LA ECONOMÍA Y SOCIEDAD ANTE LA ANSIEDAD, EL PELIGRO Y LA CONFUSIÓN.

LA ECONOMÍA Y SOCIEDAD ANTE LA ANSIEDAD, EL PELIGRO Y LA CONFUSIÓN.

Dos palabras definen una buena parte de los sentimientos que tenemos los mexicanos de los eventos económicos y financieros que estamos viviendo: peligro y confusión.

Tenemos cuatro elementos claves para juzgar una situación económica: el riesgo, la incertidumbre, el peligro y la confusión. En épocas en las que predomina cierto orden, el riesgo y la incertidumbre prevalecen; cuando el orden se rompe, entramos a un caos en el que el peligro y la confusión predominan como es el caso actual, y ésto no sólo es el caso para la enfermedad, sino también para lo económico y lo social. En estas situaciones se vive en estrés, ansiedad y miedo. Y en mi análisis, hoy vivimos estas condiciones no únicamente en la salud sino también en la economía y en los mercados financieros.

 

[bctt tweet=»Presentaremos primero el sentido de lo que significa riesgo, incertidumbre, peligro y confusión» username=»crisolhoy»]

 

Por eso hoy vivimos un auténtico crac bursátil y el inicio de lo que parece una problemática crisis económica. La PROFUNDIDAD Y LA DURACIÓN DE LO QUE SUCEDEN EN LO BURSÁTIL Y LO FINANCIERO ES IMPOSIBLE DE PREVEER. 

Presentaremos primero el sentido de lo que significa riesgo, incertidumbre, peligro y confusión y luego, en forma sintética, presentaré lo que yo creo son los aspectos principales de la crisis financiera y de la económica.

1.- RIESGO, INCERTIDUMBRE, PELIGRO Y CONFUSIÓN.

El riesgo se da cuando los eventos futuros pueden calcular la probabilidad de que ocurra un evento determinado; la incertidumbre proviene cuando no hay forma de calcular ningún tipo de probabilidades de un evento futuro.

Calcular la probabilidad quiere decir que se dispone de una muy buena cantidad de información tal que, se logre calcular una función de probabilidad con la cual, se puede decir que existe tal probabilidad de que acontezca un evento específico. Cuando la información disponible no es suficiente para calcular tal función de probabilidad, se tiene incertidumbre y no se sabe calcular de que algo pueda suceder en el futuro.

Cuando la sociedad vive un cierto orden establecido entones, se puede esperar que las funciones de probabilidad elaboradas con los datos del pasado, se mantengan más o menos constantes y válidas para el futuro, por lo menos para un futuro cercano. De todas maneras, aún cuando el orden social, económico y político mantenga una estabilidad, estas funciones de probabilidad se deben ir ajustando para mantenerlas al día.

La incertidumbre no se calcula, pero se aprecia. Dado el pasado y las ideas que se forjan sobre el futuro, los seres humanos suelen hacer apreciaciones sobre la fuerza y la importancia de lo incierto así, se suele pensar y apreciar a la incertidumbre como suave, regular o fuerte. Obviamente que esta apreciación está sujeta a errores, pero como el futuro no se adivina sino se construye, las apreciaciones sobre la incertidumbre dominantes que producen los grupos poderosos, generan atractores para la construcción del futuro e imitaciones fuertes.

Han habido y hay momentos en la historia en que, incluso los poderosos no logran apreciaciones satisfactorias para ellos o bien su apreciación de la incertidumbre los lleva a pensar que están en momentos peligrosos.  Sin embargo, hay que distinguir dos etapas del peligro. En la primera, se tiene consciencia del peligro existente, pero se tiene confianza en los razonamientos y cálculos que se hacen para orientar las acciones. En la segunda, se pierde confianza en los razonamientos y cálculos y se entra en la CONFUSIÓN; ya no se sabe bien ni cómo calcular ni cómo razonar bien.

  Desde mis análisis, estamos en la primera etapa de la confusión y además en ella, el actor no alcanza a comprender los hechos sociales, económicos y políticos a los que se enfrenta, se siente perdido, no comprende y no sabe bien qué hacer.

2.- CRISIS BURSÁTIL Y ESTANCAMIENTO ECONÓMICO.

En economía, los ciclos económicos normales provienen, en buena medida, de una relación de estos cuatro elementos: riesgo, incertidumbre, peligro y confusión. Hay que distinguir dos situaciones: aquella en que el dominio de los cuatro elementos es el riesgo y entonces tenemos el ciclo económico normal y, aquella en que dominan la confusión y el peligro y entonces vivimos una situación de crisis tal y como la tenemos hoy día.

En el ciclo normal, bajo el dominio del riesgo, hay alzas y bajas importantes en la economía. En el momento del auge, el riesgo domina la incertidumbre, los actores se sienten seguros de sus cálculos y realizan inversiones, lo mismo que los consumidores que también aumentan sus compras. Llega un momento en que la incertidumbre aumenta, pues se piensa que la economía ya creció demasiado, que posiblemente exista la posibilidad de un sobrecalentamiento, que la bolsa se encuentra sobrevaluada, etc., y en tal caso, se tiende a imponer una situación de prudencia y ésta provoca reducción en la inversión y el consumo; la economía primero se estanca y luego cae. En la caída, el actor vive como si los eventos inciertos sobrepasaran a los riesgosos y entonces se contraen las inversiones, aumenta el desempleo y el consumo baja. Estas son las épocas de auge y caída de toda economía moderna y son naturales (en el sentido de que son inevitables) aunque se pueden paliar con una política económica adecuada.

No vivimos un ciclo normal. Vivimos momentos que están fuera de lo común

Hay que recordar que, como lo dije en el artículo anterior La crisis que vivimos es compleja y sistémica y profunda,  el coronavirus no es mas que el elemento externo, de alta intensidad y complejidad; es cierto, que llega a un mundo inestabilizado por 10 elementos distintos y relacionados entre sí que implican problemas muy fuertes. A esto hay que agregar el sentimiento de peligro y confusión que están generando un miedo globalizado.

Vivimos un crac, las pérdidas son enormes en todo el mundo: Escribo el 03-22-20, a las 5:30. Las pérdidas son enormes: en EUA el S&P cayó en un mes 28.9%; en un mes en Inglaterra -30.2%, Alemania 34.6%, en Francia -33.3%, en Japón -29.2%, en Hong Kong -16.5%, en Shanghái -9.39%. Y además, el petróleo se cotizaba en 21. dólares el barril. A nivel anual todos los mercados registran cifras negativas muy profundas. Nótese que con fuertes distancias China es la menos perdedora.

Hay que recalcar que los mercados viven altibajos fuera de lo común. En un día registran pérdidas históricas y al otro, subidas importantes. Esto es el resultado de un conjunto de factores, de entre ellos destaco tres: Primero, en mi memoria, nunca en la historia de la humanidad se habían dedicado recursos de los gobiernos y de los bancos centrales, tan gigantescos como ahora para salir de la crisis; esto ha generado repuntes considerables, pero la inyección de recursos no ha sido suficientemente convincente. Segundo, los actores están dominados por el sentimiento de peligro y confusión y por eso lo que un día sube, mañana baja; no hay forma de calcular ni de prever. Tercero, se está tendiendo a actuar y especular con una visión de cortísimo plazo; hoy el mercado sube por efecto de las políticas del banco central y gobiernos y todo el mundo se lanza a la especulación al alza y al día siguiente, por efecto del peligro y la confusión.

En la economía productiva de bienes y servicios las expectativas no son positivas. Primero, el coronavirus está paralizando países enteros. Segundo, La gente vive también el sentimiento de peligro y confusión y deja de salir y comprar muchas cosas, las ventas caen. Tercero, se desvanece el efecto riqueza, o sea la sensación de ser rico de los que especulan y ganan en la bolsa y ellos reducen sus compras. Cuarto, en muchos países, los seguros de vejez y desempleo se privatizaron y los fondos se invirtieron en bolsa con lo cual, hoy viven pérdidas enormes y la consecuente angustia y caída en sus compras. Quinto, La suspensión de compras deja sin liquidez a muchas empresas y por lo tanto, sin su capacidad de pagos; la cadena de pagos se rompe y surgen problemas de pagos importantes.  Sexto, la economía informal y los pequeños comercios pueden sufrir graves problemas pues, por efecto del coronavirus, no sólo tendrán menos clientes, sino que les pueden cerrar sus puestos.

 Nadie puede predecir lo que va a pasar. Pero para atacar un problema lo primero es comprenderlo. Actuar sin comprensión es otra fuente de peligro.

Seguiré dando mis REFLEXIONES. Agradeceré críticas y comentarios. 

Juan Castaingts Teillery.    Profesor Investigador UAM-I

Juan Castaingts Teillery

Profesor Investigador UAM-I

Juan Castaingts Teillery

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