SI AL PROCESO ELECTIVO DE JUZGADORES

Ya había tocado este tema en mi colaboración semanal para La Jornada de Oriente (que también publico en Tribuna Comunista), ahora con otros elementos más, valoró positivamente el proceso electivo de juzgadores y haré todo lo que esté de mi parte para alentarlo y promover la participación ciudadana este primero de junio.
Aunque siempre he pensado que el Poder Judicial es una institución vieja, alejada de la sociedad y que sobre todo no cumple con la demanda popular de buscar una justicia pronta y expedita, no niego que al principio haya tenido dudas sobre la reforma, pero como paulatinamente he visto cómo actúan jueces y magistrados, con una completa falta de respeto a la Constitución y las leyes, que ellos dicen defender, más concluyo que es correcta reestructurarlo de raíz, a través de la elección por voto directo, universal y secreto de los juzgadores. Como lo señalé en el artículo referido, ellos se han puesto solos la soga al cuello. Supongo que así piensan la mayoría de los mexicanos.
Estaban en su derecho de manifestarse en contra, pero actuar conforme la ley y la Constitución y lo primero que hicieron fue hacer un paro entre fines de agosto y fines de octubre, “con goce de sueldo”, sin trabajar y recibiendo impunemente su salario. Cuándo habíamos visto que eso se les permitiese a los trabajadores mexicanos. Este quebranto al erario público se ha calculado en 12 650 millones de pesos y la suspensión en dicho periodo de 9 000 audiencias, lo cual fue avalado recientemente por el propio Consejo de la Judicatura Federal, que al igual de la SCJN, lo preside la magistrada Norma Piña.
No solo fue la reforma, sino acciones legislativas para protegerla. Así se impulsaron reformas a leyes y lo que se llamó la “supremacía constitucional”, que en los hechos los juzgadores, sobre todo los agrupados en la JUFED (Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación) no respetan, se han ido por la libre, lo cual denota cómo actuaban antes y cómo lo hacen ahora, con completa impunidad.
Y así se dieron una serie de chicanadas (no le puedo de llamar de otra forma) en la intención de suspender el proceso electivo: centenares de amparos; orden a la Presidenta para quitar del Diario Oficial de la Federación de la reforma correspondiente, so pena de ser quitada del cargo (¡habrase visto!), sanciones económicas y judiciales a los consejeros electorales del INE; actuar igual con el Secretario de Hacienda y la Tesorera de la República y “mandatar” a los Comités de Evaluación de los tres Poderes se suspender sus trabajos en el proceso de entrevistas a los aspirantes a participar en el proceso, donde sólo (obviamente) el único que acató el fallo fue el del Poder Judicial.
Pero lo último, es el despropósito de amenazar a aquellos ciudadanos que acepten participar como funcionarios en las mesas receptoras de votación, los cuales, en caso de hacerlo podrían ser sujetos a sanciones económicas y judiciales. Por recursos no paran.
Su desesperación es mucha. Afortunadamente ya se van.