“RED” (“TURNING RED”) – DISNEY+

“RED” (“TURNING RED”) – DISNEY+

Como entonaban los cuervos en la cinta de Dumbo: “Lo que nunca vi, lo estoy viendo ya…” y me refiero a una cinta amparada por Disney cuya trama y todos sus nudos dramáticos giran alrededor de o abordan directamente a la menstruación femenina, pero lo mejor es que el resultado brilla por su tono optimista sin caer en la melcocha barata y con algunos retruécanos emocionales y psicológicos aptos para toda la familia a la vez que inteligentes y con mucha suficiencia escapista.

La cinta tiene como protagonista a Meilin “Mei Mei” Lee, una jovencita de 13 años chispeante, vivaz y, sobre todo, muy devota a su familia. Su madre, Ming, es una mujer que la ama pero conduce su vida con severidad y rigurosas reglas, sobre todo cuando se trata de su templo a vierto al público donde se alaba a una antepasado de su familia llamada Sun Yi. Mei Mei lleva su vida con dedicación académica y familiar, hasta que una noche es víctima de sus nacientes hormonas y comienza a fantasear sobre un chico atractivo que trabaja en un local cercano, lo produce en ella un cambio drástico: transformarse en un gigantesco panda rojo. La situación la alarma tanto a ella como a su madre, quien le explica que esta transformación es producto de un pacto mágico realizado por Sun Yi hace siglos con los antiguos dioses chinos y que afecta a todas las mujeres de la familia, pero encuentra remanso en sus amigas, un trío de jovencitas con personalidades e idiosincrasias bien definidas que son Miriam, su alegre, pecosa y vivaracha mejor amiga; Priya, una ceilandesa meditabunda y estudiosa pero con gran corazón y Abby, coreana agresiva y emprendedora.

Todas ellas admiran a un grupo de chicos llamado “4-Town” que está próximo a presentarse en la ciudad, más la nueva situación de Mei Mei aunada a la poca paciencia de su madre a tales expresiones musicales y lo costoso del boleto pondrá a trabajar su mente para aprovechar su alter ego animal y generar una serie de divertidas situaciones junto a sus amigas y compañeros de la escuela hasta que llega el momento de exorcizar al panda, momento que conduce a una serie de necesarias confrontaciones hasta un clímax muy conmovedor que con simples diálogos se esclarecen motivos y culpas de ambas partes.

La fuente temática espiritual bien pudo ser aquella excelente cinta de Wayne Wang titulada “El Club de la Buena Estrella” (1993) que lograba diseccionar las complicadas relaciones que inherentemente se generan entre madres e hijas, ya sea asiáticas o de cualquier punto geográfico. Aquí, todo el proceso alegórico de la cinta sobre la difícil transición de una niña a la juventud está abordado con tacto pero sin deslindarse de la honradez narrativa que esto requiere, tal cual ocurrió con “Luca” y su discurso metafórico sobre la homosexualidad. La necesidad de aceptación –sobre todo materna- así como el proceso de autodescubrimiento que lleva a la autoaceptación están bien diseñados mediante símbolos muy concretos sin que se subestimen o banalicen dichos cambios durante la pubertad , así como un desarrollo de personajes claro y honesto aunado a una dirección por parte de la cortometrajista Domee Shi (“Bao”) muy dinámica que añade un excelente sentido del humor a los puntos dramáticos. “Red” es otra muestra de que PIXAR sabe hacer cine sin concederle demasiado a la masa a la vez que crea historias con temas muy cercanos y humanos sin perderse en posturas petulantes.

Juan Pablo Martínez Zúñiga
Juan Pablo Martínez Zúñiga

Juan Pablo Martínez Zúñiga

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