HOY: LA DEMENCIA FINANCIERA.

Por efecto de la pandemia y de las consecuencias del capitalismo financiero, la economía mundial está sufriendo una de las peores crisis de su historia. Al mismo tiempo las bolsas de valores, sobre todo la de EUA, viven un auge, una burbuja especulativa impresionante. La economía se hunde, las deudas crecen y las bolsas suben.

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En la sección de negocios del New York Tiimes del viernes 21, se publicaron estos comentarios: “la deuda de los Estados Unidos ahora excede el tamaño de su producto interno bruto. Esto se consideró un escenario apocalíptico que arruinaría la economía. Hasta ahora, eso no ha sucedido”; se señala que es consecuencia de “La pandemia del coronavirus, y el colapso económico que siguió, desató una racha histórica de préstamos gubernamentales: billones de dólares para pagos de estímulo, expansiones del seguro de desempleo y préstamos para apuntalar a las pequeñas empresas y mantener a flote a las grandes empresas.” Sin embargo, el optimismo del New York Times, la nota prevalece: “Pero la economía no se ha ahogado en una avalancha de tinta roja, y hay una sensación cada vez mayor de que el país podría asumir aún más sin consecuencias graves.”

La misma nota nos señala que la deuda federal de los EUA, alcanza 20.3 millones de millones de dólares. Cifra que es simplemente impresionante. A esta cifra habría que agregar la enorme deuda de las empresas financieras y no financieras y las además, las deudas de las familias. Otro tanto sucede en otros países desarrollados del mundo, aunque en este caso parece ser que la deuda de las empresas y familias, la tendencia al crecimiento ha sido menor.

En los últimos 3 meses el Indice de la Bolsa de NY S&P creció 18.3%; el Indice de las acciones tecnológicas Nasdaq lo hizo en 25.6%. Las acciones de empresas tecnológicas han sido una palanca. En Europa, se presenta un proceso más prudente y, en el último mes, las acciones cayeron entre un 3% y un 4.3%. Eh Asia hay una tendencia a la estabilización. En México, a pesar de la caída del viernes, la tendencia es al alza desde el mes de abril.

A pesar de todo, las bolsas siguen creciendo. ¿Por qué?

En mis análisis personales este crecimiento se debía a un exceso de liquidez generado por las bajas tasas de interés y la emisión de dinero por parte de los bancos centrales. Mucho dinero líquido disponible, que no se invierte en el sector productivo, dada la fuerte caída, no se pueden comprar muchos títulos de deuda por efecto la tasa de interés casi nula y por tanto, se van hacia la bolsa de valores. En ellas, las compras hacen que suban los precios y el alza de los precios atrae nuevos compradores; se trata de lo que se denomina una causalidad recursiva, que se retroalimenta en forma multiplicada en la burbuja financiera.

Esto me parecía válido pero insuficiente para explicar el proceso de crisis en el sector productivo y auge en el bursátil.

Por fortuna llegó a mis manos el libro de Michel Aglietta “CAPITALISM. TEMPS DE RUPTURES. (ODILE JACOB ECONOMIE NOVIEMBRE 2019.) Captalismo . Tiempos de rupturas. Es un libro excelente que, por desgracia, hasta el momento sólo se encuentra en francés.

Es importante señalar que para Aglietta, el tiempo de ruptura, corresponde a mutaciones que dan lugar para fundar la evolución. Es decir, el cierre de un ciclo que abre nuevas oportunidades para rehacer el mundo en otro ciclo.

En la economía hay un sector productivo en dónde se generan bienes y servicios y otro financiero, en el cual lo central es hacer dinero por medio del dinero.

Según este autor, Aglietta, después de la Segunda Guerra Mundial, hemos tenido dos tipos muy diferentes de capitalismo: el capitalismo CONTRACTAUAL y el capitalismo FINANCIARIZADO.

CAPITALISMO CONTRACTURAL.

Sus características principales son las siguientes:

1.- En él existe una relación salarial producto de una negociación colectiva.

2.- Se establece una protección social.

3.- Hay una regulación estricta del sistema financiero.

4.- Existe un sistema monetario internacional basado en los acuerdos de post guerra de Breton Woods que implican tipos de cambios fijos y adaptables.

5.- Salarios mínimos.Salarios indexados al aumento de productividad.

6.- Fiscalidad progresiva.

7.-Asistencia a familias con bajos ingresos.

8.- Sistema de crédito muy reglamentado.

9.- El Estado producía las infraestructuras públicas, dirigía la urbanización, planificaba la educación.

Pero, a partir de 1960, el incremento de productividad se ralentizó. Se acabó el potencial del sistema taylorista. Se buscó intensificar el trabajo para compensar la baja en el crecimiento de la productividad. Llegó a su fin del sistema Breton Woods. Hubo dos choques petroleros en 1973 y 1978 que condujeron a presiones inflacioniarias y un conflicto internacional por la distribución del ingreso.

Los sindicatos perdieron fuerza y se generaliza la individualización del contrato de trabajo con lo cual, los empresarios ganaron poder.

Además, gracias a la revolución de las tecnologías de la información se logro: destrucción de estructuras de administración intermedia y su integración modular a los grupos mundializados. Los oligopolios, dominaron las cadenas de suministro, producción y distribución, se desmantelaron las estructuras de salarios estables.

CAPITALISMO FINANCIARIZADO.

Impulsado por Reagan y Thatcher, surge un nuevo régimen financiarizado denominado neoliberalismo.

El capitalismo financiarizado (dominado por el sector financiero), ampliamente monopolizado.

En el sector financiero no se produce ningún bien o servicio. Se genera dinero a partir del dinero y se tiende a convertir en una economía de renta; es decir, ganar mucho dinero sin producir nada.

Desde 1980, se presentaron dos rupturas muy importantes. Primero, se dio un incremento extremo de tasas de interés, lo cual atrajo mucho capital a la compra de obligaciones. Segundo con la entrada de India y China a la globalización, se duplicó la oferta de trabajo en el mundo, y con ello hubo una inundación de bienes a bajo costo: el mercado mundial; Estos dos hechos afectaron notablemente al Capitalismo contractual e impulsaron el capitalismo financiarizado dominado por grandes oligopolios mundiales.

Estos hechos tuvieron un fuerte impacto sobre división internacional del trabajo. Hubo una explosión de desigualdades por la concentración del capital. La financiarización devino una economía de renta que es un obstáculo al crecimiento ya que ahoga la competencia, disminuye el peso de la inversión productiva, reduce la parte de salarios en el PIB, fragmenta el mercado de trabajo y somete el incremento del consumo al aumento de deuda. Todo ello conduce a un régimen de “estancamiento secular”.

Las empresas cambiaron su estrategia de acción y de dirección. Ya no se buscó la ganancia por medio de la producción de bienes y servicios, sino que se impuso en el mundo, como en los EUA, una gobernanza para los accionistas de las empresas. Es decir, se buscó la ganancia por medios bursátiles y no por medios productivos.

El mercado financiero trata a la empresa como una colección de activos según el valor de sus acciones que se mide a muy corto plazo.

El dominio de lo financiero sobre la sociedad se incrementó el poder de los monopolios.

Gran poder económico y de los oligopolios, búsqueda de ganancias por medio de la especulación financiera. Compra abundante de las propias acciones por parte de la empresa. El aumento en el precio de las acciones deja ganancias rentistas muy elevadas, aunque haya estancamiento y/o caída en los niveles de producción.

Todo esto es muy provechoso para unos cuantos, pero muy peligroso para el mundo.

Continuaré con este análisis.

Juan Castaingts Teillery Profesor Investigador UAM-I.