La paradoja de la bondad: la extraña relación entre virtud y violencia en la evolución humana
“Con el poder de las hembras surgió una mayor capacidad para elegir a los machos menos agresivos como compañeros. Las hembras extendieron en gran medida sus períodos de receptividad sexual y, al hacerlo, desarrollaron una ocultación del estro. Podrían darse el lujo de tener largos períodos de atracción sexual, ya que la presencia de machos interesados no era un gran problema en los grandes valles ….: había poca competencia por las exuberantes hierbas. Los machos se volvieron mucho menos seguros para competir entre ellos, por lo que la intimidación de las hembras ya no valió la pena, como lo hacen los chimpancés machos. A medida que la selección favorecía cada vez más a los hombres menos agresivos como compañeros, surgió el síndrome de auto-domesticación. El comportamiento homosexual surgió espontáneamente y luego se incorporó al sistema social bonobo como un medio para fortalecer los lazos y reducir las tensiones.” Wrangham, Richard (2019).
Richard Wrangham británico especialista en primates tiene una larga carrera como investigador en el comportamiento de los chimpancés y bonobos. Sus investigaciones basadas en trabajo de campo etnográfico y de etnología comparada con primates en África y en otros continentes; tanto de especímenes en estado salvaje como en cautiverio, le han permitido junto con lecturas en antropología social construir un sistema de análisis que permite comparar a la especie de los homosapien con sus parientes evolutivos vivos más cercanos (chimpancés y bonobos).
Richard Wrangham al igual que Jared Diamond y otros investigadores (ver: Diamond, Jared (1992). ▬El tercer chimpancé Origen y futuro del animal humano▬), sostienen la afirmación que tanto el homosapiens como los chimpancés y bonobos por sus cargas genéticas y comportamiento social son especies más que semejantes genéticamente. Las tres especies se consideran ramas en la evolución emparentadas en un grado de hermandad, cuyo tronco mayor es el de los homínidos: mantienen un antepasado común que los coloca en la rama de la evolución en relación de proximidad familiar de hermandad, familia representada por los homosapien, chimpancés, bonobos y neanderthalensis, cromañón, Homosoloensis, Homofloresiensis, Homorudolfensis, Homoerectus, de dicha familia en la en la actualidad sobreviven sólo tres especies, los sapien, chimpancé y bonobo. Los Gibones, Gorilas y Orangutanes y otras especies de primates hoy se sabe no son hermanos de los homos, aun que si mantienen una relación de primos hermanos en la evolución de las especies.
La próxima vez que el lector visite un zoo, le encarezco que no deje de echar un vistazo a las jaulas de los simios y que realice el ejercicio mental de imaginar que esos simios han perdido la mayor parte de su pelaje y que en una jaula vecina hay algunos infortunados humanos despojados de toda vestimenta y privados de la facultad del habla, aunque normales en todos los demás aspectos. A continuación pediría al lector que intentase adivinar el porcentaje del programa genético, digamos un 10, un 50 o un 99 por ciento, que los chimpancés comparten con los humanos. Diamond, Jared (1992)
La auto-domesticación del homosapiens
Aun cuando el impulso que nos lleva a asesinar a los extraños y a los rivales sexuales sea innato, ello no ha impedido que las sociedades humanas intentasen contrarrestar tales instintos y lograsen salvar a la mayoría de las personas del destino de morir asesinadas. Diamond, Jared. (2008)
Hoy se sabe gracias a descubrimientos en el 2004 de fósiles en Marruecos por investigaciones realizadas por Jean-Jacques Hublin, coautor de la investigación y director del departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck de Leipzig, en Alemania. Que los homosapien son una especie que tiene una edad aproximada de 300.000 años. (Ver: El homo sapiens es más antiguo de lo que se pensaba). Con técnicas forenses y de arqueología, los restos encontrados han permitido reconstruir la apariencia física de los sujetos; encontrando que la apariencia de dichos individuos de la especie poseen las mismas características físicas que las que hoy tiene la especie. Por lo que sí sobreviviera hoy un individuo de hace 300.000 años no se distinguiría por su apariencia física en el transporte colectivo de hoy día.
Es al inicio de estos 300.000 años, que Richard Wrangham sostiene por sus observaciones, que comenzó en la especie un proceso de auto-domesticación que permitió a los individuos vivir en grupos sociales, motivados por el poder de las hembras, ya que ellas al atraer biológicamente a los machos para la procreación usaron el poder sexual como una estrategia de selección natural para por medio del sexo seleccionar machos menos violentos y más receptivos con las crías.
(La edad de 300,000 años de la especie contradice lo expuesto por Yuval Noah Harari, en De animales a dioses Breve historia de la humanidad, que ubica la edad de nacimiento de la especie en 200.000 años. Aunque lo observado por Noah Harari con respecto a la revolución cognitiva no contradice los afirmado por Richard Wrangham sobre la auto-domesticación. Yuval Noah Harari, y su idea de revolución cognitiva apuntala en mucho lo observado y señalado por Jared Diamond y Desmond Morris con respecto al surgimiento del comportamiento social y división social del trabajo desde la visión de describir la evolución de la especie biológica en base a relaciones sexuales. (ver crisolhoy.com: Vivir en casas pequeñas causan homosexualismo y violaciones: Karina Banda))
El crecimiento del cerebro fue a todas luces un requisito previo al desarrollo del lenguaje y de la capacidad de innovación de los humanos. En consecuencia, cabría esperar que los estudios paleontológicos revelaran un paralelismo muy acusado entre el aumento del tamaño del cerebro y el grado de sofisticación de las herramientas. Diamond, Jared. (2008)
La estrategia sexual de las hembras según Richard Wrangham en el caso de los homosapiens como bonobos, fue aumentar los periodos de fertilidad al tiempo que las hembras encontraron estrategias para cubrir sus periodos de estro, ello permitió mantener por más tiempo a los machos próximos al grupo. Con la vida en grupo y los cambios introducidos en la formas de relaciones de la especie se modificaron los periodos de crianza, los cuales alargaron, lo que ocasionó al mismo tiempo que las hembras se vieran más receptivas a conservar la relación con los machos padres de sus hijos y con ello el surgimiento de las primeras formas de familia.
De estos machos por los restos fósiles y los análisis de poblaciones actuales se observa un subproducto de la auto-domesticación que inicio por lo que yo llamó por sexo dependencia, un proceso que modificó el dimorfismo sexual inicial de distinción que diferenciaba a los géneros (masculino – femenino), generando cambios graduales en la complexión física de las especies.
En el caso de los homosapiens como bonobos la estrategia trajo una feminización de los cuerpos masculinos, y por contraparte, como distinción de otra estrategia evolutiva los chimpance como especie privilegiaron la selección de genotipos masculinos para que los cuerpos de las hembras fueran masculinizados modificando así el físico de la especie, haciéndose al mismo tiempo tambien más agresivas las hembras comparadas con sus contra partes en homosapiens y bonobos, incluso siendo más agresivas que los machos de su especie. Para Wrangham esto es muestra de lo que él denomina síndrome de domesticación “cuerpos más pequeños, caras más cortas, dimorfismo sexual reducido y cerebros más pequeños”. Privilegiando características paidomorficas[1] en adultos.
Lo observado con los bonobos y chimpancés en “estado salvaje” la estrategia de auto-domesticación, trajo consigo cambios importantes no sólo en la apariencia física de la especie, sino también en las estrategias de reproducción social del grupo, basados en la atracción sexual. La nueva forma llegó emparejada con otras estrategias de socialización. Los grupos se asentaron y desarrollaron estrategias diversas para conservar la paz y armonía entre los individuos, destacando por este principio sexual la homosexualidad como forma expresiva para mitigar el conflicto y dirimir situaciones de riesgo que pudieran desencadenar violencia física entre los integrantes del grupo.
“Con el tiempo, las transiciones morfológicas en dirección al Homosapiens que son detectables por primera vez en Jebel Irhoud, la gente se volvió más elaborada e intensificada. Los fósiles de otras partes de África muestran que, en algún momento después de 200,000 años atrás, hubo nuevas reducciones en el tamaño de la cresta de la cara y la frente. Las diferencias de sexo también disminuyeron, ya que los rostros masculinos se volvieron más femeninos. Mucho más tarde, durante el Paleolítico superior desde hace 40,000 años en adelante, todo el cuerpo también se volvió más liviano, a juzgar por una reducción en el diámetro del fémur (el fémur). Las extremidades también se volvieron menos robustas: eran menos huesudas. El efecto se ve en una sección transversal de un brazo o una pierna. La pared de la corteza ósea que rodea la cavidad que contiene la médula se volvió más delgada. En los últimos 35,000 años, las diferencias de sexo en altura y tamaño de los dientes también se han reducido. De todas estas formas, el moderno Homo sapiens es una especie masculina con menos fuerza que nuestros antepasados hace 300,000 años. Nuestros antepasados se feminizaron.” Wrangham, Richard (2019)
Las tres especies de homos presentes en la actualidad conductas sexuales de homosexualidad, así como la disminución de las diferencias sexuales del dimorfismo sexual.
Para el caso de los homosapiens la cultura en diferentes momentos ha transformado la estética de los cuerpos. Se debe considerar la evidencia que desde la base biológica encontrada con antigüedad aproximada de 300.000 años tanto por Jean-Jacques Hublin y Helen Leach, los cambios en el dimorfismo sexual de la especie ha privilegiando una auto-domesticación que utiliza la estrategia de feminización de la masculinización.
En distintos momentos por esta selección inconsciente generada por la auto-domesticación de la especie en conjunción con un número significante de expresiones culturales igualmente inconscientes, se han desarrollado un sin fin de expresiones culturales que distinguen diferentes usos de los cuerpos. Es la selección cultural la que en gran medida ha aumentado o disminuido este proceso selectivo en diferentes momentos de la evolución biológica y cultural de la especie. Se puede observar como la especie tiende a disminuir su dimorfismo sexual privilegiando los rostros y cuerpos estilizados y de apariencia infantil y femenina en oposición a los cuerpos robustos, gruesos y musculosos que los machos pueden desarrollar. En la actualidad la especie sapiens privilegia la disminución del dimorfismo sexual, pero distingue que premia el paidomorfismo en adultos principalmente en mujeres, como señal de distinción, y dominación masculina, posiblemente subproducto de la auto-domesticación en la especie. A pesar de la familiaridad que nosotros tenemos para distinguir las diferencias sexuales entre los homosapiens, los ojos no entrenados en la etnología comparada de primates no logran distinguir con facilidad las diferencias sexuales entre bonobos y chimpancés, por lo que es posible que si fueran estudiados por primera vez los sapiens por otra especie diferente, ellos no podrían a primera vista distinguir las diferencias sexuales de los homosapiens.
Charles Darwin afirmó en su tiempo que el hombre no había sido domesticado pero acertó en señalar que debería existir una hipótesis en ejecución que permitiera la disminución de la agresión entre los individuos y privilegiará el trabajo en conjunto, sobre todo la vida en sociedad.
Como ya se señaló por las observaciones de Wrangham, Diamond, Noah Harari y Desmond Morris la actividad sexual de los homo es la clave para entender ese proceso de adaptación que distingue a los homínidos del resto de los primates y simios. Comparados con sus primos los Gibones, Gorilas y Orangután son los Sapiens, Chimpancés y Bonobos los mejor adaptados para la las relaciones sexuales, las cuales las expresan en diversas formas, momentos y espacios, con ingenio, creatividad y mucha actividad lúdica. La hipótesis del poder femenino y la adaptación a los procesos de reproducción para acortar la frecuencia de los periodos de estro y aumentar el tiempo de celo son muestra de la estrategia en acción y con ello la atracción del macho por las hembras, pero al mismo tiempo que el cuerpo del macho, en el caso de los Sapiens y Bonobos se feminizan, son los órganos reproductores de los machos los que tienen más comparativamente hablando entre las familias de los primates. Adaptaciones físicas posiblemente generada como sub producto de la actividad lúdica por la que los machos y hembras desarrollaron en conjunción un proceso adaptativo de auto-domesticación que privilegio el crecimiento del pene.
“Los instintos sociales adquiridos por el hombre de un estado muy grosero, o seguramente por sus primitivos progenitores simianos, son aún hoy el móvil de buena parte de sus mejores acciones; pero éstas son principalmente determinadas por los deseos expresados y las opiniones de sus semejantes, y más a menudo aún por sus propios y egoístas deseos. Los sentimientos de amistad y de simpatía, a pesar de todo, lo propio que la facultad de ejercer imperio sobre sí mismo, se fortalecen por el hábito, y como la fuerza del raciocinio progresa en lucidez y permite al hombre el aquilatar la justicia de la opinión de los demás, llegará un día en que se verá obligado a seguir ciertas líneas de conducta, independientemente del placer o de la pena que siente al hacerlo. Entonces podrá decir: «Yo soy el juez supremo de mi propia conducta», y, repitiendo las palabras de Kant: «No quiero violar en mi persona la dignidad de la humanidad».” Darwin, Charles (1871)
El sexo como actividad reproductiva y lúdica forma un engranaje de auto-domesticación, modificando no solo los cuerpos si no tambien comportamientos. La cultura en diferentes tiempos y espacios ha sido la encargada de simbolizar y dotar de contenido esas diferencias distintivas del dimorfismo sexual. Como características consecuentes las hembras debieron también privilegiar que los machos mostraran no solo menor violencia reactiva en contra de los miembros de la misma especie. Premiaron machos que tolerarán, cooperaran y aceptaran vivir en grupo para facilitar la tarea de protección y cuidado de los hijos, al mismo tiempo que las formas de placer sexual se convirtió en una actividad preponderante en la unión y cooperación entre individuos, desarrollándose relaciones tanto heterosexuales como homosexuales como estrategias de socialización.
Homos Lengua
En el proceso evolutivo aún con las con las similitudes entre las especies de homo, es el sapiens que ha demostrado por sus procesos de adaptación la capacidad de un lenguaje que fue perfeccionado hasta ser capaz de crear ideas abstractas para conservar, transmitir y transformar unidades culturales, por medio de la lengua. El proceso se piensa comenzó hace más de 765,000 años en alguna rama de los primeros homos, aunque no se puede evaluar directamente el proceso esas son las estimaciones actuales.
“Lo más probable, por lo tanto, la capacidad lingüística mejoró sustancialmente en el linaje del Homo sapiens en comparación con todos los demás Homo. Con esa mejora vino la capacidad de los individuos dentro de un grupo para formar coaliciones que excluyeron a un miembro del grupo que se había convertido en un agresor dominante. Esas coaliciones permitieron la selección humana contra hombres excesivamente agresivos. El resultado fue un cambio continuo en la dirección de una especie más cranealmente graciosa, libertina y tolerante, o auto domesticación.” Wrangham, Richard (2019)
Es esta característica de lenguaje es la que más distingue al sapiens del resto de los homos, además de su desnudez. Experimentos con chimpancés, bonobos y gorilas han demostrado que dichas especies tienen la capacidad para comprender lenguajes sapiens e incluso ideas abstractas. Lo anterior muestra una gran capacidad de adaptación y aprendizaje presente en los demás homos, que antes de estas evidencias se consideraba que era una capacidad única de los monos desnudos. La controversia surge cuando se cuestiona que esta característica de aprender una lengua han sido en condiciones de laboratorio, como un subproducto del “choque de especies”, al momento no se ha logrado demostrar o tener evidencia si esta capacidad de adquirir y transmitir ideas abstractas presente en condiciones de laboratorio en las otras especies de homos son realizadas o practicadas en estado salvaje. Hasta podemos afirmar con respecto al uso del lenguaje humano por parte de los homo en laboratorio que son evidencias de un préstamo lingüístico entre especies. Pero que tienen la capacidad de aprender y desarrollar su propias ramas de lenguas es un potencial que hasta el momento no se ha observado.
Bibliografía
Darwin, Charles. (1871). El origen del hombre. London: John Murray, Albemarley Street.
Diamond, Jared. (2008). El tercer chimpancé: origen y futuro del animal humano. España: Debolsillo.
Wrangham, Richard (2019). The Goodness Paradox (La paradoja de la bondad: la extraña relación entre virtud y violencia en la evolución humana). Estados Unidos. Pantheon Books.
Noah Harari, Yuval. (2014). De animales a dioses Breve historia de la humanidad. España: DEBATE.
En la web
(2019, junio 24). Vivir en casas pequeñas causan homosexualismo y violaciones. Recuperado el septiembre 11, 2019, de https://dialogosenpluralidad.com/2019/06/24/vivir-en-casas-pequenas-causan-homosexualismo-y-violaciones-karina-banda/
(2017, junio 8). El homo sapiens es más antiguo de lo que se pensaba. Recuperado el septiembre 11, 2019, de https://www.losandes.com.ar/article/el-homo-sapiens-es-mas-antiguo-de-lo-que-se-pensaba
Notas
- Paidomorfismo: Etimológicamente significa forma de niño, en términos evolutivos se le denomina Ineotenia, quiere decir que existen o prevalecen caracteres infantiles en estadios ontogénicos en el desarrollo que no les corresponden; se expresan a través de la persistencia de rasgos infantiles en estadios adultos, esto sólo se creía sucede con los humanos (sapiens), pero las observaciones en campo demuestran que tanto chimpancés como bonobos por el proceso de auto-domesticación también presentan esta característica en sus poblaciones. ↑