Dinámica de las localidades Menores
El número de habitantes de una localidad determina si es rural o urbana. De acuerdo con el INEGI, una población se considera rural cuando tiene menos de 2,500 habitantes, mientras que la urbana es aquella donde viven más de 2,500 personas.
Debido a la constante migración del campo a las ciudades, el número de habitantes de localidades urbanas ha ido en aumento; en contraste, el de las rurales ha disminuido. En 1950, en México 43 % de la población vivía en localidades urbanas; en 1990 el porcentaje era de 71, para 2020 ya era del 79 por ciento. El planeta recién está presentando los valores mexicanos de 1950; el 44% de la población mundial vive en comunidades rurales (Banco Mundial 2021).
Obviamente que en México la proporción de habitantes rurales disminuyó en la misma proporción de 57 a 29 y finalmente al 21 por ciento; es decir, que actualmente sólo uno de cada cinco mexicanos vive en localidades menores a 2 mil 500 habitantes.
El Censo levantado durante el 2020 detectó 184,285 localidades con 2,500 o menos habitantes, en donde viven 26.7 millones. El tema a destacar, amén de la gran dispersión de estos asentamientos en el territorio nacional, son los servicios, pues se indica que sólo el 60.5% de estas localidades rurales cuenta con agua potable y una minoría de ellas, el 12.3% con red pública de drenaje.
Cuando hablamos de la población rural nos referimos a aquellos sectores de un país o una región que hacen vida fuera de las ciudades, en sectores geográficos de baja densidad poblacional y cuyas actividades económicas usuales tienden a lo agropecuario. Dichas regiones rurales suelen ser mucho más extensas que las urbanas, y dependiendo del grado de desarrollo del país pueden ser más o menos pobres que sus contrapartidas urbanas.
El número de localidades pequeñas es una variable de interés para la planificación de la creación de servicios educativos en las áreas rurales. A mayor número de las localidades rurales pequeñas y dispersas, mayores serán las dificultades del gobierno para dotar a sus minúsculas y aisladas demandas educativas, con escuelas bien equipadas y de organización completa, así como de maestros arraigados a esas comunidades.
En Aguascalientes, a diferencia del país se ha venido manteniendo el número de localidades rurales, que prácticamente ya alcanzan las dos mil. Con un territorio pequeño alcanza a tener más del uno por ciento del total de las localidades menores. Su población sigue creciendo, pero comparada en porcentaje con la urbana se ha reducido a la mitad (del 30 al 15%). Es decir, dos mil localidades con el doble de la población inicial; estamos hablando de un promedio de 115 habitantes por localidad.
En Aguascalientes, no todas las localidades menores siguen creciendo, básicamente han crecido los caseríos, los poblados tradicionales, y los asentamientos comerciales y de servicios, a diferencia de los ranchos y los desarrollos habitacionales de vivienda industrializada, dado que éstos han decrecido en más de un 20 por ciento.
Catálogo de localidades menores:
Rancho o finca. Localidad habitada que constituye una sola propiedad, persona o puede haber copropietarios, independientemente de si se realizan o no actividades económicas en ella y el número de viviendas que tenga.
Caserío. Localidad habitada cuyas viviendas particulares están generalmente dispuestas de manera no amanzanada; puede tener algún local con actividad económica, pero usualmente carece de infraestructura y servicios.
Poblado tradicional. Localidad habitada, que comprende viviendas construidas de diversas formas y materiales; fueron principalmente autoconstruidas o mandadas a hacer por los propios ocupantes o sus antepasados; en algunos casos cuenta con establecimientos económicos, así como equipamiento y servicios comunitarios. Generalmente tiene organización social y sus habitantes reconocen como autoridad a un representante del gobierno municipal, a una autoridad tradicional.
Desarrollo habitacional de vivienda industrializada. Localidad diseñada y construida por empresas constructoras de viviendas particulares que presentan características constructivas y especiales similares, con manzanas y vialidades trazadas, que generalmente cuenta con pavimentación e instalaciones de energía eléctrica y otros servicios.
Barrio, colonia o fraccionamiento de vivienda auto producida. Localidad casi pegada a una ciudad o poblado, que funciona como parte de él, por lo que generalmente cuenta con algunos de sus servicios, equipamiento y autoridades.
Los niveles socioeconómicos de las localidades menores, si bien han mejorado, aún son muy básicos; de hecho, tres de cada cuatro habitantes de ellas son pobres moderados (D+), pobres (D) o pobres extremos (E). El internet, por lo general es inexistente.
NIVEL SOCIOECONÓMICO D+
El 74% de los hogares está encabezado por un jefe con estudios hasta secundaria. Ocho de cada 10 hogares habitan en viviendas con a lo más 2 dormitorios. El 42% del gasto se destina a la alimentación.
NIVEL SOCIOECONÓMICO “D”
En el 53% de los hogares el jefe tiene estudios hasta primaria. El 86% de las viviendas en donde habitan, tienen uno o dos dormitorios. Prácticamente la mitad de su gasto se destina a la alimentación (48%).
NIVEL SOCIOECONÓMICO “E”
La mayoría de los hogares (82%) tienen un jefe con estudios no mayores a primaria. Siete de cada diez viviendas tienen solamente un dormitorio y 83% no cuentan con baño completo. Más de la mitad del gasto se asigna a alimentos (52%) y solo el 1% a educación.
El recurso destinado a la educación es tan bajo y las distancias hacia las escuelas de educación media o superior son tan alejadas, que difícilmente se presenta la posibilidad de presentar movilidad social intergeneracional positiva, es decir que los hijos superen el nivel de sus padres. Aunque habrías que decir que en 5 años disminuyó la pobreza y la pobreza extrema en las localidades con menos de 2 mil 500 habitantes en un 20%; y aumentaron los clase media y alta en un 5%.
Para la Agenda 2030, la desigualdad de oportunidades, las barreras sociales y físicas para acudir a la escuela y el desarrollo de competencias globales constituyen los mayores retos educativos del futuro.