HASTA SIEMPRE MAESTRO RUBÉN FUENTES 1926 – 2022
Una de las canciones mexicanas que literalmente conoce todo el mundo, es La Bikina. Sobre ella, se tejen muchas historias de su origen; lo importante es la fama que ha dado a nuestro país y su autor. Claro, la canción mexicana número uno sigue y seguirá siendo Bésame Mucho, pero esa es otra historia.
La Bikina es apenas el botón de muestra del enorme aporte que dio a la música popular mexicana el Maestro Rubén Fuentes Gassón, o sólo Rubén Fuentes, como todo mundo lo identifica. En mi artículo sobre Marco Antonio Muñiz, publicado en este mismo espacio, ya hablaba mucho de la importancia que tuvo el Maestro Fuentes en la carrera de este importante intérprete jalisciense, pero también está indisolublemente ligado al mariachi más famoso del mundo, el Mariachi Vargas de Tecalitlán, del cual formó parte como violinista, luego arreglista y finalmente Director artístico. Tampoco se podría imaginar a Pedro Infante sin el inmenso apoyo de Rubén Fuentes, ya que fue éste el productor de toda la discografía del ídolo de Guamúchil, así como lo fue también de Miguel Aceves Mejía.
Rubén Fuentes Gassón, nació el 15 de febrero de 1926 en Ciudad Guzmán, Jalisco, y siendo hijo de padres músicos, era de esperarse su inclinación a este Arte, eligiendo el violín como su instrumento principal, aunque también estudió piano y guitarra en su pueblo natal, para continuarlos luego en la Perla Tapatía.
Se unió al mariachi Vargas de Tecalitlán en 1944 como violinista. Para ellos arregló y compuso muchas de las piezas infaltables en el género como El son de la negra, Camino real de Colima, Qué bonita es mi tierra, La culebra, Las alazanas, y muchas más. Tan sólo Marco Antonio Muñiz le grabó unas 70 canciones, entre las que destacan: Luz y sombra, Escándalo, El despertar, Sabes una cosa, La Bikina, Que murmuren, El pecador, etc. Salvo muy pocas excepciones en que Muñiz grabó en otros países, Rubén Fuentes produjo la mayoría de sus discos y en cada uno, hay al menos una canción del maestro.
Rubén Fuentes fue Director musical de la RCA Victor de 1950 a 1960, década en que desfilaron por ahí una pléyade de artistas que hoy son parte indeleble de la música mexicana, y siempre contribuyendo a sus éxitos, la música de Rubén Fuentes.
La primera canción exitosa fue: Cien años, en la voz de Pedro Infante, canción que luego han grabado muchos artistas más. Curiosamente, casi todos dicen: “Pasastes a mi lado…”
No siempre compuso en solitario. Algunas letras son de Martha Roth, quien fue su esposa, Silvestre Vargas, director del mariachi Vargas, Rubén Méndez, Mario Molina Montes, Rafael Cárdenas, Alberto Cervantes, y algunos más.
La música del maestro está ya para siempre plasmada en infinidad de discos con las voces de Pedro Vargas, Vicky Carr, Linda Rostand, Lucerito, Marco Antonio Muñiz, Pedro Vargas, Libertad Lamarque, El mariachi Vargas, Flor Silvestre, Amalia Mendoza, Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, Lucha Villa, Estela Núñez, Jorge Negrete, Javier Solís, Julio Iglesias, Amalia Mendoza, Luis Miguel, Lola Beltrán, María de Lourdes, Rocío Durcal y muchísimos más.
Capítulo aparte, es la gran colaboración que tuvo con José Alfredo Jiménez. Éste llegaba con el maestro con las letras de sus canciones y se las cantaba; entonces Fuentes las ponía en notas. Es decir que hoy día, hasta la última canción de José Alfredo, fue escrita (no compuesta) por Rubén Fuentes.
Fue declarado el mejor compositor del año en 1954, 1958, 1959 y 1971; discos de platino por sus producciones Lucero de México y Cariño de mis cariños. Recibió el codiciado Disco de Oro y recibió varios reconocimientos internacionales por su labor como compositor y arreglista. Su canción Ni princesa ni esclava cantada por Vikki Carr, recibió un Grammy, y como productor recibió otro por su labor con Linda Ronstadt en Canciones de mi padre.
Poco afecto a los homenajes, vivió sus últimos años retirado de la vida pública, pero siempre activo. Nos dejó este pasado 5 de febrero, a unos días de cumplir 96 años de edad.
Descanse en paz, maestro Rubén Fuentes.