ante las responsabilidades se desvanece. El sujeto solo da prioridad a lo próximo, a lo desechable, vive el aquí y el ahora de manera inadecuada, de manera líquida, de manera deflexiva, de manera superficial.

¿Qué busca el sujeto de hoy? Una Identidad basada en logros superficiales, los logros son acorde a las cuestiones vanas, el sujeto se expresa así: “yo valgo por mis estudios, por mi capacidad económica, por mi belleza física…” pero esas metas solo otorgan al sujeto una estabilidad emocional temporal, es decir, la competencia abominable que se vive en la actualidad genera un mundo más superficial, un mundo sin fondo y las frustraciones generaran la deflexión individual en una sociedad líquida.