Los límites de la libertad y de la demagogia
- La libertad necesita de orden y el orden de miedo. Robespierre el infame supuso la virtud necesitaba del terror para instaurarse, tenía razón en intuir que el primer límite de la libertad es: el miedo a perder el orden.
- Miguel De Unamuno escribió: 《 Y, sin embargo, el pueblo de los fariseos, donde nació la fe en la resurrección de la carne, esperaba vida social, la vida histórica, la vida del pueblo. Como que la verdadera deidad de los judíos no es Jheová, si no es el pueblo mismo judío. Para los judíos saduceos racionalistas, el Mesías es el pueblo mismo judío, el pueblo escogido. Y creen en su inmortalidad. De donde la preocupación judaica de propagarse físicamente, de tener muchos hijos, de llenar la Tierra con ellos; su preocupación por el patriarcado. Y así preocupación por la prole. Y de aquí que un judío, Carlos Marx, haya pretendido hacer la filosofía del proletariado y haya especulado sobre la ley de Malthus, un pastor protestante. Los judíos saduceos, materialistas, buscan la resurrección de la carne en los hijos. Y en el dinero, claro.. Y San Pablo, el judío fariseo, espiritualusta, buscó la resurrección de la carne en Cristo, en un Cristo histórico, no fisiológico1》. Curioso que el materialista saduceo Marx acertara en el diagnóstico del nihilismo tardo moderno: 《las mercancías creen por los hombres 》. El nihilista siglo XX de la técnica científica, la industrialización de la muerte, la bomba atómica que es el resumen de todos los miedos, heredó a la humanidad: un panteísmo materialista repleto de miedos, angustia, somniferos para conciliar el apacible sueño; noches sin oraciones repletas de terror es la herencia para muchos del funesto siglo XX, la muerte de Dios para los nihilistas y la herencia de algunos remedios certeros para el deterioro del organismo que dejaron las técnicas medicinales es lo que quedó del nihilista,convulso y oscuro siglo XX.
- Los hombres que tardan más en convertirse en vaporoso olvido son curiosamente nombres de individuos ignorados y abolidos durante su existencia. Como si el sufrimiento fuera aquel gran maestro que les enseña a reírse a carcajadas de la historia y la vanidad de querer inscribirse en la historia fuera lo último que les importara; es mas facil encontrarse en un libro a aquel mendigo sarcástico y risueño que habitaba en un barril junto a sus perros, y se supone habitaba en la más recalcitrante soledad que el nombre de cualquiera que se considere a si mismo importante. Diógenes resiste más el olvido que cualquier hombre normal de cualquier época.
- Pero incluso después de haber hecho una distinción entre la fuga y el viaje, la fuga continúa siendo una operación ambigua. ¿Quién puede asegurarnos que en una línea de fuga no vamos a encontrar todo aquello de lo que huimos? Huyendo del eterno padre-madre, ¿no vamos a encontrar de nuevo, en la línea de fuga, todas las formaciones edipianas? Huyendo del fascismo volvemos a encontrar concreciones fascistas en la línea de fuga. Huyendo de todo, ¿cómo no reconstruir nuestro país natal, nuestras formaciones de poder, nuestros alcoholes, nuestros psicoanálisis y nuestros papás-mamás? ¿Qué hacer para que la línea de fuga no se confunda con un puro y simple movimiento de auto-destrucción, el alcoholismo de Fitzgerald, el desánimo de Lawrence, el suicidio de Virginia Woolf, el triste fin de Kerouac2? Añadiría al maestro Deleuze: 《huyendo del comunismo me vuelvo a encontrar con la necesidad de planear los gastos y compartir, de querer dejar de vender mi trabajo y anhelar ser el explotador burgués, toda esa ansiedad convulsa que propaga el capitalismo y el facismo regresa a los comunistas: Fidel usando Mercedes Benz y un Rolex, tomando el poder hasta su muerte como Stalin; la línea de fuga se convierte en una fuerza autodestructiva llamada contradicción.
- Dice Gilbert Highet en su Tradición clásica: 《para los hombres de la Edad media eran desconocidas la mayor parte del mundo y la mayor parte de la historia, de manera que aceptaban con entusiasmo y alegría cuántas fábulas se les dieran de todo eso3.》Es evidente que la tardo modernidad tiene muchas semejanzas con el medioevo. La ideología, la publicidad y la propaganda, son las fábulas de nuestro tiempo técnico científico.
1 Unamuno, Miguel. La agonía del cristianismo. 1925.
2 Deleuze Gilles. Diálogos con Claire Parnet.[Gilles Deleuze se suicidó el 04 de noviembre de 1995. A los setenta años de edad se arrojó del séptimo piso de su departamento en París.
3 Highet Gilbert. La tradición clásica.