Los alguien y los nadie
Los somnolientos, los desaliñados, los derrotados, los brutos, los lascivos, los drogadictos, los haraganes, los que nunca entendieron el significado de la vida y del trabajo.
Todos ellos son nadie y no merecen ni el respeto de su madre dice la sociedad decente qué trabaja duro y es digna de la tecnología y el progreso, como si no fueran humanos ni semejantes, son más tiernos los simios qué los estorbos humanos.
Mientras un humano sea tratado como un animal no deberían existir diferencias entre animales y humanos, hasta los brutos tienen alma aunque no quieran los que supongan su alma es bella.
Parece que nadie puede ser alguien sin ostentar mercancías, alguna diferencia que les haga creer que merecen todo el lujo qué consumen.
Vivir sin consumir, existir sin producir, hasta las hormigas trabajan decía el sabio emperador Marco Aurelio.
¿Quiénes son los locos que tienen la cuenta en ceros y cuales son las consecuencias?
Los somnolientos, los desaliñados, los derrotados, los brutos, los lascivos, los drogadictos, los haraganes, los que nunca entendieron el significado de la vida y del trabajo, todos ellos perdieron el respeto de cualquiera que es alguien en la vida.
Todos ellos serán tratados peor que los animales mimados como un gato y un perro.
Son los millones de nadie, ni siquiera los manicomios quieren recibirlos, es preferible se suiciden.
Son los millones de estorbos, serán tratados peor que un burro de carga porque los burros trabajan y son útiles a la producción, las maquinas también y no reclaman nada.
Son aquellos que son necesarios para que los que son alguien se consuelen pensando que existen humanos peores, los nadie son el ejemplo malo, los hijos extraviados, los miserables malagradecidos.
Ay van los numerosos nadie, algunos de ellos llegan a ser músicos, poetas, llegan a transformar el ocio en arte pero la inmensa mayoría no, van directo al olvido antes de vivir el agónico desgaste de ser considerado un lastre.
Quizás el único triunfo al ser nadie es aprender mucho más rápido sobre la excesiva importancia y vanidad qué profesan los que se creen alguien, ellos inclusive creen en la eternidad porque solo los nadie merecen la muerte, el olvido, el infierno, la nada.