EL MURALISMO CONTINÚA SIENDO EL ARTE SOCIAL POR EXCELENCIA ENTREVISTA CON EL PINTOR OSWALDO BARRA CUNNINGHAM

March 27, 1990

ENTREVISTA AL PINTOR OSVALDO BARRA. C.

22 DE DICIEMBRE DE 1989

PALACIO DE GOBIERNO.

ENTREVISTA NO. 1

Carlos Reyes Sahagún, cronista del municipio de Aguascalientes por decisión del H. Cabildo de esta demarcación administrativa, a sus habitantes sabed: que el próximo viernes 4 de febrero se cumplirán 100 años del nacimiento del artista chileno Osvaldo Barra Cunningham, a cuya imaginación y trabajo se deben los 4 murales del Palacio de Gobierno, y uno más, que realizó en compañía de otros artistas, en las oficinas del Instituto del Deporte.

El pintor, nacido en la sureña ciudad de Concepción, residía en México desde 1953, a donde vino al ganar una beca para estudiar en la capital mexicana. En Aguascalientes trabajó inicialmente de 1960 a 1962, pero ya no perdió contacto con nuestra ciudad, a donde se presentaba de cuando en cuando, a visitar a los amigos que había hecho en un primer momento.

Hacia fines de 1989 regresó a ejecutar dos proyectos, por encargo del gobernador Miguel Ángel Barberena Vega. Nada más enterarme que vendría surgió el deseo de entrevistarlo, interesado en prenderle una estrellita a mi trayectoria periodística (ilusiones que se hace uno). En aquel tiempo publicaba yo en El Unicornio, de El Sol del Centro, por lo que de seguro la entrevista sería para este medio. Así que un día de esos, de fines de 1989, me apersoné en el Palacio de Gobierno, y me acerqué a donde trabajaba, en la pared de las oficinas del gobernador, el mural titulado Los colores de la bandera. Tenía esbozado una parte del lado izquierdo, trazos negros sobre la pared blanca y pintada sólo un pedazo en la parte superior izquierda.

Desde luego no recuerdo qué le dije, pero sí que accedió a la entrevista. Así que regresé al día siguiente, no con una grabadora de reportero, que no tenía entonces, sino con uno de esos artilugios grandotes, que servían también para tocar casets.

He de confesar el asombro que la noticia de su regreso me causó. Acostumbrado a los murales desde niño, tontamente supuse que su autor ya no viviría; así de antiguos me parecían. Aparte, tenía un conocimiento más o menos pertinente del escándalo que se generó en la prensa local cuando los pintó.

Con el paso de los años he aprendido otras cosas sobre los murales, tanto las que ha dado a conocer el doctor Luciano Ramírez Hurtado, como las que he averiguado por mi cuenta. Ahora, con esta conciencia en mente (iba a decir “en mano”) confieso que en su momento debí haber sido más, digamos, incisivo, o atento con algunos aspectos que entonces me pasaron de largo. En fin, que ni remedio con esto: Barra murió en mayo de 1999.

Finalmente diré que en la plática se habla de cosas que ahora, más de 30 años después resultan anacrónicas, y que espero no traigan confusión en su lectura, y si esto último ocurre, nomás pregunte, y yo contesto…

La entrevista se publicó en Espacios, Cultura y Sociedad, revista del Instituto Cultural de Aguascalientes, en el verano de 1991. Ahora la reproduzco en varias partes, tomando como pretexto este centenario de Barra que se cumple el próximo viernes. Así que corre y se va con la primera entrega.

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Entre 1961-62, el artista chileno Osvaldo Barra Cunningham pintó en el Palacio de Gobierno de Aguascalientes dos murales. El primero, que él llama «el mural social», está ubicado en la pared sur del segundo patio, en la planta baja. El otro, cuyo tema es la Feria Nacional de San Marcos, fue realizado en la planta alta del primer patio, en el lado norte del edificio. En el caso del primero, Barra lo realizó luego de ganar un concurso convocado por el Gobierno del Estado. En relación al mural sobre la feria, éste le fue encargado por el entonces gobernador del estado, ingeniero Luis Ortega Douglas.

En 1989, el gobernador Miguel Angel Barberena Vega lo invitó a pintar un nuevo mural en la planta alta del segundo patio del Palacio de Gobierno, justo en las paredes que limitan las oficinas del ejecuti­vo estatal.

A partir de un viejo proyecto, el maestro Barra comenzó a trabajar en el nuevo mural en octubre de 1989 y lo terminó a mediados de 1990. Actualmente el pintor trabaja en un nuevo mural que cubrirá las paredes de la planta baja en el primer patio, justo en el área de cajas de la Tesorería General del Estado, en la parte norte del edificio, y la puerta que desemboca en la Plaza de la Patria.

Entrevisté al muralista en palacio, el 22 de diciembre de 1989. Me recibió en su «estudio», un cuartito improvisado con paredes de tablarro­ca ubicado debajo de la escalera que divide ambos patios del inmueble. El espacio es reducido. Apenas si cabe una mesa, también im­provisada con una hoja de madera y un par de tambos para aceite en la que descansan, desordenados, varios ejemplares de los periódicos locales, algunos botes de pintura y una serie de cuadros de una exposición recién montada. En el suelo yacen varios esbozos en papel mantequilla esperando ser plasmados en el muro. En una de las paredes del estudio, que también cumple funciones de bodega, cuelga un calen­dario cuya propaganda me llama la atención: «Perder 100 pesos, 1000 pesos, o más, pero un cliente jamás».

Me ofrece un café y un banco alto mientras que él se sienta en otro más bajo. De entrada me dice que la graba­dora lo inhibe y que en realidad no le gusta hablar. «Soy pintor», afirma, «no me escuche, mejor véame pintar, ya que la pintura debe hablar por sí misma y si uno la describe ya se está recurriendo a otro arte para auxiliar a aquello que no se expresó bien». Sin embargo hablamos sin prisas. Mientras me contesta, el maestro sonríe a veces, y a veces parece buscar las respues­tas en la nada. (Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a carlos.cronista.aguascalientes@gmail.com).